Borrar
En Mijas, el último homicidio investigado como posible ajuste de cuentas Fernando Torres

Interior calcula entre 50 y 100 bandas de narcotráfico asentadas en la Costa del Sol

Crimen organizado ·

La cercanía con Marruecos y Gibraltar, claves para la expansión

Domingo, 16 de febrero 2020, 02:07

Comenta

Lo ven moverse en un coche de lujo. En él, acude a tiendas en las que gasta mucho dinero en ropa de marca, a buenos restaurantes y a cerrar sus negocios. Para sus vecinos, esos que conviven con él perdidos en el laberinto de urbanizaciones de la provincia, no es más que otro guiri con pasta. Pasa desapercibido, no saben que bajo la camisa lleva un arma y que comercia con drogas. Es un narco. Uno de tantos que, junto con sus bandas, están asentados en Málaga, el punto en el que se cruzan sus caminos.

En la provincia se levanta una verdadera Torre de Babel, en la que confluyen entre 50 y 100 bandas de multitud de nacionalidades, según recoge un informe del Ministerio del Interior sobre el crimen organizado en España, indicando que es una de las seis provincias del país en la que más grupos hay. Eligen Málaga como el mejor lugar en el que asentarse para hacer sus negocios ilícitos, ya que los alicientes son muchos, según explica un investigador especializado en la lucha contra el narco, quien alude a la cercanía con un paraíso fiscal como Gibraltar, las buenas comunicaciones con un aeropuerto internacional o esas urbanizaciones en las que pasar desapercibidos.

Pero, sobre todo, Andalucía y más concretamente Málaga y Cádiz son la puerta de entrada a Europa. La provincia se encuentra situada en un punto estratégico. Tiene una gran cercanía con Marruecos, que es donde se produce el hachís y desde donde se introduce en España a través de sus costas, pero también con el puerto de Algeciras. Situado entre los cuatro más grandes de Europa, cerró un 2019 con un tráfico total de 109.367.964 millones de toneladas. Un verdadero enjambre de contenedores, entre los que se cuelan algunos repletos de drogas, principalmente cocaína que llega de Latinoamérica, aunque también hay otros que contienen heroína, otras sustancias y hasta armas, como el AK-47.

Pero España también es un país en el que se producen estupefacientes. Málaga también está bien situada respecto a ello, ya que la provincia y Granada se han convertido en los principales productores de Marihuana. Desde el territorio nacional, donde la mercancía se custodia en las conocidas como guarderías, las distintas sustancias estupefacientes se distribuyen por el resto de Europa.

Originariamente las bandas estaban especializadas según su nacionalidad en un ámbito concreto del narcotráfico, como por ejemplo organizaciones de Colombia dedicadas al tráfico de cocaína o italianas al hachís. Sin embargo, esto ha ido cambiando en los últimos años, en los que, tras su paso por prisión, los delincuentes se han conocido y han formado nuevas bandas, produciéndose una especie de atomización de estos grupos criminales, siendo más pequeños y especializados, según indica otro agente experto en la materia.

Al respecto, precisa que, aunque las grandes organizaciones se dedican al narcotráfico, estas subcontratan multitud de encargos, como puede ser el robo de potentes todoterreno para alijar en las playas. Cuando todo va bien, conviven sin problemas, pero cuando algo se tuerce las facturas se cobran con sangre. Entonces, se solicitan bandas que ofrecen otra clase de servicios como las extorsiones, los secuestros o los asesinatos para ajustar cuentas si algo sale mal.

De hecho, los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han desarticulado en los últimos meses varias bandas de sicarios llegadas desde Suecia para cometer asesinatos por encargo para ajustar cuentas entre bandas. Ellos son ajenos a los conflictos, solo llegan en avión, cometen el crimen y se marchan, explica uno de los agentes.

