Condenan al promotor del museo taurino de Málaga por no pagar la inauguración

El Juzgado de lo Penal número 6 de Málaga condena a Barco a un año y cinco meses de prisión por un delito de estafa y le sanciona a indemnizar al mencionado establecimiento hotelero con la cantidad que le adeuda desde hace cuatro años y que asciende a 12.829,50 euros, según se recoge en la sentencia a la que tuvo acceso este periódico.

El Centro de Arte de la Tauromaquia (CAT) se inauguró el 25 de febrero de 2015 con un acto solemne en el Teatro Echegaray, presentado por Anne Igartiburu y con el matador de toros Cayetano Rivera Ordóñez como padrino, una visita a las instalaciones del museo y una fiesta en los salones del Málaga Palacio. La sentencia considera probados que «todos los servicios prestados por el mencionado hotel fueron contratados por el hoy acusado teniendo cabal conocimiento de su situación de insolvencia para el pago de la factura total de 25.319,50 euros en el momento de la celebración del evento, procediendo en noviembre en 2015 a realizar un pago parcial de 12.000 euros, quedando pendiente la cantidad restante de 12.829,50 euros».

Según se recoge en la sentencia, Juan Barco reservó y se utilizaron 78 habitaciones y suites en el hotel y un servicio de barra libre para la fiesta de inauguración donde se consumieron 40 botellas de diferentes bebidas. «La defensa alegó que cuando contrató los servicios tenía solidez económica, que después desapareció pues prestó dinero a un amigo una cantidad dineraria, razón por la cual no pudo hacer frente (a la deuda); nada de lo cual ha quedado acreditado, como tampoco conocemos el nombre del tal amigo a quien supuestamente le prestó dinero. En definitiva, aun a pesar del tiempo transcurrido no ha sabido o querido facilitar una versión cierta o verosímil de lo acontecido», añade el tribunal.

Asimismo, la sentencia recoge que los indicios sólidos permiten configurar «la tipicidad del delito de estafa pues el acusado engañó al legal representante de la referida entidad hotelera sobre su disposición a pagar» y añade que el responsable del hotel se puso en contacto en «reiteradas ocasiones» con Barco y «no existió una disponibilidad por abonar la totalidad de la cantidad, lo cual determina que el ánimo defraudatorio cubría el total de la deuda».

Además, Juan Barco y su colección están pendientes de que un juez autorice el desalojo forzoso del edificio después de que la propietaria del mismo, la Diputación de Málaga, revocara la concesión por impagos del canon desde su apertura y de otros gastos que por contrato debía asumir como los recibos del IBI, el agua o la luz, que ascienden a 400.000 euros.