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Una tórtola muerta en el Parque de Huelin, donde a diario se encuentran cadáveres de estas aves.
El virus que mata a las aves en el Parque de Huelin

El virus que mata a las aves en el Parque de Huelin

Cosas de la ciudad ·

La transmisión se produce por contacto directo con ejemplares enfermos

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Sábado, 9 de junio 2018, 00:39

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La aparición de tórtolas muertas en el Parque de Huelin y en otras zonas cercanas, y que algunos ciudadanos han atribuido a que hay quien se dedica a dispararles con escopetas y pistolas de balines, se debe a que se ven afectadas por un virus, según el Ayuntamiento, cuyo Área de Sostenibilidad Medioambiental lleva realizando un seguimiento de esta cuestión desde hace varios años. El virus en cuestión se denomina Newcastle, conclusión a la que llegaron los técnicos biólogos tras realizar necropsias a ejemplares encontrados muertos en el recinto.

Un virus que no tiene ninguna repercusión ni incidencia negativa en la salud pública, y que afecta a muchas especies de aves domésticas y silvestres, y que se transmite entre las propias aves, carácter contagioso por el que se habría propagado entre la colonia de tórtolas que anidan en el Parque de Huelin. La transmisión se produce por contacto directo con aves enfermas, a partir de sus secreciones oculares, respiratorias y digestivas, heces y orina. El nombre de este virus obedece a que en 1926 se detectó esta enfermedad en la ciudad inglesa de Newcastle, tras llegar a través de un barco procedente de la isla de Java, donde se localizó por primera vez, según mantienen los expertos, quienes sostienen que se ha detectado en aves de otras ciudades españolas y de todo el mundo y también en palomares.

El virus 'Newcastle' es el causante de la muerte de estas aves.
El virus 'Newcastle' es el causante de la muerte de estas aves.

La aparición de aves muertas en la zona de Huelin también se ha achacado también a la proximidad del puerto y la existencia en sus instalaciones de cargamentos de semillas y de pipas de girasol, a las que son muy aficionadas las tórtolas y las palomas, que morirían reventadas al comerlas de forma abusiva.

Limpieza del rincón tomado como letrina

La calle, limpia.
La calle, limpia.

Ayer recogíamos la queja de vecinos de la calle Postigo de San Juan, un callejón a la espalda de la Iglesia de San Juan, quienes aseguraban está sirviendo de improvisada letrina para todo aquel que siente un apretón a cualquier hora del día y de la noche. Una calle desde la que se accede a dos bloques de viviendas y al edificio de la parroquia de San Juan donde se atiende a las personas que vienen buscando la atención de Cáritas, así como a la sede de las cofradías Fusionadas y diversos servicios diocesanos.

Los vecinos reclamaban más limpieza de esa zona, y que se baldee para eliminar las deposiciones, pues indicaban que por este lugar pasan muchos ciudadanos, y entre ellos muchos turistas que se llevan muy mala imagen. Desde el Ayuntamiento informan que la zona se limpia a diario, y que además se actúa puntualmente ante los requerimientos que reciben por la presencia de excrementos humanos.

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