El Zoosanitario de Málaga niega la entrada a una ONG que intentó salvar a un cachorro moribundo
Medio Ambiente suspende la colaboración con Perros de Málaga porque una voluntaria no informó de la salida del animal, que falleció poco después de ser ingresado
No corren buenos tiempos en las relaciones entre los colectivos animalistas y el Ayuntamiento de Málaga. Un vínculo que en los últimos tiempos había sido ... de colaboración, y que ha permitido mejorar la protección de los perros y gatos abandonados, se ha vuelto tirante en los últimos días, a raíz de un incidente ocurrido en el Centro de Protección Animal Municipal.
El problema surgió el pasado 19 de agosto, cuando una voluntaria de la ONG Perros de Málaga fue testigo de la presencia de un cachorro en muy mal estado y lo sacó de las instalaciones, al parecer, sin haber cumplimentado previamente el trámite correspondiente. Como consecuencia, el Área de Medio Ambiente decidió suspender temporalmente la colaboración, por lo que los voluntarios actualmente no están autorizados a pasear a los perros, socializar a los gatos ni difundirlos para encontrarles salida. Cabe recordar que la entidad se dedica principalmente a divulgar en las redes a los animales en adopción, pero también lleva a cabo otras tareas.
«Hace dos días, realizando el voluntariado en el centro, una voluntaria escuchó los gritos de un perro. Era Coco, un cachorro moribundo al que otros perros de su chenil estaban atacando. Desde la asociación le indicamos que cogiera al perro y lo llevara al hospital veterinario, pasando antes por la oficina como está establecido en las normas y como tantas otras veces hemos hecho», informa la entidad proteccionista en un comunicado.
Este periódico intentó ayer sin éxito recabar la opinión de algún responsable, aunque varios voluntarios indicaron que esta era la versión oficial, si bien existen discrepancias porque algunos consideran que sí se había informado de la salida del can enfermo.
Eutanasia
«Por el nerviosismo en esa situación, la compañera cogió al perro para llevarlo al hospital, pero sin pasar por la oficina. Ese ha sido el error. Por nuestra parte, entendemos que ante tal situación, la urgencia y la prioridad era que el animal llegase vivo al hospital. Pero no todos lo han visto igual y se nos acusa de sacar a un animal sin permiso», añade la nota.
La entidad hizo varias publicaciones en las redes pidiendo ayuda económica para cubrir los gastos de la hospitalización de Coco, pero al cabo de pocas horas se le tuvo que aplicar la eutanasia, a causa de la gravedad de su estado.
Las protectoras de Málaga se han unido para solicitar una reunión a la concejala de Medio Ambiente y reconducir la situación
«Agradecemos a la compañera que ofreció ayuda inmediata a Coco; sentimos impotencia, jamás culpabilidad por ayudar a un animal. Y asumimos el error de no parar en el mostrador de una oficina», comentan desde la entidad, que ha querido informar de esta suspensión ya que es una de sus actividades principales.
El Ayuntamiento exige una lista de voluntarios y renovar el convenio para retomar la actividad en el centro
El Área de Sostenibilidad Medioambiental confirmó ayer que ha decidido temporalmente suspender la colaboración con los voluntarios de Perros de Málaga ante el incidente del pasado 10 de agosto. «Un cachorro de una camada de nueve perros llegados al Centro de Protección Animal el pasado 8 de julio fue sacado del centro saltándose todos los protocolos establecidos, siendo el voluntario conocedor de la forma de actuar establecida», informan desde el Ayuntamiento, y aseguran que la voluntaria en cuestión «ha sido expulsada de la asociación por sus responsables, al incumplir los estatutos de la misma». De forma regular y constante se ceden perros a la asociación para su adopción por terceros o para alojarlos en casas de acogida, por lo que el protocolo es habitual, rápido y sencillo. «No está justificado ni puede admitirse que se sustraiga un animal que está bajo la custodia de un centro público y bajo responsabilidad de veterinarios municipales». Para que los hechos no vuelvan a ocurrir, se están revisando los protocolos y valorando nuevas medidas de control que se recogerán en el convenio de colaboración entre ambas entidades. «Una vez que se reciba un listado completo de los voluntarios que han recibido la formación adecuada y se renueve el convenio que regula las relaciones entre el CEPAM y PdM se volverá a la normalidad y se continuará trabajando conjuntamente por el bien de los animales abandonados», añaden estas fuentes. Del resto de la camada, dos de los cachorros fueron adoptados el 12 de agosto y los seis restantes están «perfectamente», al cuidado de los veterinarios del Centro de Protección Animal municipal.
Indignación
«Nos cierran puertas. Nos ponen piedras en el camino. Pero eso no impedirá que sigamos con el mismo objetivo: ayudar a los animales necesitados», denuncia el colectivo, que recuerda que no cobra cuota de socios ni de voluntarios, ni recibe subvenciones públicas ni cobra por las adopciones. La única ayuda económica la reciben de los ciudadanos.
Estos hechos han generado una ola de indignación en el movimiento animalista malagueño. Las principales asociaciones, entre las que se encuentran la Sociedad Protectora de Animales, Aman, Ciriana y la implicada (Perros de Málaga) han solicitado una reunión urgente con la concejala de Sostenibilidad Medioambiental, Penélope Gómez. «Esperamos que tenga sensibilidad con esta situación», indica Carmen Manzano, presidenta de la Protectora, que pone de relieve la labor social del colectivo.
«Apoyamos al 100% a Perros de Málaga, y no sólo nosotros, desde todas las entidades de la provincia, de sitios como Casabermeja, Colmenar y Moclinejo también han enviado comunicados de respaldo. Queremos saber lo que ha pasado, pero el voluntariado tiene que volver», sentencia Manzano.
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