El Puerto de Málaga pone en marcha la subestación eléctrica para poder 'enchufar' los barcos
La falta de infraestructuras en la ciudad obliga a la Autoridad Portuaria a invertir 12 millones en un centro de distribución para sus instalaciones
El Puerto de Málaga ha movido ficha ante la escasez generalizada de infraestructuras eléctricas en la provincia. La Autoridad Portuaria mantiene abierto hasta el próximo ... 12 de noviembre el plazo para que las empresas especializadas opten a la redacción, dirección facultativa y ejecución del proyecto de una gran subestación de distribución. Una vez que se adjudique, lo que está previsto para principios del año que viene, serán 25 meses de obra, a lo que habrá que añadir la legalización y conexión. Por tanto, la previsión es que esta infraestructura estará operativa en el horizonte de 2028.
Cuando esto ocurra, la rada malagueña podrá marcar una diferencia competitiva con respecto a los de su entorno. Y es que, en adelante, los barcos, con independencia de su eslora o de su función (cruceros, mercancías, ferrys, etc) se podrán 'enchufar' a los muelles y apagar sus máquinas, con lo que se ahorrarán muchas toneladas de combustible y de emisiones a la atmósfera.
Es lo que se denomina 'Onshore Power Supply' (OPS), que es el sistema que permite que los buques atracados puedan conectarse a la red eléctrica local. Para ello, es obligatorio contar con una nueva subestación eléctrica, ya que las existentes en las inmediaciones tienen todas la capacidad agotada. El edificio está previsto en el entorno de la desembocadura del Guadalmedina, cerca de la estación de bombeo de aguas residuales de Emasa; en una posición central en estas instalaciones.
Puerto más competitivo
Según consta en los pliegos, que ayer sufrieron una revisión, el contrato mixto se hará en la modalidad «llave en mano» y por tanto, incluirá la redacción del proyecto de ejecución, ingeniería, dirección facultativa, fabricación, montaje, puesta en marcha y legalización ante Endesa y Red Eléctrica. Ese factor es, precisamente, el que justifica el elevado valor estimado del contrato, de más de casi 12,16 millones de euros; así como el largo plazo de ejecución previsto, de más de dos años (a los que hay que sumar los trámites de legalización).
2028
es el año en el que está previsto que pueda entrar en servicio la nueva subestación eléctrica del puerto, que permitirá a los barcos apagar sus máquinas auxiliares mientras estén amarrados.
Cuando esté operativa, los buques que lleguen a los muelles de la capital podrán desconectar sus motores auxiliares, para conectarse al suministro eléctrico desde tierra (denominado 'cold ironing'). Estos sistemas deben ser además muy versátiles, para poder suministrar al mayor número de barcos posibles, en tránsito desde todos los puntos del planeta.
Además, la nueva subestación tendrá que dar electricidad a las empresas, instalaciones fijas actuales y futuras que se prevén implantar en los muelles en los próximos años, como es el espacio de oficinas previsto en el Muelle Heredia y el futuro puerto deportivo de San Andrés, entre otros.
Por tanto, la central deberá estar dimensionada para una potencia muy elevada, de hasta 70 megavatios, aunque solo se equipará inicialmente con la potencia generada disponible en ese momento por parte de la compañía distribuidora. Esta ya ha autorizado el punto de conexión y ha comenzado los trabajos para proporcionar la potencia necesaria para empezar a operar en algunos atraques, con una potencia de 25 megavatios, a suministrar en 66 kilovoltios (kV).
70
megavatios será la capacidad máxima de la subestación, aunque la escasez de energía eléctrica y de redes disponibles hace que sólo se podrá empezar a operar en algunos atraques, con una potencia inicial de 25 megavatios, suministrada a 66 kilovoltios (kV).
A modo de valoración, días atrás el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, puso de relieve en una reciente presentación que las medidas como esta, y otras destinadas a la digitalización de los procesos, son vitales para competir en el mercado mundial del tráfico marítimo, ante la creciente competencia en el Estrecho por parte del norte de Marruecos, con Tánger Med a plena carga, y la nueva rada de Nador Ouest que entrará en servicio a finales de este mismo año. «Málaga tiene que seguir el paso de la última tecnología para ser competitivos».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión