E. Hinojosa

Absentismo laboral: cada vez más bajas y más largas

El crecimiento económico, la incidencia de las dolencias mentales en la juventud y las listas de espera sanitarias, causas del aumento de las faltas al trabajo

Domingo, 2 de noviembre 2025, 00:51

El absentismo preocupa a los empresarios de toda España y también de Málaga. Lo constata el presidente de la Cámara de Comercio provincial, José Carlos ... Escribano: «Con esto no estamos demonizando a los trabajadores, pero que según Randstad cada día haya un millón y medio de personas que no acuden a su puesto en España implica que algo pasa con las bajas. Hay que abordar la cuestión, porque económicamente tiene consecuencias», explica Escribano. «Te faltan personas, supone un sobrecoste, distorsiona la actividad, a veces hay dificultades para planificar las sustituciones y tensiona a la plantilla. Además, si se trata de perfiles muy especializados los que faltan, no es fácil encontrar suplentes. En las empresas grandes es posible que tengan reservada una partida para abordar estas cuestiones, pero en las pequeñas, la gestión es difícil», añade Natalia Sánchez, vicepresidenta ejecutiva de la Confederación de Empresarios de Málaga.

«Es un problema que preocupa mucho a las empresas: te faltan personas, supone un sobrecoste, distorsiona la actividad, a veces hay dificultades para planificar sustituciones y tensiona al resto de la plantilla»

Natalia Sánchez

Vicepresidenta ejecutiva de la CEM

«No estamos demonizando a los trabajadores, pero que según Randstad cada día haya un millón y medio de personas que no acuden a su puesto en España implica que algo está sucediendo con las bajas»

José Carlos Escribano

Presidente de la Cámara de Comercio de Málaga

Los datos disponibles, sobre todo elaborados por consultoras de trabajo temporal, informan de eso, de que el absentismo laboral sube. La investigación más reciente de Randstad, correspondiente al segundo trimestre de este año, concluye que provocó la pérdida del 7% de las horas pactadas en el conjunto de España, cifra que se traduce en la falta de ese millón y medio de trabajadores diarios que citaba Escribano y que es muy parecida a la de Andalucía (6,9%), aunque hay en otros territorios de España donde es superior, como Cantabria (9,2%), Canarias (8,8%) o País Vasco (8,6%). En 2008 las horas perdidas por absentismo en España no llegaban al 5%.

Valentín Bote, director de Randstad Research, aclara que tres cuartas partes del absentismo se explican por las bajas médicas, en concreto por la incapacidad temporal por contingencias comunes. El resto, la otra cuarta parte, por muchas causas, entre las que están los permisos retribuidos (incluidas bajas por maternidad y paternidad), las huelgas o el puro faltar sin justificación. Porque toda esta casuística esconde la palabra «absentismo» que se resume en la definición que da Bote: las horas que se ha pactado que sean de trabajo efectivo y que no lo son por causas achacables al empleado.

Daniel Pérez del Prado, profesor titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Carlos III de Madrid, considera que ésta es una forma imperfecta de medir el fenómeno: «Debería estar vinculado con lo no justificado. El ejercicio de un derecho no debería ser considerado absentismo», defiende. Este experto destaca, asimismo, la connotación negativa del término. Aunque no niega que éste sea un problema económico grave: «Supone que hay recursos ociosos que no contribuyen al crecimiento económico, pero no tenemos herramientas estadísticas que lo midan con precisión. En todo caso, el absentismo entendido como problema económico, empresarial y social no debiera incluir situaciones indeseadas y justificadas como las englobadas bajo la incapacidad temporal, máxime en un Estado social que protege la salud».

«El abstentismo entendido como problema económico, empresarial y social no debiera incluir situaciones indeseadas y justificadas como las englobadas bajo la incapacidad temporal, máxime en un Estado social que protege la salud»

Daniel Pérez del Prado

Profesor titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Carlos III de Madrid

Sánchez concede que la mayoría de las faltas se deben a bajas por enfermedad y pone el acento en las que no lo son (335.000 del millón y medio del total): «Nos gustaría tener datos oficiales, pero los de las mutuas dicen que la incidencia de las ausencias sin justificante médico es mayor los lunes».

Bajas por enfermedad

Sea como sea, el absentismo medido por los indicadores que usa Randstad va al alza. Y Bote apunta varias causas. Por un lado, que se producen más bajas médicas y que son más largas que antes para una misma patología. Aclara que la razón del alargamiento de las bajas no es achacable al trabajador, sino a las listas de espera en la sanidad pública que retrasan las pruebas. Se trata de un problema, continúa, que no es fácil de sortear con la sanidad privada, porque el reconocimiento de los diagnósticos no es inmediato y es un médico de la sanidad pública el único que puede decretar el alta –el empresariado pide que las altas las pueda dar la mutua–.

