Una agente de primera
Una malagueña, única mujer que se incorpora este año al cuerpo en toda Andalucía
M. Ángeles González
Lunes, 21 de julio 2014, 00:55
Cuando todavía era un bebé y empezaba a pronunciar sus primeras palabras, decía orgullosa que su madre era policía. La hija de Margarita Holgado se ... adelantaba a algo que ocurriría unos años después, como si supiese que tantas horas de estudio iban a tener su recompensa. Tras varias oposiciones fallidas, esta malagueña consiguió a finales de 2013 una plaza como Policía Local de Mijas, logrando así el mayor de sus sueños y convirtiéndose en la única mujer que se ha incorporado al cuerpo en toda Andalucía este año. Ylo ha hecho a lo grande, como la número uno de su promoción, obteniendo la mejor calificación en la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía (ESPA), en la que pasó varios meses con treinta agentes varones de toda la región.
Recuerda que quería ser policía desde que estaba en Bachillerato, pero decidió formarse académicamente antes de intentarlo. Así que empezó a prepararse cuando terminó Psicología y los tres primeros cursos de Inglés en la Escuela Oficial de Idiomas (EOI). Entonces llegaron los libros, los apuntes, las academias y los duros entrenamientos. «El opositor congela su vida para estar al máximo nivel», dice esta malagueña de 33 años, madre de una hija de cinco. Recorrió varios municipios andaluces en busca de una oportunidad, y después de cada oposición sin conseguir plaza llegaba la frustración. Pero nunca se vino abajo ni pensó en tirar la toalla, empujada fundamentalmente por su pequeña, a la que no pudo dedicarle todo el tiempo que le hubiera gustado. Prueba tras prueba fue sintiéndose más segura cada vez, y más preparada. Hasta que el año pasado, después de más de ocho convocatorias y tras un largo proceso selectivo que empezó en abril, por fin sonó la flauta en el mes de agosto y consiguió una de las cinco plazas convocadas en Mijas, en su misma provincia vive en la capital «y uno de los mejores municipios de Málaga, con una plantilla de policías locales jóvenes y muy preparados».
Disciplinada y exigente
En la ESPA, ubicada en Aznalcázar (Sevilla), recibió formación especializada durante cuatro meses junto a otros 30 compañeros, todos varones, procedentes de diferentes provincias andaluzas. Tras realizar varios exámenes de armamento, defensa personal, etcétera, se convirtió en la número uno de su promoción. Esto, cuenta Margarita, no levantó envidias de los otros agentes, entre los que había «profesionales brillantes y muy preparados de los que he aprendido mucho». A pesar de ser la única mujer, asegura que no ha echado de menos una figura femenina durante el tiempo que pasó en la academia y que no ha observado conductas machistas. «El ambiente estaba totalmente normalizado, conocí a compañeros con mis mismas inquietudes y nos ayudamos mutuamente; muchos de ellos se han convertido en grandes amigos», recuerda. Tras su paso por la ESPA y la realización de prácticas, hace unas semanas empezó a ejercer como agente en la localidad de Mijas, un tiempo en el que no ha vivido «situaciones tensas» pero en el que le ha dado tiempo de certificar que su profesión es como ella pensaba. «Me siento súper feliz porque es donde yo quería estar», apunta.
El hecho de ser la única mujer que se ha incorporado al cuerpo en toda Andalucía le produce «satisfacción por haber hecho bien el trabajo y por obtener una recompensa por ser tan disciplinada y exigente conmigo misma». En este camino ha jugado un papel fundamental su hija, de la que estuvo separada de lunes a viernes durante sus cuatro meses en la academia: «Me ha dado fuerzas para luchar y alcanzar mi sueño».
A pesar del sacrificio y de los años que ha tardado en conseguirlo, afirma que estudiar oposiciones «ha sido la decisión más acertada de mi vida y una de las más importantes». Como también lo fue estudiar Psicología, una titulación que dice que le es de mucha utilidad en el trato directo con la ciudadanía. Esta cercanía con la gente, trabajar a pie de calle, es lo que más le atrae de su trabajo como policía local, así como el hecho de que suponga un reto continuo. «Es una profesión muy bonita, que te proporciona un aprendizaje constante por todas las situaciones diferentes que te encuentras». Ahora su objetivo es «seguir mejorando como profesional porque me queda mucho por aprender». «Tal vez estudie Criminología», dice.
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