Las consultas y cirugías realizadas en el Hospital Regional cayeron al mínimo histórico en 2022

Según la información que obra en poder de este periódico, la productividad se redujo hasta una media del 6,24 por ciento. La cifra anterior con la que se puede comparar (los años 2020 y 2021 estuvieron afectados por la pandemia) es la de 2019, cuando esta nota ascendía al 6,63. En los años previos, el hospital llegó a obtener cifras iguales o superiores al notable.

Tal y como explican desde el propio Hospital Regional, este CRP (Complemento de Rendimiento Profesional) que mide la productividad es un complemento retributivo destinado a recompensar el «rendimiento, la calidad y el cumplimiento de los objetivos» pactados en los contratos programa que firma la Consejería de Salud y Consumo con el SAS, éste con las gerencias de distritos y hospitales y, a su vez, éstas –mediante acuerdos de gestión- con sus propias unidades.

Señalan que este complemento tiene reglado el procedimiento mediante el cual los objetivos de cada equipo o unidad están pactados de forma «objetiva y razonada». Así, cada profesional es evaluado de forma «objetiva y transparente» tanto por la consecución de los resultados de equipo (60% del total) como la consecución de resultados de carácter individual (40%). «La evaluación de cada año es independiente del año anterior, por lo que el CRP de 2023 se evaluará una vez que finalice el año», recalcan con respecto a la situación de este año.

Fuentes del Sindicato Médico de Málaga sostienen que son hechos comprobados que el Regional tiene una nota media de un 6 raspado «cuando hace pocos años era notable o sobresaliente». La organización sindical recalca que en este caso, la actual dirección «no tiene la culpa», ya que en 2022 no estaban todavía en sus puestos. «La causa está en la infradotación presupuestaria del hospital», matizan. A modo de ejemplo, explican estas fuentes que el servicio de Otorrinolaringología está puntuado con un suspenso (4 sobre 10), «cuando a lo largo del año le ofrecieron los quirófanos para hacer su actividad con cuentagotas», lo que les habría impedido cumplir los objetivos marcados por el propio centro.

Y es que ahí está la clave de esta cuestión. Aunque algún servicio tiene epígrafes concretos (por ejemplo, la cantidad de prótesis que se usan en Rehabilitación), la productividad está basada principalmente en el cumplimiento de los objetivos de número de consultas, número de pruebas diagnósticas y número de cirugías realizadas en cada servicio, así como el tiempo que esperan los pacientes para ser atendidos, es decir, las listas de espera. «¿Cómo van a cumplir objetivos si no tienen quirófanos para operar?», se preguntan tanto en el Sindicato Médico como otros facultativos consultados.

«La dotación presupuestaria insuficiente además hace que no se sustituyan bajas por enfermedad o maternidad, reducciones de jornada por cuidado de bebés, jubilaciones o contratos de médicos hechos durante la pandemia y que al haberse terminado los fondos europeos, el 31 de diciembre están abocados al cese. Esto afecta a todos los colectivos», inciden desde el Sindicato.

Dotación económica

Los médicos ligan además este «agotamiento económico» al hecho de haber suspendido muchas de las consultas de por las tardes, las llamadas continuidades asistenciales; un hecho que podría provocar que la productividad de 2022 no sea el suelo histórico y vuelva a caer en 2023. «Están intentando potenciar la lista de espera quirúrgica, pero no hay más quirófanos, mientras los cuatro del Hospital Pascual permanecen cerrados pese a estar transferidos al Regional con ausencia presupuestaria para abrirlo», añaden desde el Sindicato. Y sentencian: «Si los gerentes del SAS no dotan económicamente de forma decorosa al Regional, continuará con una productividad indecorosa. Y la población malagueña, sufriéndolo».

Este periódico intentó recoger la versión del Regional, aunque desde el hospital se limitaron a explicar en qué consiste la productividad, pero no por qué había caído al mínimo histórico en 2022.

Respecto a cuál puede ser la situación en este apartado al finalizar 2023, este mismo miércoles, la consejera de Salud, Catalina García, aseguró que el Hospital Regional estaba reduciendo las listas de espera; una declaración que no sustentó con ningún dato objetivo, y contra la opinión de los médicos y los sindicatos del centro hospitalario.

Esta afirmación la realizó apenas unos días después de que SUR adelantara en exclusiva que el Hospital Regional iba a contar desde este mes con menos horas de consultas de casi todas las especialidades en horario de tarde, también llamadas continuidades asistenciales.

Preguntada por los periodistas tras finalizar una visita al centro Ibima, la consejera sostuvo que el equipo directivo había tomado estas decisiones para hacer eficiente el sistema. «Se eliminan continuidades que no son necesarias, nunca continuidades que puedan afectar a las listas de espera. Lo que estamos haciendo es aumentar la producción propia, continuidades asistenciales y autoconciertos. Si en el Regional se eliminan unas continuidades, es porque el equipo directivo decide que unas son más necesarias que otras», señaló, en una declaración un tanto contradictoria, ya que por un lado reconocía que se habían eliminado las continuidades, y por otro defendía que se habían ampliado.