Estudiantes del instituto Belén dan una segunda oportunidad a los móviles estropeados

La vida media de un terminal se calcula en 18 meses, lo que puede dar idea del ingente volumen de residuos que se genera, algunos muy contaminantes, como las baterías. Dar una segunda oportunidad a los móviles es un método de ahorrar dinero y de proteger el medio ambiente. Así lo han entendido los profesores del IES Belén, en la barriada de La Luz. Con los alumnos del ciclo de Formación Profesional Básica de Informática y Comunicaciones se ha realizado a lo largo de este curso un taller de recuperación de dispositivos móviles. Una acción formativa que ha tenido un gran impacto entre el alumnado y la comunidad educativa, señala el profesor Miguel Ángel Ronda, que imparte la asignatura Equipos Eléctricos y Electrónicos. Una iniciativa que se ha materializado con la creación de una empresa de reparación en el propio centro, que los alumnos han denominado Androide Roto.

Miguel Ángel Rando explica que gracias a una subvención para proyectos innovadores han podido adquirir el material específico para microrreparaciones, lo que ha permitido montar un centro de reparaciones en el centro. Además, el alumnado ha creado un logo para dicha empresa, una página web, un correo propio (androideroto@iesbelen.org) con redirección múltiple, un cartel para imprimir y colgar en los pasillos y un canal de Youtube (Androide Roto) donde se suben los vídeos de las reparaciones montados por ellos mismos («y algunos subtitulados en inglés», apunta el docente). Para lograr la mayor difusión posible dentro del propio centro han elaborado una presentación interactiva para presentarla en todas las clases del centro, exponiendo lo que hacen, cómo lo hacen, los objetivos que se persiguen y resolviendo las dudas planteadas.

Alumnos y profesores que quieren reparar un dispositivo rellenan un cuestionario online y después lo dejan en clase a primera hora, realizándose la reparación durante la jornada lectiva para entregarlo a última hora, de acuerdo con el eslogan elegido por el grupo de alumnos: «Te arreglamos el móvil mientras estás en clase».

No hay precios establecidos para las reparaciones y los alumnos aceptan donaciones, que se entregan a asociaciones benéficas del barrio. Por otra parte, la Asociación al Servicio de la Investigación y la Tecnología les ha cedido teléfonos móviles y tablets en mal estado que, una vez reparados, tienen una segunda vida para que la asociación pueda entregarlos a familias con pocos recursos, entre otros colectivos, familias refugiadas de Ucrania.

El profesor Miguel Ángel Ronda explica que el alumnado de FP Básica tiene unas características especiales, pues son jóvenes que por edad podrían abandonar el sistema educativo, pero a los que se ofrece una formación básica que les permite obtener el título en Secundaria, un título de auxiliar y da acceso a grado Medio. «La mayoría de este alumnado proviene de familias desestructuradas y/o con problemas de conducta, personales o familiares, por lo que reintegrarlos en el sistema educativo y en el mercado laboral es un auténtico reto», reconoce.

Gracias a esta acción formativa se ha mejorado el empoderamiento de los alumnos, su motivación y su capacidad de trabajo en equipo, al tiempo que han adquirido competencias tecnológicas clave que les servirán para seguir creciendo dentro del mundo de la informática. Y gracias a esta formación, señala el profesor, el alumnado ha comenzado sus prácticas formativas en empresas del sector de la reparación de dispositivos móviles (como Reparaclip y Manzana Rota), «con posibilidades de contratación según sus responsables, al ser la primera vez que tienen alumnado con formación específica en este sector».