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El Corte Inglés es uno de los establecimientos que mantiene la tradición de iniciar las rebajas el 7 de enero.

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El Corte Inglés es uno de los establecimientos que mantiene la tradición de iniciar las rebajas el 7 de enero. Ñito Salas

La resaca de Reyes y las rebajas llenan las grandes superficies y el Centro

Los malagueños aprovechan el festivo para devoluciones y buscar gangas en una jornada frenética en los comercios

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Lunes, 7 de enero 2019

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La resaca de Reyes, por aquello de que Sus Majestades de Oriente no siempre aciertan con los regalos, y el inicio del tradicional periodo de las rebajas de invierno llenaron ayer los principales centros comerciales y las tiendas del Centro que abrieron este festivo, que fueron la inmensa mayoría para intentar aprovechar el tirón de los descuentos, que llegan hasta el 70%. Aunque hay que saber buscar para encontrar verdaderas gangas y, sobre todo, no perder demasiado tiempo en los probadores y en las cajas, donde las colas eran enormes desde que los establecimientos abrieron sus puertas. «Vengo con mi hermana, y mientras una busca la ropa la otra se pone en la cola. Si no, se te va todo el día», comenta Laura Montes mientras aguarda su turno en Bershka. Otro consejo lo aporta su hermana: «Es mejor venir tras echar un vistazo por la web. Así vas a tiro fijo». Aunque luego siempre caiga algo más.

También tienen planificada su ruta Nerea Pérez y su madre. «Todas las tiendas de Inditex (Zara, Stradivarius, Bershka o Pull & Bear) y Mango. Eso sí, sin pasar por el probador», explica esta joven que sale del Zara del Larios Centro con las dos primeras bolsas de la mañana. Y también tras superar el primer 'atasco' para pagar, que llegaba hasta la puerta.

Atascos

En la calle, una hilera de coches rodea el edificio para acceder al 'parking'. «Esto es una locura», resalta Mario Valbuena con cara de resignación consciente de que aún le queda un buen rato para poder aparcar antes de «cambiar de talla algunos regalos y ver si cae alguna cosilla». La estampa era un calco a la de Vialia, pero se quedaba corta con la entrada a Plaza Mayor, donde el carril derecho de la autovía de Guadalmar, sentido Torremolinos, quedó anulado por una retención de más de dos kilómetros, prácticamente hasta la salida de Leroy Merlin.

Los clientes tuvieron que armarse de paciencia por las colas en las cajas de los establecimientos

El aluvión de personas también fue una constante en El Corte Inglés, que junto a otras firmas como las del grupo Inditex mantiene la tradición de las rebajas pese a que ya pueden ofrecer descuentos durante todo el año. La clásica escena de clientes esperando a que dieran las diez de la mañana para entrar los primeros volvió a repetirse. «Desde el minuto uno, o mejor dicho, desde el segundo uno, no para el vaivén de personas. Hay el doble de movimiento que el año pasado», destaca un empleado de El Corte Inglés. Unos de los más madrugadores fueron Luis Rebollo y su esposa Victoria Santos. «Hemos venido temprano para aprovechar el día antes de que llegara más gente», afirma Luis, que ya lleva un jersey y una camisa. «Venimos sin presupuesto, a lo que salga, pero dentro de una moderación», apuntó cuando se le planteaba que las encuestas dicen que cada malagueño se gastará unos 120 euros en estos días, fundamentalmente en textil y calzado.

Empleo

Unos sacándole partido a las gangas y otros aprovechando el tirón para trabajar. Según la empresa de recursos humanos Adecco, las rebajas generarán en la provincia unos 1.500 empleos. «Son días de muchísimo trabajo. Me viene muy bien para compaginarlo con mis estudios», argumenta una dependienta de H&M mientras dobla un lote de jerseys que ya han sido testados por varios clientes. Y es que, pese al auge del comercio 'on line', todavía son muchos los malagueños que prefieren ir de compras y palpar el producto antes de llevárselo a casa.

En el Centro, las franquicias se llevaron la palma, mientras en el comercio tradicional se podían ver numerosas persianas bajadas. «Es imposible competir con las grandes marcas, pero hay que abrir sí o sí. Y lo hace el dueño», reconoce Salvador Portillo, propietario de Calzados Vía Nueva (en la calle Nueva), que sí que decidió abrir y que pone en valor «la calidad y el trato al cliente del pequeño comercio para sobrevivir ante las grandes superficies, que tienen más margen de beneficio».

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