Bote añade que si hay más bajas ahora se debe también a que entre los jóvenes se producen en mayor medida de lo que representan en la fuerza laboral: las bajas de los menores de 36 años fueron el 32,5% del total en 2024, cuando en el mercado laboral suponen el 25%. Y agrega que las bajas por enfermedad mental también suben y suelen ser de mayor duración que de otras dolencias. «Hay cuestiones que podríamos tratar dentro del diálogo social: que las mutuas tengan un papel más importante, por ejemplo para las pruebas en el ámbito de la traumatología, o que la colaboración con la sanidad privada sea más fluida», sugiere Natalia Sánchez ante el embudo que genera la situación de la sanidad pública.

«La razón del alargamiento de las bajas no es achacable al trabajador, sino a las listas de espera de la sanidad pública, que dilatan la realización de las pruebas»

Valentín Bote

Director de Randstad Research

Hablando estrictamente de Málaga, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la prevalencia de la incapacidad temporal por contingencias comunes (baja por enfermedad) ha pasado en la provincia de 21,8 casos por cada mil habitantes de 2010 a superar los 48 en 2025. Este indicador, que es el más adecuado para medir las bajas, porque las pone en el contexto del total de empleados y lo convierte en independiente respecto del aumento de la fuerza laboral, se ha más que duplicado en tres lustros. Pero las cifras más recientes son similares a las de los años 2005 o 2006. Y ello tiene la explicación que aporta Pérez del Prado: en épocas de crecimiento económico, el absentismo sube, mientras que en las crisis baja por miedo al despido y hay más propensión a ir a trabajar enfermo. Bote sugiere la existencia de una correlación entre la mayor estabilidad en el empleo y el ascenso de las bajas.

Pero los sindicatos son críticos con que las bajas por enfermedad se consideren absentismo. Antonio González, secretario general de UGT en Málaga, apunta que la enfermedad común es la causa fundamental de las bajas en la provincia, pero constata un ascenso de las bajas por salud mental. Mientras tanto, María José Prados, secretaria de empleo de CC OO en Málaga, lamenta: «Se mete todo en el mismo saco. Las empresas tienen medidas a su disposición para controlar las ausencias injustificadas, que pueden ser faltas graves o muy graves. Respecto al deterioro de la sanidad pública, las mutuas ya pueden hacer pruebas complementarias. Lo que no queremos es que den las altas, porque sabemos de casos en que se mete mucha presión al trabajador enfermo. La gran mayoría de los trabajadores somos responsables y somos nosotros los que pedimos el alta cuando nos vemos mínimamente capaces de volver a nuestro puesto». En cuanto a la mayor incidencia de las bajas entre los jóvenes, Prados cree que hay un cambio de mentalidad, acentuado tras la pandemia: «Nuestros padres no tenían horarios, se ponían enfermos e iban a trabajar. Hoy la gente joven quiere ejercer sus derechos». Pérez del Prado aporta otra causa; que los jóvenes estén más expuestos al 'tecnoestrés' que conlleva estar conectado 24 horas «Tiene riesgos psicosociales que deberían evitarse con un verdadero derecho a la desconexión. Hace cuarenta años las dolencias psicosociales no se consideraban y hoy ya son una enfermedad más. Esto también explica el aumento del absentismo».

«Nuestros padres no tenían horarios, se ponían enfermos e iban a trabajar. Hoy la gente joven quiere ejercer sus derechos»

María José Prados

Secretaria de Empleo de Comisiones Obreras en Málaga

Permisos remunerados

El experto de Randstad señala otra razón de la pérdida de horas de trabajo: el aumento de los permisos remunerados; por ejemplo, el que reconoce el derecho a cinco días por hospitalización de un familiar hasta segundo grado de consanguinidad. Bote se queja de que no estén acotadas las personas que se pueden coger esos días por cada enfermo. Y lamenta que la creación de nuevos permisos, como los diez días por fallecimiento que ha sugerido la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pueden contribuir a elevar más las horas de trabajo perdidas. Pero es que dentro de los derechos que se cuentan como absentismo están el de maternidad y paternidad, que han elevado su duración, lo que también tira al alza de los indicadores de absentismo por entenderse de manera tan amplia.

Bote agrega que las ausencias por conflictividad laboral, por huelgas, pesan muy poco, pero que hay que tener en cuenta las 'intradía', las que se producen cuando un trabajador necesita salir un poco antes porque tiene una consulta médica o si le llaman del colegio porque le ha pasado algo a un hijo.

