Secciones
Servicios
Destacamos
Málaga
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Miércoles, 24 de enero 2018, 00:09
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
La densa boria o taró que envolvió ayer varios puntos de la capital provocó una circunstancia casi inédita en Málaga. Enaire, la entidad gestora de las torres de control, decretó durante una hora, entre las 22.00 y las 23.00, el estado de ‘Rate 0’. Ello significa que, ante la falta de visibilidad, no podía despegar ninguna aeronave desde otros aeropuertos si su destino era este. Durante la tarde y noche ya se habían desviado 20 vuelos a Sevilla y Granada, mientras que otros 14 quedaron en situación de demora en sus respectivos puntos de origen, hasta que la niebla se disipara. Esta situación supone una de las más complicadas que se recuerdan en el aeródromo malagueño por causas meteorológicas. Finalmente, a las 22.50, tras la mejora de la visibilidad, Enaire permitió volver a operar con normalidad relativa.
El ‘Rate 0’ se debió además al hecho de que las pistas de Granada y Sevilla, que son las alternativas en caso necesario, cierran durante la noche. Por tanto, no estaría garantizado el desvío en caso necesario, según informaron fuentes de la torre de control. Sin embargo, la niebla no impidió que despegaran los vuelos desde Málaga, aunque muchos lo hicieron con retraso.
El fenómeno ocurrido ayer recibe muchos nombres, tales como boria y niebla de advección, pero para los marengos se llama taró desde hace siglos. El fenómeno cubrió la capital a primera hora de la tarde de ayer, con una densa capa de nubes bajas que se movían e iban cargadas de humedad, hasta mojar el suelo. Es un fenómeno común en esta zona. Se produce, tal y como explica el experto en meteorología José Luis Escudero, autor del blog Tormenta y Rayos (alojado en SUR.es), cuando la temperatura del agua del mar está fresca (unos 16-17 grados) y pasa por encima una brisa cálida de componente sur-sureste. Esta roza la superficie y el agua se condensa en forma de niebla.
El taró es más habitual a principios de verano y no tanto en esta época. Entre sus causas también está el final del episodio de terral cálido que ha habido estos días, que dio lugar a temperaturas máximas de hasta 24 grados e hizo aflorar las aguas marinas más frías hasta la superficie, donde entró en contacto con el aire templado. En cambio, a partir del viernes, y sobre todo el sábado, se prevé una nueva bajada de las temperaturas máximas, tras la entrada de una masa de aire frío de origen ártico. Así, de los más de 20 grados del pasado fin de semana y la primera mitad de esta, se pasará a una diurna de unos 15 grados en la capital. El descenso de la sensación térmica se verá agravada por la entrada de poniente fuerte (terral de invierno).
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.