Los comedores sociales piden ayuda para controlar las colas ante el aluvión de familias
«Lo que ayudamos por un lado se puede complicar por otro», advierten desde el comedor Yo Soy Tú en Miraflores de los Ángeles
En el comedor social Yo Soy Tú de Miraflores de los Ángeles llevan un mes trabajando a destajo. Sólo son seis voluntarios, pero les sobra ... sacrificio y solidaridad para seguir en la lucha. Desde que comenzó el confinamiento a mediados de marzo, una vez por semana reparten alimentos suministrados mayoritariamente por Bancosol a las familias que peor lo están pasando.
El jueves hicieron el sexto reparto, rondando ya las 72 toneladas de comida entregada a unas 915 familias, pero el aluvión de personas solicitando ayuda les ha desbordado. «Fue brutal. Convocamos a 750 familias que teníamos registradas y conseguimos llegar a más de 900 dándoles cinco bolsas de frutas y verduras y una docena de huevos, pero es que vinieron miles porque hubo efecto llamada».
La escena, narrada por el presidente de esta entidad, Emilio Gómez, fue captada desde su balcón por Elvira Sanz, y muestra una enorme hilera de personas guardando cola sin cumplir con las recomendaciones de protección contra el coronavirus. «Lo que ayudamos por un lado se puede complicar por el otro, ya que la gente viene en masa y nosotros no podemos controlarles», expone Gómez, quien ya ha trasladado al Ayuntamiento y a la Policía Local la necesidad de que en los días de reparto haya al menos una patrulla para que las personas que esperan su turno en la calle mantengan una distancia prudencial entre sí. Ya el jueves tuvieron que acudir varias unidades, pero porque algunos que se quedaron sin comida. «Hay muchas necesidades, pero el almacén se quedó vacío, y cuando se acabó todo algunos llegaron a ponerse agresivos», relata el responsable del comedor social.
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