Educación no aumenta las plazas de comedor pese al incremento de alumnos y de listas de espera

Aunque el departamento que dirige Patricia Alba asegura que se han autorizado este curso en la provincia exactamente las mismas plazas que el anterior, un total de 50.545 y que, por lo tanto, «no se puede hablar de recortes sin faltar a la verdad», el presidente de la asociación de directores de colegio Asadipre, Juan Bueno, denuncia que ha habido un descenso generalizado de los puestos. Así lo ha podido comprobar este periódico tras hablar con responsables de varios colegios que, en algunos casos, critican que para más inri se ha creado alguna unidad más, por lo que hay más alumnos. Desde Educación argumentan que se ha producido una redistribución de las plazas «atendiendo a la demanda real del servicio que había el pasado mes de febrero», mientras que algunos de los directores consultados atribuyen la reducción a la puesta en funcionamiento de nuevos centros educativos el CEIP Valeriano López de Estepona, Los Jarales de Rincón de la Victoria y el nuevo IESde Cártama.

En cuanto al número de alumnos, desde septiembre estudian en las aulas malagueñas 157.388 niños, 996 más que en el curso anterior (+0.8%). Esto, unido a la mayor demanda del servicio de comedor escolar y al descenso de plazas ofertadas en numerosos centros, explica el aumento de las listas de espera, que en algunos casos roza los cien solicitantes. Cifras que consiguen reducirse, al menos levemente, porque a principios de curso familias que habían pedido plaza renuncian a ella porque realmente no les hace falta o porque no les han concedido la subvención que esperaban. En un colegio de la capital, para favorecer que los niños en lista de espera puedan entrar cuanto antes, han procedido a enviar cartas a los padres para pedirles que si no van a hacer uso del comedor procedan a comunicarlo.

Esta es sólo una de las múltiples tareas administrativas que tienen que desarrollar los responsables de los colegios debido a la saturación del servicio de comedor. «Hay colas de padres preguntando todos los días y es un follón;tendríamos que centrarnos en funciones pedagógicas y no en organizar esto», se lamenta el director de un colegio de la capital en el que por primera vez han perdido diez plazas, mientras las solicitudes se han incrementado en casi un 20% dejando a 90 niños en lista de espera.

Este responsable afirma que, aunque esta situación no afecta a la conciliación puesto que han entrado todos los niños con ambos progenitores trabajando, sí se dificulta que un escolar pueda acceder a este servicio a mitad de curso si le hace falta porque sus padres encuentren trabajo.