Animado debate sobre la gestión sanitaria y la actualidad política

Arias habló de su último libro, 'Desde las ruinas del futuro', un análisis de la pandemia, su significado, causas y consecuencias. Sobre la pandemia lamentó que se haya actuado fundamentalmente en los países occidentales recurriendo a métodos «medievales» como el confinamiento en las viviendas y no se haya apostado por otras opciones más modernas.

Respecto al debate sobre si los regímenes autoritarios han sido más eficaces que los democráticos para atajar esta crisis, el profesor malagueño sostuvo que la distinción no hay que hacerla tanto entre democracias y autocracias como entre Occidente y Asia. 

Sobre la comunicación y el papel de las 'fake news', Manuel Arias mostró su escepticismo sobre el papel que estas hayan podido jugar porque, según dijo, siempre ha habido rumores y desinformación, aunque esta hoy circula con mayor facilidad y siempre hay grupos predispuestos a consumirlas.

Sí se mostró Arias muy crítico con la política comunicativa del Gobierno d España al que acusó de ser un Ejecutivo «desinformador» desde el 8 de marzo y de no haber tenido una actuación ejemplar. En este sentido y sobre el debate de la manifestación feminista del 8 de marzo, dijo que esta manifestación fue «una distracción» que retrasó que se suspendieran antes otros eventos multitudinarios.

Respecto a la polarización política explicó que esta es consecuencia de «la intoxicación populista» y que repercute en un «hiperenfrentamiento» entre la izquierda y la derecha. En este sentido, apuntó que se desconoce por el momento si el deslizamiento del PSOE a posiciones «cercanas a los populismos y el independentismo es táctica o estratégica».

En pleno debate sobre los cambios de postura que en los últimos años ha mostrado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Manuel Arias alertó sobre el peligro de «la degradación» de la palabra pública que pronuncian los políticos. Respecto al papel de Bildu en el apoyo a los presupuestos del Estado dijo que el Ejecutivo tiene derecho a pactar con quien quiera, aunque añadió que es «ingenuo pensar que Bildu es un partido normal».