Muertes que dejan en la Costa del Sol un rastro sangriento del crimen organizado que cada vez es más alargado. Las estadísticas oficiales hablan de ocho asesinatos motivados por ajustes de cuentas en 2019, curiosamente, los mismos que en el año anterior. Pero los episodios violentos, si se incluyen intentos de homicidio, lesiones, secuestros, o daños –como las explosiones de los que fueron los primeros casos de narcoterrorismo registrados en Málaga– la cifra se acerca más al medio centenar.

Un incremento de la violencia que los agentes que se juegan la vida en la calle viven en primera mano. Cuando llevan a cabo las operaciones contra los narcos, les llama la atención el hecho de que todos vayan armados, se ha dado un incremento de las armas, y hasta van equipados con chalecos antibala.

El trasfondo de esta situación son dos aspectos. El primero es el cambio del perfil del narco y de los delincuentes que se mueven en este ámbito, ya que ahora son más jóvenes y con menos miedo a hacer uso de un arma de fuego. Son, como insisten los agentes, más violentos. Por ejemplo, los integrantes de una de estas organizaciones de sicarios sueca solo tenían entre 20 y 30 años de edad.

El segundo son los robos de droga o de dinero entre narcos. Con el refuerzo de las estructuras de la Policía Nacional en el Campo de Gibraltar y creación del Organismo de Coordinación del Narcotráfico (OCON) de la Guardia Civil se ha logrado en solo año y medio acometer casi 3.000 detenciones, pero, sobre todo, modificar el hábitat del narco.

Los robos de droga y el nuevo perfil del narco, más joven y violento, han disparado la conflictividad

Ahora tienen que desplazarse fuera del Campo de Gibraltar para los desembarcos, lo que les hace más débiles, explica uno de los especialistas. Además, con la dificultad que entraña actualmente realizar un alijo, sale mucho más rentable robarlo. Es lo que en el argot se denomina un 'vuelco', que no es otra cosa que asaltar el transporte o la 'guardería' (escondite) donde una organización custodia la droga para robársela. Muchas de las nuevas organizaciones que se han ido formando son los conocidos como 'paleros' –que es como se denomina a estos ladrones–. Con todo este coctail, la violencia y los ajustes de cuentas se han ido incrementando y, con ellos, el uso de las armas.

Muchas se usan para intimidar, para mostrar poder, como fue el caso de los explosivos y de las armas largas. Sobre todo, el subfusil de guerra AK-47, como el que se empleó a finales del año pasado para acribillar a un joven de 20 años en Mijas en un crimen que tiene el sello del crimen organizado.

Este tipo de armas llegan procedentes de países del Este que han estado en conflicto. Según uno de los agentes, puede adquirirse en el mercado negro por unos 600 euros si está 'sucio', es decir, si no se ha usado para cometer ningún crimen.

Se usan para mostrar poder, pero también para la protección de las preciadas guarderías. «No es lo mismo asaltar una en la que hay un par de guardias con pistola a que estos estén armados con subfusiles», insiste uno de los agentes especializados en la lucha contra el crimen organizado.

Ante esta situación, los investigadores han observado que algunos productores marroquíes ya no utilizan a los clanes locales para la logística del alijo, sino que envían a su propia gente para custodiarlo y distribuirlo a los grandes grupos importadores del continente. Esto provoca una subida en el precio. Por ejemplo, si en España el kilo de hachís está, dependiendo de la calidad, en torno a los 2.000 euros, en algunos países europeos ya se está vendiendo a 8.000 o 10.000 euros, lo que también está incrementado la violencia entre las mafias de esos lugares, como ha ocurrido en Suecia, país de donde, curiosamente, también era originaria la banda que protagonizó los ataques con explosivos en la Costa del Sol, que fue desmantelada el año pasado por las Fuerzas de Seguridad.

Agentes que se juegan cada día la vida en la calle para combatir al narco con el objetivo de que nadie tenga que preocuparse si su vecino lleva oculta bajo su camisa una pistola.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Interior calcula entre 50 y 100 bandas de narcotráfico asentadas en la Costa del Sol

Interior calcula entre 50 y 100 bandas de narcotráfico asentadas en la Costa del Sol