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La Antigua Casa de Guardia tiene cerrada la taberna y la bodega Salvador Salas
Las crisis del coronavirus se ceba con las bodegas

Las crisis del coronavirus se ceba con las bodegas

El cierre de la restauración paraliza la venta total de vinos de la provincia en la antesala de la Semana Santa y el enoturismo

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Domingo, 29 de marzo 2020, 01:57

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El sector agroalimentario malagueño no está viviendo de igual manera el estado de alarma. Mientras que la mayoría de los agricultores y ganaderos siguen trabajando con normalidad, al igual que las empresas comercializadoras, no está sucediendo lo mismo en otros como el pesquero, en el que la caída de precios ha sido abismal. Tampoco el vinícola se está beneficiando en modo alguno. La razón es que el cierre de hoteles, restaurantes, bares y cafeterías, así como de muchas distribuidoras especializadas, ha dejado a las bodegas de la provincia sin su principal mercado: el canal horeca. «Las ventas han caído un 99 %, por lo que la situación de muchas bodegas es muy grave, tanto que algunas han tenido que cerrar», enfatiza el secretario del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Málaga y Sierras de Málaga, José Manuel Moreno Ferreiro. En la provincia, un total de 45 bodegas, la mayoría de ellas micropymes, forman parte del Consejo Regulador, con una producción de vinos anual que ronda los 3,5 millones de litros.

Según Moreno, el canal horeca es el segmento principal de negocio de las bodegas malagueñas, tanto dentro de la provincia como fuera de ella. En este comercio juegan un papel fundamental los distribuidores, que con motivo de cierre de la restauración y las hostelería también se están viendo bastante perjudicados. «El comercio exterior está parado prácticamente, por lo que la actividad de las bodegas se está viendo muy afectada», incide Moreno.

El dueño de la Bodega Málaga Virgen, una de las mayores de la provincia, Didier Bricout, califica la situación de «muy mala» como consecuencia del cierre de los más de 315.000 establecimientos de restauración que hay a nivel nacional. «El comercio está paralizado. No sabemos lo que vamos a poder aguantar, ya que nadie paga. Las distribuidoras están pidiendo aplazamientos de pagos. Mientras tanto, en Málaga Virgen seguimos trabajando y cuidando de las viñas. El Gobierno ha cerrado la restauración, pero al resto de la cadena la ha dejado huérfana y sin protección alguna. No ha pensado en las bodegas», lamenta Bricout.

Para el propietario de esta gran bodega malagueña, este parón en el sector vinícola se produce en un momento de gran importancia para las bodegas: «La Semana Santa siempre ha sido muy buena en ventas, sobre todo de vinos dulces, pero eso lo hemos perdido, de ahí que la preocupación sea enorme».

Bodegas Antonio Muñoz Cabrera-Dimobe de Moclinejo, además de productores son distribuidores. Según Juan Muñoz, uno de sus propietarios, la paralización en ambas empresas es total. En la distribución no se vende nada, al igual que ocurre en la bodega, con el agravante de que se están dejando de embotellar vinos al no saber cuándo podrán ser comercializados. «Si la situación se prolonga mucho más, podemos encontrarnos con que en la próxima vendimia las bodegas tengan sus depósitos repletos de vino que no han podido vender y sin capacidad para almacenar el nuevo, por lo que serán los agricultores los que se verán afectados», advierte Muñoz.

La Bodega Antigua Casa de Guardia tampoco se salva. Según su director, Cayetano Garijo, tanto la bodega en Olías como la taberna de la Alameda Principal están cerradas. La taberna, que es el gran pilar de la bodega, se cerró tras decretarse el estado de alarma, mientras que la bodega no ha vuelto a abrir porque no hay salida para los vinos. «La situación es para estar asustados», sostiene Garijo.

Otra vía de negocio que las bodegas estaban empezando a explotar con gran éxito, el enoturismo, también está absolutamente paralizada. «Casi la mitad de la bodegas del Consejo Regulador ya estaban trabajando el enoturismo», concluye Moreno Ferreiro.

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