Sectores y geografías

Respecto a las diferencias del absentismo por geografías, Bote considera que obedecen, no ya a la idiosincrasia del carácter regional, sino a su estructura productiva, porque sí hay sectores más tendentes a las faltas y otros que lo son menos. Por ejemplo, dice que históricamente el del automóvil ha sido un sector con alto absentismo, mientras que la hostelería ha cambiado su comportamiento: hace diez años estaba por debajo de la media y ahora está por encima. Y así explica Bote la causa: «Hay un problema y es la escasez de trabajadores en el sector, lo que se ha agudizado desde la pandemia. El empleado piensa que tiene opciones de encontrar otro empleo y por eso no teme faltar».

«En la hostelería el absentismo tiene un impacto especial porque la mayoría de las empresas son microempresas o pequeñas empresas, con plantillas muy reducidas, lo que dificulta cubrir temporalmente las ausencias y mantener el ritmo de trabajo»

Javier Frutos

Presidente de Mahos

Javier Frutos, presidente de Mahos, explica que si bien la hostelería no se encuentra entre los sectores con mayor grado de absentismo, dada la estructura de las empresas del sector, fundamentalmente pymes de menos de diez trabajadores, estas bajas, comenta, «producen serios problemas organizativos». E ilustra: «Por ejemplo, en un pequeño establecimiento de tres o cuatro trabajadores la baja de un trabajador supone un 25% de reducción de plantilla, de difícil sustitución». Así que, incide en que si bien no es un problema exclusivo de la hostelería, sino una cuestión que afecta a muchos sectores, apunta que en el suyo «tiene un impacto especial porque la mayoría de las empresas son microempresas o pequeñas empresas, con plantillas muy reducidas, lo que dificulta cubrir temporalmente las ausencias y mantener el ritmo de trabajo». Y dentro de todas las causas del absentismo, pone el acento en las bajas: «Somos conscientes de que existen situaciones puntuales en las que pueden producirse irregularidades, pero creemos que no debemos centrar el debate en eso. Nuestra prioridad es abordar las causas estructurales que están detrás del incremento de las bajas laborales». Y ahí apunta Natalia Sánchez: «Tenemos que analizar la cuestión con rigor y seriedad, fuera de ideologías, de culpar a unos o a otros, con pragmatismo, y dentro del diálogo social: la empresa es la primera interesada en la salud de sus trabajadores, así que hay que trabajar en políticas de salud laboral, al mismo nivel que lo hacemos en las políticas activas de empleo. Tenemos que buscar soluciones. Y en interés de todos, porque éste ya es el segundo gasto más importante de la Seguridad Social sólo por detrás de las pensiones».

«Los sectores más proclives al absentismo son aquellos con jornadas más prologandas y los que tienen horarios que no son los que se consideran los estándar y, por tanto, implican dificultades para la conciliación»

Antonio González

Secretario general de UGT en Málaga

Antonio González, de UGT, proporciona otras claves para atajar el absentismo. Por un lado, señala que la insatisfacción laboral o la falta de motivación se han convertido en una causa. Y que sectores proclives son aquellos con jornadas más prolongadas y los que tienen horarios que no son los que se consideran los estándar y, por tanto, implican dificultades de conciliación. «Aunque haya jornadas de descanso, al final todo eso pasa factura», asegura.

En este contexto, Bote afirma: «El descontento no justifica el absentismo. Aunque la empresa puede promover variables etéreas como el compromiso, tener a la gente comprometida. Porque contar con trabajadores satisfechos rebaja el absentismo». En este sentido, María José Prados, de CC OO, comenta que las empresas tienen que ejercer su responsabilidad y analizar por qué hay más bajas y si aplican bien las medidas de prevención, también las que buscan atajar los riesgos psicosociales: «Hay que detectar los problemas de la plantilla que hacen que caiga enferma».

«A veces la flexibilización es lo mejor. En el sector público están los días moscosos que dan opción de no incurrir en el fraude con las faltas», concluye Daniel Pérez del Prado. La representante de la patronal malagueña también pone sobre la mesa la opción de la flexibilidad, el teletrabajo, para resolver las contingencias del día a día de los trabajadores: «Tenemos que buscar soluciones con diálogo constructivo», defiende. Aunque Bote revela otra medida que se está negociando en algún convenio colectivo y es eliminar el complemento por incapacidad temporal para que las personas de baja puedan cobrar el 100% de su salario mientras están enfermas: así se elimina un incentivo, defiende.

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