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Foto: J. Soto | Vídeo: Pedro J. Quero

Trabajos de última hora y visitantes despistados en el 'outlet' de Plaza Mayor que finalmente no se inauguró

Los operarios continúan con las obras de los accesos tras suspenderse la inauguración oficial prevista para hoy

Martes, 22 de octubre 2019, 13:27

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Numerosos curiosos y despistados se han acercado esta mañana hasta el 'outlet' de lujo de Plaza Mayor para estrenar un complejo que finalmente no ha podido abrir sus puertas al carecer de la preceptiva licencia de apertura. Vecinos de la capital y, sobre todo, ciudadanos extranjeros residentes en la Costa, se han topado con un centro cerrado. Al Málaga Designer Outlet sólo han podido entrar un número limitado de invitados que han asistido a un evento privado en unas carpas que se habían montado para la ocasión.

Al mismo tiempo que se celebraba esta visita privada, los trabajadores han continuado avanzando en las obras de los accesos e incluso en el interior del centro comercial, sobre todo en la zona más cercana al karting, para rematar los últimos detalles pendientes. Aunque se les había informado de que no iban a volver a trabajar hasta el miércoles o jueves por la noche, ayer mismo les dijeron que debían acudir tras aplazarse la inauguración.

Los que no han estado hoy presentes han sido los numerosos trabajadores del futuro 'outlet', que aún deben aclarar qué va a pasar con sus contratos y cuándo podrán volver a trabajar. Y por ello algunos se quejaron de las condiciones en las que han tenido que trabajar hasta ahora para finalmente no poder abrir. «Entramos a trabajar en plena obra, con los cables por medio y sin calzado de seguridad», resume uno de ellos.

Entre las persona que han intentado estrenar el 'outlet' esta mañana se encontraban Marian y su familia, que llegaron a las 10 en punto y se toparon con un vigilante que le informaba del cierre. «Veníamos muy ilusionados desde Marbella y nos vamos a tener que dar la vuelta». Como ellos Irene y su grupo de amigos, que querían desayunar en el Starbucks sin saber que permanecía con las puertas cerradas. «¿Pero tampoco ha abierto la cafetería?», le preguntaba al vigilante.

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