La segunda ampliación del Parque Tecnológico vuelve de nuevo a la casilla de salida
El proyecto tiene que someterse a otra evaluación ambiental de la Junta tras perder vigencia la que obtuvo hace cinco años
La segunda ampliación del Parque Tecnológico de Andalucía sigue anclada en trámites urbanísticos y ambientales que se iniciaron hace seis años y todavía no han ... concluido. El Ayuntamiento de la capital dio su aprobación inicial a esta operación en noviembre de 2021. Sin embargo, el año pasado tuvo que volver a salir a exposición pública después de todos los cambios que experimentó, a raíz de varios informes de la Gerencia Municipal de Urbanismo y de Endesa, entre otros.
Aquello supuso un empezar desde el principio que ahora trae una nueva consecuencia. Y es que el informe ambiental que la Junta de Andalucía emitió respecto a este proyecto el 30 de octubre de 2020 ha caducado, ya que este tipo de documentos pierden vigencia si pasan cuatro años sin que se apruebe el expediente urbanístico que analizan. Así, la delegación de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha emitido con fecha del pasado día 20 una resolución por la que admite a trámite el proyecto de la segunda ampliación del PTA para someterlo a una nueva evaluación ambiental, un procedimiento que suele tardar uno o dos años, si bien en este caso podría agilizarse al existir un precedente.
En los últimos años, el PTA y Urbanismo han estado analizando diversas cuestiones del proyecto en relación a la ordenación de los suelos, a la cuantía económica que tiene que aportar el Parque para sufragar infraestructuras urbanas, y a la inclusión de una ordenanza urbanística para hacer posible que esta futura ampliación de la tecnópolis no se dedique únicamente a oficinas de investigación y tecnología, sino también a la fabricación de productos y componentes. Asimismo, se ha estado analizando el soterramiento de una línea de alta tensión. Todo eso ha demorado el curso del expediente.
La actuación prevé desarrollar un nuevo sector empresarial en unos suelos que trazan un arco sobre lo que fue la primera ampliación de la tecnópolis, ya urbanizada y con varios edificios en construcción, y que suman unas 57 hectáreas. La segunda ampliación del PTA ha sido diseñada por los arquitectos Salvador Moreno Peralta, Adolfo Ramírez Baeza y José Jiménez Paz, quienes procuran anticiparse a las necesidades futuras de la tecnópolis y no repetir los errores de su actual configuración urbanística.
Aparcamientos
Así, por ejemplo, este plan urbanístico intenta dar respuesta a la elevada demanda de aparcamiento estableciendo unas bolsas de estacionamientos en superficie junto a las parcelas para edificios de oficinas que sumarán un total de siete y tendrán capacidad para albergar 1.726 plazas para turismos. En el expediente que se ha tramitado se destaca que, actualmente, el vehículo privado supone el 80,5% de los movimientos realizados en las principales horas punta del día. En cambio, el transporte público solo representa el 19,5%. Por ello, admite que la actual oferta de aparcamientos que ofrece la tecnópolis resulta «manifiestamente insuficiente».
Esta segunda ampliación prevé un total de 24 parcelas para la implantación de edificios de empresas de las que nueve pueden dividirse a su vez en dos fincas independientes, para facilitar su comercialización. Además, ofrecen la posibilidad de construir una superficie mínima de 5.000 metros cuadrados de techo para dar respuesta a la demanda mayoritaria de las empresas de tecnología, investigación y servicios avanzados.
Viviendas
Igualmente, el proyecto tiene la singularidad de que contempla dos suelos que podrían destinarse a centros formativos, tal y como recomienda el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) para este sector, y una parcela de 30.818 metros cuadrados en la que cabría la construcción de un hotel, comercios e incluso viviendas. De hecho, el PGOU admite que hasta un 15% de la edificabilidad del ámbito pueda destinarse a usos residenciales vinculados a la actividad de las empresas instaladas.
En cuanto a los accesos, el plan considera que las futuras entradas de infraestructuras de transporte al PTA deben producirse por su zona oriental, para no saturar más la autovía del Guadalhorce. De ahí que contemple en la franja de esta segunda ampliación más próxima al núcleo de Campanillas una gran rotonda que podría tener el mismo papel de entrada que actualmente ejerce la glorieta que entronca con la avenida central de la barriada, así como dos parcelas que podrían albergar estaciones o puntos terminales de futuros medios «viarios o ferroviarios» que amplíen las actuales conexiones del parque.
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