Muestras de sangre en una mesa durante los días de huelga. SUR

Las muestras de sangre que llegan a los hospitales caen a menos de la mitad por la huelga de técnicos en Málaga

Los centros hospitalarios y los de salud están reprogramado las citas para efectuar las pruebas afectadas por los cuatro días de paro

Miércoles, 5 de noviembre 2025, 00:19

Los técnicos superiores sanitarios de Málaga, 1.600 aproximadamente, han estado cuatro días de huelga general. Una de las consecuencias previas del paro era que ... más de 30.000 pruebas diarias (de sangre, heces, orina, rayos X, de Anatomía Patológica, etc.) quedaban en el aire, pues son precisamente estos profesionales los que se encargan de analizar las muestras. Y otra consecuencia podría ser que muchas de las muestras de sangre acaben en la basura al quedar inservibles tras seis días almacenadas. Lo cierto es que los hospitales públicos de la provincia llevaban días trabajando con los centros de salud cuyas extracciones les llegan diariamente para ir a laboratorio con el fin de minimizar el impacto del paro, aunque este ha sido muy importante: las muestras de sangre que llegan a estos centros desde los ambulatorios han caído a menos de la mitad, según fuentes sanitarias consultadas por SUR.

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Al Hospital Regional Universitario de Málaga llegan cada día en torno a 2.500 o 3.000 muestras de sangre, mientras que este martes se han contabilizado unas 1.300 (se sacan tres tubos por persona de media en las extracciones) para ser analizadas, es decir, han caído a menos de la mitad. Cifras similares podrían extrapolarse al Clínico o al Hospital de la Costa del Sol, Esto se debe a ese trabajo previo de los hospitales con los centros de salud en los que se saca sangre, amén de otras muestras como orina y heces. De esta manera, el protocolo ha sido claro: las muestras de los ciudadanos que podían calificarse como urgentes, que estaban amparadas por el paro, han pasado el filtro; a otros se les informaba de que tal vez sus muestras no serían procesadas por los técnicos de laboratorio y habría que repetirlas, de forma que muchos optaron por no someterse a las extracciones, de forma que se les ofrecía otra cita para cumplir con las obligaciones médicas. Las muestras que han llegado son las de quienes han preferido extraer la sangre sin saber si podrán recibir los resultados.

A la basura

Estas fuentes reconocieron a SUR hace unos días que parte de las muestras recabadas acabarán en la basura, porque como explican los propios técnicos quedarán inservibles tras seis días en las neveras, sobre todo si no fueron centrifugadas en las primeras horas. Pierden propiedades o determinados elementos y los análisis no serían tan fiables. Otras fuentes médicas indicaron a este periódico que esa era una de las órdenes para quienes no secundaran los paros. Ello habría permitido salvar buena parte de las pruebas, pero lo cierto es que un tanto por ciento aún por determinar serán desechadas y habrá que repetirlas. Por ejemplo, las coagulaciones que se realizan de cara a una operación.

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Los hospitales van a auditar qué muestras habrá que tirar en los próximos días, pero lo que las fuentes sanitarias han confirmado es que se están reprogramando no sólo las extracciones que no se llevaron a cabo, sino las citas de rayos X o de Medicina Nuclear, entre otras, citas que, por cierto, están generando las propias unidades afectadas. Según las áreas, hay algunas «en las que se ha realizado el 100% de las pruebas y en otras, ninguna», explican.

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Seguimiento masivo

El seguimiento a lo largo de los cuatro días de paro ha sido masivo: ha superado el 90% el 30 y 31 de octubre y el 3 y 4 de noviembre, tanto en la pública como la privada. El Sindicato Estatal de Técnicos Superiores Sanitarios (SIETeSS) se ha concentrado todos los días en la entrada del Hospital Regional Universitario de Málaga, donde ayer pudieron escucharse lemas como «Ministra, escucha, los técnicos en lucha» o «Si esto no se arregla, huelga, huelga, huelga». El pasado viernes se alcanzó el récord de seguimiento, con un 95%. La Junta ha informado de que en algunas de esas jornadas el seguimiento ha sido de en torno al 50%, una cifra muy elevada.

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Los técnicos sanitarios superiores son vitales para que funcione el engranaje de la sanidad pública en Andalucía: son técnicos en radiodiagnóstico y radioterapia, anatomía patológica, medicina nuclear, laboratorio, documentación sanitaria, higiene dental, prótesis dental, audiometría y dietética, entre otras especialidades. Así, piden cobrar según la categoría que tienen aprobada desde 2007, la B, aunque siguen percibiendo sus emolumentos como si fuera de la C1, lo que les ha hecho perder desde entonces, según calculan, 200 euros mensuales, así como también reclaman ser considerados Profesión Sanitaria Reglada en el Estatuto Marco que prepara el Ministerio de Sanidad y que se cree un grado que recoja sus especialidades, para poder trabajar en Europa, entre diversas reivindicaciones.

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Pruebas programadas

Ha afectado el paro, sobre todo, a las pruebas programadas. De estas, llegan cada día las muestras al laboratorio para ser analizadas—heces, orina, sangre (hematología, bioquímica, microbiología)— y otros test especiales, que suman más de 23.000, de las que entre 13.000 y 15.000 serían de sangre. En Anatomía Patológica se analizan biopsias, técnicas de inmuno, biología molecular, citologías, punciones y HPV: 2.000 determinaciones aproximadamente y, en cuanto a pruebas diagnósticas de imagen, los técnicos efectúan 4.000 (resonancias, mamografías, ecografías, rayos X convencionales), cifras a las que hay que sumar 128 pruebas diarias de medicina nuclear en el Regional y el Clínico, estima SIETeSS. Varios técnicos han asegurado estos días a SUR que el 85% de las muestras de sangre serían inutilizadas de no ser sometidas a examen en pocas horas o días, pero fuentes médicas, por contra, afirman que, si son centrifugadas, pueden aguantar hasta una semana. Dicen los sindicatos que se habrían suspendido en torno a dos tercios de pruebas diarias, es decir, unas 80.000, y tampoco se celebraron determinadas operaciones, según denunciaron algunos usuarios a este periódico.

Como reconoce uno de los delegados de SIETeSS, Francisco Morillo, «están llegando muchas menos pruebas estos días de huelga, las perecederas irán al contenedor, aunque otras muchas se han centrifugado y se podrán analizar cuando termine la huelga, pero, eso si, otras se destruirán».

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