Antonio Peula, el chelista malagueño de 14 años que pone música al horror de la guerra
El joven músico evoca la invasión de Ucrania en la pieza sobre el genocidio armenio que ha interpretado en la inauguración del Tour del Talento
Antonio Peula acomete los primeros compases de 'Lamentatio' cuando las notas empiezan a salir no sólo de su violonchelo, sino también de su garganta. Entona ... una composición que es también un lamento mientras el silencio se impone en el Auditorio Edgar Neville de la Diputación Provincial donde se celebra la inauguración institucional del Tour del Talento. Y el talento que suena ahora es el de este chelista malagueño de 14 años que ha escogido la pieza de Giovanni Sollima sobre el genocidio armenio por sus reminiscencias con la actual invasión rusa en Ucrania. «La hemos elegido, además de porque su formato se adaptaba muy bien a la inauguración, por la invasión en Ucrania, nos parece que el momento requería una pieza así y a los responsables de la Fundación Princesa de Girona les ha parecido adecuado», brinda Salvador Peula, padre del intérprete.
Antonio Peula estudia desde hace tres años en el Conservatorio Superior Katarina Gurska de Madrid gracias a una beca de la Fundación Málaga. De lunes a viernes sigue las clases 'on line' y los sábados asiste de manera presencial a la formación, como explica su padre. Peula es alumno del maestro Michal Dmochowski y este lunes ha brillado con luz propia en la inauguración del proyecto con el que la Fundación Princesa de Girona y la plataforma Trivu quieren fomentar el espíritu emprendedor entre los jóvenes malagueños.
«Ha sido un regalo»
«Para Antonio ha sido muy emocionante tocar ante tantas autoridades, sobre todo ante los Reyes. Para él ha sido un regalo», añade Salvador Peula sobre el trabajo de su hijo, que acaba de debutar como solista en el Auditorio Nacional. «'Lamentatio' es una obra escrita por Giovanni Sollima en memoria de aquellos que perdieron la vida en el genocidio armenio, a veces también denominado 'Holocausto de los armenios', en referencia a las deportaciones y asesinatos llevados a cabo por el Imperio Otomano entre 1915 y 1916», ofrece Salvador Peula sobre la persecución en la que hubo cerca de un millón y medio de muertos.
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«Esta música es testigo de una contaminación de diferentes estilos, de diferentes memorias, con referencias etnomusicológicas a la tierra donde nació Sollima y también a las Lamentaciones Pascuales, con raíces en los cantos gregorianos. Trae consigo el sabor ancestral y tribal de la Sicilia de la época de la dominación árabe, y algunos estudiosos reconocen el lamento de las mujeres de la antigua Roma, presentes en los cortejos fúnebres para entonar cánticos de alabanza a los difuntos, acompañados de gritos de dolor, lágrimas y gestos de desesperación», detalla el padre del joven músico malagueño cuya interpretación ha dejado este lunes un nudo en la garganta de los asistentes al estreno del Tour del Talento.
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