Comisiones Obreras denuncia la supresión de 132 unidades escolares en la provincia

Para Comisiones Obreras, las consecuencias de estas medidas son graves y ponen de manifiesto la reducción del presupuesto en educación en Andalucía, «condenando a una sociedad menos formada, menos competitiva y, con ello, con peores condiciones de acceso al empleo», señala Santiago Ramírez. Afiliados de este sindicato y de USTEA se han concentrado ante la sede de la Delegación de Educación en defensa de la escuela pública y para pedir una reducción de las ratio (número de alumnos) en las aulas.

Por su parte, la secretaria general de Enseñanza de Comisiones Obreras en Málaga, Yolanda Gamero, ha afirmado en la concentración que «estas reducciones se vienen produciendo desde hace una década y que se ha intensificado esta práctica en los últimos tres cursos escolares». La inversión educativa escolar es de las más bajas de España, solo detrás de Madrid. Gamero ha argumentado que «reducir el número de escolares por aula, potenciar una mayor y mejor atención del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, incluido el alumnado de entornos sociales desfavorecidos o con dificultades de aprendizaje, ofrecería mayores garantías de igualdad de oportunidades y de cohesión social».

Santiago Ramírez ha destacado además el efecto acumulativo del cierre de unidades, ya que en los cursos siguientes se consolida esa reducción y al final el centro termina por perder una línea completa.

Comisiones Obreras Enseñanza de Málaga propone una serie de medidas para evitar la pérdida de unidades escolares públicas. Entre ellas, ha detallado Santiago Ramírez, la reducción de la ratio a 20 escolares en Infantil y Primaria, 25 en Secundaria y 30 en Bachillerato (cinco menos que en la actual para cada uno de los ciclos). El desdoble de grupos en las áreas instrumentales: lengua, matemáticas e idioma extranjero o establecer ratios para los especialistas de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje, actualmente sobrepasados o desbordados con más de 40 alumnos y alumnas en algunos casos.

«Debemos aprovechar la bajada de la natalidad para construir un sistema educativo más fuerte y con una atención personalizada, algo que no se consigue cerrando unidades, ha dicho Santiago Ramírez.