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Más de 2.000 hombres en Málaga -10.000 en toda Andalucía- serán diagnosticados de algún tipo de cáncer genitourinario (próstata, vejiga, riñón y testículos) ... a lo largo de 2025, según los expertos, lo que supone una cifra ligeramente superior al año anterior. La buena noticia, eso sí, es que ocho de cada diez de estos pacientes conseguirá superarlo gracias a los últimos avances en los tratamientos oncológicos y a las mejoras en las técnicas de detección precoz que se están produciendo en los últimos tiempos en este campo, que están logrando «mejorar el diagnóstico, la supervivencia y la calidad de vida» de los pacientes con este tipo de tumores.
No en vano, en los últimos años se han incorporado varios nuevos medicamentos y terapias que ya han demostrado buenos resultados y éxito contra algunos de estos tumores en diferentes fases de la enfermedad, principalmente en cáncer de próstata, vejiga y riñón. Este es el principal balance del segundo Curso de Tumores Genitourinarios, un encuentro de oncólogos médicos de toda Andalucía que se han reunido en estos días en Granada organizado por la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM) -con la colaboración de la doctora Raquel Luque del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada- y al que acudieron expertos de hospitales de todas las provincias de la comunidad.
«Se trata de tumores que continúan creciendo en incidencia cada año, en la línea del cáncer en general, y que afectan exclusivamente -próstata y testículos- o de forma mayoritaria -vejiga y renal- a la población masculina, principalmente en personas con edad avanzada. Por ello es importante la sensibilización y concienciación ciudadana entre los hombres para que, ante cualquier síntoma o signo de alarma relacionado con algunas de estas zonas del cuerpo, acudan a su médico de Atención Primaria y se les pueda realizar un diagnóstico con el especialista, y en su caso, iniciar el tratamiento lo antes posible para aumentar las posibilidades de curación, y supervivencia, así como de la calidad de vida de los pacientes», explicó el doctor Álvaro Montesa, coordinador del Grupo de Tumores Genitourinarios de la SAOM y oncólogo del Hospital Regional Universitario de Málaga.
Tal y como señalan los expertos, algunas de las últimas terapias destacadas que se están aplicando los tumores genitourinarios son el tratamiento con inhibidores PARP para pacientes con cáncer de próstata con mutaciones del gen BRCA, que está demostrando importantes beneficios como ya lo venía haciendo en cáncer de mama y ovario, o los tratamientos con inmunoterapia para pacientes con cáncer de vejiga y riñón en estadios precoces o aplicados de manera preventiva para evitar recaídas en pacientes ya tratados. Además, el doctor Montesa destaca la introducción de fármacos inmunoconjugados en el cáncer de vejiga, como enfortumab vedotin.
Cáncer próstata
En los últimos años se ha hecho más evidente aún que entre los tumores genitourinarios destaca el cáncer de próstata, que es el más frecuente en los hombres en España, por delante del colorrectal, de pulmón y de vejiga, y el tercero con mayor tasa de mortalidad por cáncer en la población masculina, y eso a pesar de que su supervivencia ha aumentado notablemente en los últimos años y alcanza ya el 90%, al igual que en el caso del cáncer de testículos, habiéndose duplicado en ambos casos en las últimas cuatro décadas. En España se diagnosticaron más de 30.000 nuevos casos de cáncer de próstata en 2024, más de 5.000 de ellos en Andalucía, cifra que se espera mantener en este año 2025. En el caso de Málaga fueron concretamente 1.122 casos.
En cuanto al cáncer de vejiga, otro de los tumores genitourinarios más frecuentes en hombres, se espera que más de 3.000 nuevos casos sean diagnosticados en hombres en Andalucía en 2025. Los tumores de riñón y testículos tienen una menor incidencia que los de próstata y vejiga, si bien se esperan unos 1.200 casos de ambos en este año en nuestra comunidad.
Terapias
Dejando a un lado los datos, desde la SEOM destacan que la evolución que ha habido en el tratamiento de los tumores genitourinarios en últimos años ha sido importante, especialmente por el hecho de que Andalucía cuenta con hospitales que son una «referencia», tanto en la aplicación de las terapias más avanzadas como en el desarrollo de ensayos clínicos cuyos resultados están abriendo nuevas posibilidades de cara al futuro. «El abordaje multidisciplinar con otros especialistas como los urólogos, los oncólogos radioterápicos, los radiólogos, los médicos nucleares, los patólogos o los médicos de Atención Primaria y paliativos, entre otros, está contribuyendo notablemente a ese avance en el diagnóstico y tratamiento de este tipo de tumores», sostiene la doctora Raquel Luque, del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada y secretaria de la SAOM.
Para los oncólogos de la SAOM también es especialmente clave incidir en la importancia de la prevención y actuar contra los factores de riesgo de este tipo de tumores más relacionados con los hombres, y de cualquier tipo de cáncer en general, como no fumar, no beber alcohol, desarrollar unos hábitos de vida saludable o hacer ejercicio físico y evitar el sedentarismo. En el caso del cáncer de próstata, además de la edad, como principal factor de riesgo se encuentra la historia familiar por cuestiones de tipo hereditario, por lo que se aconseja que aquellos hombres que presenten algún síntoma de la enfermedad, especialmente si tienen o han tenido familiares directos con este tipo de cáncer, consulten a su médico de familia para realizarse una revisión.
La detección precoz también es importante en el cáncer de testículos, por lo que se recomienda que ante cualquier bulto o signo extraño en esta zona acudan a médico de Atención Primaria.
En el caso de la prevención del cáncer de vejiga y riñón, los oncólogos andaluces subrayan la conveniencia de no fumar y llevar una vida saludable, con una dieta y alimentación equilibrada, además de realizar ejercicio físico periódico, para evitar la obesidad y en exceso de índice de masa corporal, que constituye un relevante factor de riesgo, especialmente en el caso del cáncer de riñón.
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