El Tercer Hospital para Málaga ya tiene constructoras: estas son las elegidas

El nuevo informe evacuado hoy por la comisión técnica analiza los criterios evaluables de forma automática (las mejoras técnicas y en sostenibilidad, el seguimiento y control de la ejecución de la obra utilizando la metodología BIM, la propuesta de ampliación del plazo de garantía de obras, la oferta económica y la propuesta de reducción de tarifas. El pasado 7 de octubre analizaba los criterios evaluables de forma no automática (la metodología propuesta para el desarrollo de los trabajos en fase de obra, la programación de las obras, la tecnología relacionada con el I+D+i y la reducción de impactos sobre terceros). La conclusión es que la UTE de OHLA, Sando y Vialterra Infraestructuras está al borde de la adjudicación, si esta no es ya la adjudicación oficiosa, tras la propuesta formal por parte de la Mesa de Contratación, al sumar 95,42 puntos, la puntuación más alta, seguida de la UTE de Dragados, Sacyr Construcción y Verosa Proyectos y Servicios (78,93) y Ferrovial, FCC, Heliopol y Guamar (78,58).

Esta UTE puso sobre la mesa un coste de los trabajos de 449,05 millones de euros sin incluir el IVA, frente a los más de 607 presupuestados por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, siendo la más baja de las tres. La oferta de la UTE de Dragados, Sacyr y Verosa ascendía a 476,57 millones de euros y la de Ferrovial, FCC Construcción, Heliopol y Guamar alcanzó los 470,24 millones de euros.

De cualquier forma, el siguiente paso es la entrega de documentación por parte de esta UTE y, después y si no hay contratiempos administrativos, la adjudicación de las obras del tercer hospital, que comenzarán a principios de 2026.

El tercer hospital es una vieja aspiración de la ciudad. Ya en tiempos de la consejera de Salud socialista María Jesús Montero, es decir, a mediados de la primera década de este siglo, se hablaba de realizar un macrohospital que nunca llegó a puerto. De hecho, hubo debate entre la Junta y el Ayuntamiento sobre cuál era el mejor emplazamiento. Al llegar el PP al Gobierno andaluz, retomó la idea, pero las previsiones sobre el proyecto han ido chocando con la realidad de los hitos administrativos. Llegó a darse la fecha de 2027 para tener concluida la infraestructura. Al mismo tiempo, se desarrollan, por cierto, los trabajos de la extensión de la línea 2 del metro hacia el Civil (y el tercer hospital).

Está fuera de toda duda que Málaga necesitaba una infraestructura hospitalaria de esta naturaleza, dado que como reconoció en junio el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, durante su discurso en el debate sobre la situación de la comunidad, «Málaga es la provincia es la provincia con menos camas y profesionales sanitarios por habitante de toda Andalucía».

Málaga posee 12,30 médicos por cada millar de habitantes (la última de todas las provincias andaluzas), siendo la primera Sevilla, con 13,54; y dispone de 1,65 camas instaladas con UCI por cada millar de habitantes, la menor cifra de la comunidad autónoma (la media andaluza es de 1,85).

Más de 400 profesionales y vecinos de la ciudad se implicaron en diversos grupos de trabajo para dar ideas y reflexionar acerca del tercer hospital y presentar una propuesta de plan funcional al Servicio Andaluz de Salud (SAS), aunque los expertos insisten que, si el viejo edificio de Carlos Haya no se usa, no se puede hablar de incremento de camas.

La construcción del complejo requiere de tres fases, además de las obras previas que suponen la demolición y traslado del Centro de Transfusión, Tejidos y Células (para lo que la Junta ya ha adjudicado la redacción del proyecto de un nuevo edificio), el traslado de un aljibe, la realización de una línea de media tensión, y la construcción de accesos y conexiones.

La primera fase de la construcción, llamada cero, durará dos meses, y consistirá en la ejecución de un parking al aire libre de 650 plazas en la parcela del Civil, justo donde se levantará el Tercer Hospital. Después, se ejecutará un edificio de aparcamientos a espaldas de los bloques de la calle Blas de Lezo: siete plantas de altura y tres bajo rasante, que supondrá la creación de 839 plazas. En este parking, se destinarán 110 plazas para abonados (sanitarios y residentes). Esta fase durará 15 meses. En una tercera fase (60 meses), se construirá el edificio del hospital en sí, de cuatro niveles bajo rasante y once de altura, con un parking ubicado en las plantas menos dos y menos tres. En total, se habilitarán 928 plazas de aparcamiento, de las que se reservarán 132 para médicos, enfermeros, auxiliares, celadores y personal administrativo de los tres hospitales de la zona, así como para los vecinos.

El hospital contará con 815 habitaciones individuales (que pueden desdoblarse y superar las 1.600 si fuera necesario), 48 quirófanos, 80 camas UCI, más de 150 consultas médicas, 40 consultas de enfermería y un espacio para la docencia y la investigación. El proyecto ha superado ya, en total, más de una treintena de hitos administrativos. La Junta confía en que las obras puedan comenzar el año que viene, pero todo va a depender de la agilidad con que se sigan dando pasos para cerrar un contrato de una gran complejidad, por lo que el proceso de adjudicación que se avecina en los próximos meses podría dilatarse en el tiempo.

El diseño ha corrido a cargo de los estudios Lamela y Aidhos, con la colaboración de Sener y ARCS en los aspectos técnicos.

Entre las curiosidades, destacan que el complejo es abastecido por dos subestaciones eléctricas y, si estas fallan en caso de que se repita un gran apagón, se pueden alimentar con los grupos electrógenos, llegando a las 27 horas de abastecimiento.

Asimismo, el edificio usa la aerotermia (un sistema de climatización que extrae energía térmica del aire exterior y la lleva dentro para proporcionar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria) para producir 12 MW de calor y 8 de frío, con el fin de aprovechar las condiciones climáticas de Málaga, de forma que se recupera la energía de la refrigeración para conseguir el calor del hospital de mayo a octubre sin gasto energético.

Muchos de los componentes del nuevo edificio han sido fabricados ya en una planta industrial (lo que se conoce como industrialización) y se montarán al ser trasladados al edificio. Existen, además, cuatro cubiertas con placas fotovoltaicas que permitirán producir energía para cubrir el 12% de las necesidades climáticas.

La parcela, de 53.000 metros cuadrados, ha planteado un gran reto por sus desniveles y el edificio hospitalario posee cuatro torres que emergen de un basamento de cinco niveles que da toda la vuelta al inmueble. Las torres se destinan a hospitalización y cuidados clínicos. Se han generado dos bandas de circulación, una pública y otra interna que dividen el edificio en tres franjas horizontales. Esto se potencia con un gran vestíbulo en tres niveles.

Además, se genera un gran bulevar entre el Civil y el nuevo edificio, para que el hospital sea permeable y no un obstáculo para la ciudad, de forma que los transeúntes podrán pasar por la gran plazas, generando nuevos eje, así como pasarelas que salen del tercer hospital hacia el Civil y el Materno. El nuevo enclave urbano contará con grandes aceras y zonas ajardinadas (20.000 metros cuadrados).