Arrestan a un fugitivo británico acusado de abusar de su hija hace 40 años

El fugitivo inglés, que responde a las iniciales A. J. H., ha sido arrestado en virtud de una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) dictada por un juzgado de Liverpool, que lo reclama por siete presuntos delitos: seis de ellos de asalto indecente a una mujer menor de 13 años, castigado cada uno con penas no superiores a cinco años, y uno más de sodomía, para el que la legislación inglesa contempla la cadena perpetua.

El primero de los arrestos data de febrero de 1996, cuando la policía británica detuvo al sospechoso en Liverpool por la denuncia de su hija, que ya era mayor de edad. La mujer describió a los agentes toda clase de abusos y agresiones sexuales que supuestamente había sufrido desde los 4 a los 10 años, entre 1972 y 1978. Además, aportó un dato que ha resultado ser un aspecto clave en la investigación: cuando sucedieron los hechos, y más concretamente durante los años 1977 y 1978, su padre fue detective privado en Inglaterra.

Según confirmaron fuentes cercanas al caso, el progenitor negó tajantemente la acusación y, para respaldar su versión, proporcionó una coartada con la que trató de debilitar las afirmaciones de su hija: efectivamente, fue detective privado, pero entre los años 1973 y 1974.

El juzgado lo dejó en libertad condicional y lo citó para una nueva comparecencia dos meses después, en abril de 1996. El sospechoso se presentó, pero el caso se aplazó nuevamente para su revisión. Sin embargo, en junio de ese año, A. J. H. no respondió a la fianza que se le había impuesto y se emitió una orden de detención contra él.

Las autoridades británicas no volvió a tener noticias de él durante 11 años. A principios de noviembre de 2007, al examinar su pasaporte cuando desembarcaba en el aeropuerto londinense de Gatwick, la policía comprobó que estaba en busca y captura. Al parecer, A. J. H. manifestó al comparecer nuevamente en el juzgado que le habían dicho que la causa ya había sido archivada.

Curiosamente, la justicia inglesa volvió a confiar en él y lo dejó en libertad condicional con la medida cautelar de la retirada del pasaporte. El caso tuvo otros dos aplazamientos, en primer lugar hasta finales de noviembre y, después, hasta enero de 2008. En ese tiempo concretamente, en diciembre de 2007 A. J. H. solicitó otro pasaporte alegando que había extraviado el suyo, según explicaron las fuentes consultadas. Y consiguió un nuevo documento con el que salir del país y huir, de nuevo, de la justicia.

La investigación obtuvo pruebas que desvirtuarían uno de los pilares de su coartada: el fugitivo había trabajado para una agencia de detectives entre los años 1977 y 1978. Como decía su hija. El caso, encallado entre huidas y tribunales durante dos décadas, fue «reconsiderado» en 2016. El juzgado que se hizo cargo del asunto refundió las denuncias de la víctima en siete delitos. El mes pasado, dictó contra él una orden internacional de detención.

Al parecer, dado que los hechos habrían sucedido entre 1972 y 1978, se aplicaría la ley de delitos sexuales aprobada en 1956. En cualquier caso, las fuentes consultadas por este periódico precisaron que los cargos de sodomía y asalto indecente a menor no prescriben en Inglaterra.

Europol difundió la búsqueda con una relación de los últimos domicilios conocidos en España, pero los agentes no hallaron en ellos ni rastro del británico. Tras muchas gestiones, el Grupo III de Estupefacientes de la Udyco-Costa del Sol, encargado de las misiones de cooperación internacional, logró situar al sospechoso en la localidad de Alhaurín el Grande, donde se le detuvo el martes de la semana pasada. Tras instruir diligencias, fue puesto inmediatamente a disposición de la Audiencia Nacional.