Las lluvias alivian la situación del campo y permiten iniciar la recogida de la aceituna
Las aguas han sido bien recibidas por los agricultores, aunque son insuficientes para revertir una cosecha que apunta a la baja
«Por lo menos, ahora podemos pensar en empezar a recoger la aceituna». Esta frase, pronunciada por el presidente de Asaja, Baldomero Bellido, resume lo ... que han sido las lluvias de los últimos días para aliviar la mala situación en la que se encontraban los cultivos en la provincia de Málaga por culpa de la sequía. Sobre todo para el olivar, el agua ha supuesto un sosiego en una fecha crítica. Con los molinos a punto de arrancar en todas las cooperativas de la provincia, la realidad era la de que el fruto, en la mayoría de los casos, estaba demasiado arrugado para la recolecta. Las lluvias al menos han invertido este proceso, permitiendo que el árbol se nutra y se acabe de engordar la aceituna hasta un tamaño que hace plausible empezar a cosechar.
Reducido a lo más simple, el sector olivarero en la provincia se puede resumir de la siguiente manera: sin agua no hay aceitunas y sin aceitunas sufren los agricultores y los consumidores. Francisco Moscoso, el presidente de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), también en conversación con SUR, analizó los efectos de las últimas precipitaciones, cuando, en las zonas interiores de la provincia, donde abundan los cultivos, han caído entre 40 y 50 litros. «Las lluvias han sido un alivio, sin duda. La aceituna estaba en un estado muy malo, arrugada. El olivo es muy resistente, pero todo tiene un límite. Los olivos estaban muy debilitados», detalla.
La sensación de alivio es generalizada y también la confirma el presidente de la cooperativa de Campillos, Benito Avilés, que se expresa con cierto optimismo. «La aceituna absorbe muy pronto el agua. Estas lluvias le están sentando bien al fruto. Muchos agricultores van a iniciar la cosecha en los próximos días. Tal y como estaba la cosa, ya no solo era la falta de tamaño de la aceituna. El olivo estaba tan seco que, a la mínima que intentabas meter el vibro para cosechar, corrías el riesgo de desfoliarlo», explica.
Aunque el sector da por buenas las lluvias, las mismas voces consultadas coinciden en resaltar que el «panorama general» sigue siendo muy malo. El olivar afronta una de sus peores cosechas. El último aforo publicado por la Junta de Andalucía vaticina una cosecha de 31.000 toneladas para la provincia de Málaga. Es un incremento del 2,3% si se compara con la campaña 2022-2023, pero muy lejos de las cifras cosechadas antes de que la falta de agua se convirtiera en el principal problema para el sector.
No es solo la provincia de Málaga. El panorama se percibe con negatividad en toda Andalucía. Si la producción de aceite tiene un motor, éste hay que buscarlo en Jaén. Las 215.000 toneladas mejoran las 200.000 de la temporada pasada, pero representan un 52,8% menos que la media de los últimos años.
Eso implica una caída generalizada de la producción a nivel andaluz que se percibe en el resto de las provincias. Málaga se encuentra en quinta posición en comparación con las demás provincias. Cierra Cádiz, con una producción estimada de apenas 7.100 toneladas.
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