«Deseo hacer visible el amor de Dios por medio de mis obras y de mis palabras»
El veleño, que acaba de ser ordenado sacerdote con 24 años, es el cura más joven de la diócesis de Málaga
Encarni Llamas
Málaga.
Domingo, 14 de enero 2024, 01:00
Este sábado, el obispo de Málaga, Jesús Catalá, ordenó sacerdote a Daniel Gutiérrez Santiago. Natural de Veléz-Málaga, a sus 24 años se convierte en ... el cura más joven de la Iglesia de Málaga.
-Llegó el día de su ordenación sacerdotal, ¿cómo recuerda los inicios de su vocación, cómo sintió que quería ser cura?
-Pues ahora que miro hacia atrás y veo mi vida en esa clave, descubro que el Señor siempre me ha ido llamando a conocerle, amarle y seguirle. Recuerdo que, cuando era pequeño, mi abuela fue la que me enseñó a rezar, a hablar con el Señor; también recuerdo que en la catequesis me fascinaba la persona de Jesús. Pero en mi vida, a raíz de la muerte de mi abuela, en 2013, hay un antes y un después, y es ahí donde acudo más al Señor, y comienzo a ir a mi parroquia de San Juan en Vélez-Málaga; y allí descubro la verdadera imagen de la Iglesia, una Iglesia que acompaña al que sufre, que ayuda al que no tiene recursos, que escucha al que lo necesita... Y la figura del sacerdote, en la persona de Paco Sánchez, un cura que se da a los demás por hacer visible el amor de Dios. Y poco a poco, por medio de personas y circunstancias concretas, voy descubriendo que el Señor me llama a la vida sacerdotal. Aunque esto no lo tuve tan claro desde el principio porque a mí me decían: «el Señor te llama», yo decía de broma: «que siga llamando, que yo el teléfono no lo he escuchado». A la vista está que siguió insistiendo.
-Natural de Vélez-Málaga, ¿cómo ha vivido su familia los días previos a la ordenación?
-Con los nervios propios del momento. Aunque no son mucho de participar en la Iglesia, sí están ilusionados porque se acerca el día más importante de mi vida. Me están acompañando con mucho cariño, y mucha ilusión.
-Desde que el 24 de junio de 2023 recibiera la ordenación como diácono hasta este sábado ha estado sirviendo en varias tareas. ¿Cómo ha vivido este tiempo de 'entrenamiento' para su labor como párroco?
-Ha sido un diaconado muy completo. Comencé la aventura con una experiencia misionera en el desierto del norte de África. Más adelante vino la JMJ, que fue muy especial para mí. Y tras esas dos experiencias, me incorporé a la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores en el Puerto de la Torre, donde estuve el año anterior realizando mi año de Pastoral, y donde también he tenido la suerte de vivir mi diaconado. He celebrado bautizos, bodas, liturgia de la Palabra, visitado a los enfermos y mayores, participado en la coordinación de grupos y en un sinfín de actividades, todas ellas muy enriquecedoras. También soy capellán en el colegio Santa Rosa de Lima junto a mi compañero Álvaro López Cardosa. Y, desde noviembre, estoy atendiendo el pueblo de Álora, realizando funerales y bautizos. Como se puede comprobar he tenido un diaconado muy completo y muy enriquecedor.
-¿Qué destacaría de su tiempo de formación en el Seminario?
-Doy gracias a Dios por mi tiempo en el Seminario. Ya que, en ese sitio tan emblemático para nuestra Iglesia de Málaga, he recibido una formación maravillosa, en la que he crecido a todos los niveles: como persona, en lo espiritual, a nivel intelectual, en saber darme a los demás... Ha sido un tiempo de gracia, en el que la semilla de la vocación sacerdotal ha ido creciendo y haciéndose más fuerte, ahora confiemos en que dé buenos frutos.
-¿Con qué expectativas comienza su sacerdocio?
-Espero tener un comienzo bueno, en el que sepa poner en práctica todo aquello que he aprendido y rezado. Deseo servir con mucho cariño al Pueblo de Dios que se me encomiende. Y, sobre todo, hacer visible el amor de Dios por medio de mis obras y de mis palabras, para que otras personas le puedan conocer, amar y seguir.
-Un consejo que le hayan dado y recuerde todos los días.
-Siendo sinceros, no hay ninguno que recuerde todos los días. Pero sí hay uno que me marcó para toda la vida: el día de mi confirmación, mi párroco me dijo «que nada, ni nadie te separe de Cristo», y desde entonces intento vivirlo, porque he descubierto que sin el Señor, todo es muy distinto y la vida pierde el sentido.
-Y en cuanto a la música, ¿en qué canciones diría que ve reflejada su vida?
-Pues le diría varias y de varios estilos. Me encanta 'Eso que tú me das', de Jarabe de Palo; y 'Por si mañana', de Antoñito Molina.
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