Borrar
La zona afectada por el desprendimiento tiene una anchura considerable y ha calado hasta el pasillo superior de la muralla. Francis Silva

De la Torre prevé una revisión integral del castillo de Gibralfaro tras el derrumbe

El alcalde cree que la caída de una parte de la muralla supone «una oportunidad» para «aprender» y adoptar medidas de prevención

Jesús Hinojosa

Málaga

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Jueves, 29 de noviembre 2018, 00:47

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Aunque el derrumbe se produjo el pasado sábado, minutos después de las diez de la mañana, no fue hasta ayer cuando, tras avanzar este periódico el suceso, técnicos del Ayuntamiento visitaron el castillo de Gibralfaro para comprobar el enorme socavón provocado en un paño de la muralla norte por un desprendimiento que ha puesto en alerta a los responsables municipales. Funcionarios de la Gerencia de Urbanismo y del área de Cultura comprobaron 'in situ' las consecuencias del desmoronamiento, que ha generado un vacío de varios metros de altura que incluso ha calado hasta el pasillo superior de la muralla por el que transitan los visitantes del monumento, que permanece acotado en esta zona.

Nadie se esperaba que pudiera llegar a derrumbarse el muro de este modo, si bien un informe de agosto del año pasado realizado por la empresa Yamur Arquitectura y Arqueología, para fundamentar un proyecto de pequeñas reparaciones –que está en fase de contratación por 150.000 euros tanto para la Alcazaba como para Gibralfaro–, ya advertía de que eran necesarias labores de conservación urgentes para «evitar el desarrollo de lesiones que pudieran ocasionar en fechas próximas mayores daños en los monumentos».

Un arquitecto experto en el monumento aboga por un plan global que priorice las reparaciones

Pese a la clara advertencia plasmada en ese estudio técnico, que parecía pronosticar lo que ha sucedido, no ha sido hasta ahora cuando el equipo de gobierno municipal ha tomado conciencia del notable deterioro que presenta esta antigua fortaleza que domina la ciudad y que constituye el tercer monumento más visitado de Málaga, tras la Alcazaba y el Museo Picasso, con 515.322 visitantes el año pasado, lo que hace una media de 1.400 personas cada día.

El alcalde, Francisco de la Torre, admitió ayer que resulta «evidente» la necesidad de acometer un proyecto integral de revisión y reparaciones en el castillo para evitar que vuelvan a repetirse situaciones como esta. «Es una construcción que tiene casi mil años de vida y conservarla bien tiene sus dificultades por la propia evolución del tiempo; pero esto nos da una oportunidad de aprender más de esta experiencia y para que podamos tener mecanismos de alerta y de previsión en lo posible», señaló el regidor, quien apostó por adoptar medidas de impermeabilización porque considera que la lluvia tiene gran parte de culpa del deterioro del castillo. «Se hizo con técnicas precarias que lo hacen frágil a esta situación, trataremos de que esté perfectamente estudiado para tenerlo más defendido ante la inclemencia del tiempo, y que esté mantenido», añadió, a la vez que avanzó que se consultará «con los máximos expertos» en la materia para llevar a cabo la revisión de la fortaleza, en coordinación con la Consejería de Cultura, que debe supervisar y autorizar todo lo que se haga en este bien de interés cultural.

La Consejería de Cultura está dispuesta a agilizar los permisos para el arreglo del socavón generado

Uno de esos expertos es Salvador García, arquitecto de Yamur Arquitectura y Arqueología, quien aboga por la elaboración de un plan director que, a semejanza del que ha redactado el Obispado para la Catedral, realice un minucioso diagnóstico de la fortaleza para fijar y priorizar las diferentes intervenciones de reparación que necesita. «Habría que hacer un análisis exhaustivo de todas las estructuras y no andar con actuaciones puntuales cuando ya no hay forma de evitar el deterioro», expuso este arquitecto, cuya empresa ya asesoró una obra que se acometió hace casi una década, con los fondos del llamado Plan Zapatero, para estabilizar un lienzo de muralla en el que existía una grieta de una anchura en la que cabía una mano.

Este experto destacó que, a pesar de las múltiples reformas que ha experimentado con el paso de los siglos, el castillo conserva «casi al cien por cien» la estructura de sus murallas, por lo que remarcó que se hace necesario un mantenimiento constante de «materiales de novecientos años que van envejeciendo». «Cuando se ha intervenido ha sido para parchear. El castillo es tan grande que habría que tener una cuadrilla de operarios todas las semanas», agregó.

La preocupación que el derrumbe ha provocado en los técnicos municipales es compartida por los de la delegación de la Consejería de Cultura, que deberá autorizar las reparaciones. Su responsable en Málaga, Monsalud Bautista, aseguró a este periódico que la Junta está «a disposición del Ayuntamiento para cualquier cosa que necesite». Además, afirmó que, en el momento en que reciban la propuesta técnica de reparación a realizar, «actuaremos con la mayor celeridad posible» para otorgar los correspondientes permisos a la Gerencia de Urbanismo.

Ha colaborado: Regina Sotorrío.

Urbanismo apuntalará la zona para evitar desprendimientos

Los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo, junto con los del área de Cultura, trabajan a marchas forzadas para definir y acometer cuanto antes una intervención de apuntalamiento que evite que se sigan desprendiendo partes del muro afectado por el derrumbe, que ha quedado totalmente indefenso ante las inclemencias meteorológicas. Según ha podido conocer este periódico, su intención es que en los próximos días pueda llevarse a cabo esta medida, para que «no haya riesgo alguno», como ayer apuntó el alcalde, Francisco de la Torre, quien aclaró que se hará «en los términos más respetuosos posibles para no alterar la zona». Insistió en que el objetivo de esta primera acción es que «no haya más avance en la caída de materiales», que se reutilizarán probablemente en la reconstrucción del muro, una vez que sea autorizada por Cultura.

Los técnicos del servicio de Conservación de la Gerencia de Urbanismo realizaron ayer un informe en el que se señala que el lienzo afectado es «una muralla mixta de mampostería de piedra y de ladrillo cerámico y mortero». En la visita han observado que «debido a la meteorización y la agresión de los agentes meteorológicos externos, el mortero entre las piezas ha perdido estructura y su capacidad de unión, habiéndose desprendido un tramo del lienzo de la muralla desde la base del pretil de coronación hasta el suelo, creando un gran hueco y dejando el pretil sin apoyo». Por ello, proponen de forma urgen el «apeo, sujeción y estabilización del lienzo de la muralla, garantizando la continuidad y estabilidad de sus elementos». Asimismo, piden que se mantenga la zona acotada para que no pase público.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios