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Paso en firme de la Junta de Andalucía para iniciar dentro de este año los trabajos de su plan para el Guadalmedina: la adecuación del ... tramo norte del cauce urbano, desde el puente de Armiñán hasta la presa del Limonero, como un parque fluvial en el que los ciudadanos podrán pasear por las bermas del río, que son los pasillos de tierra elevados que lo enmarcan. Esta intervención, valorada en total en unos siete millones de euros y que fue adelantada por este periódico el año pasado (ver SUR 5/6/2021), tiene dos vertientes. Por un lado, la destinada a la creación de recorridos para poder discurrir peatonalmente por las bermas, donde se mantendrán los muros de hormigón que las sostienen y en las que se plantarán especies arbóreas para dar sombra. Y, por otro, el tratamiento que se va a llevar a cabo en los arroyos que vierten sus aguas en el cauce urbano del Guadalmedina, para reducir sus aportes y hacer posible el mantenimiento de la intervención que se ejecute sobre el río.
Respecto a esta segunda tarea, ya se ha activado un primer contrato para la adquisición de hormigón y mortero por parte de la empresa pública Tragsa, que es la sociedad a través de la que la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible acometerá la primera de las fases de su plan para el Guadalmedina. Al tratarse de una empresa asociada a la Junta, un medio propio de la administración regional, no tendrá que sacar a concurso la contratación de esa fase, valorada en unos cinco millones de euros.
Esto le permitirá ir mucho más rápido en la ejecución del proyecto de parque fluvial para el tramo norte del río. De hecho Tragsa ya tiene sobre la mesa dos ofertas de empresas (Forza Hormigones y Horpresol) para el suministro de estos materiales, presupuestado en 569.095 euros en total. La contratación de estos suministros se producirá en los próximos días, y Tragsa ha establecido un plazo de 20 meses para su uso, un periodo en el que prevé ejecutar la obra de «restauración hidrológico y forestal en los arroyos tributarios del tramo urbano del río Guadalmedina».
Esta parte del plan busca desarrollar las medidas necesarias para disminuir el máximo caudal que puede albergar el Guadalmedina y, con ello, rebajar el riesgo de inundaciones para la ciudad. Actualmente, el cauce está dimensionado para albergar un caudal de 600 metros cúbicos por segundo, una cantidad que se vería superada, en el caso de la mayor tromba que podría producirse con una periodicidad de 10.000 años, por los 500 metros cúbicos por segundo que aportaría la presa del Limonero y los 400 metros cúbicos por segundo de los arroyos que vierten al río aguas abajo de la presa.
Así, la Junta plantea dos medidas principales: completar la reforestación de la cuenca del Guadalmedina y realizar diques que contengan el agua de los arroyos, donde también se instalarán trampas de acarreos para frenar las aportaciones de materiales al cauce principal en momentos de fuertes precipitaciones.
«Queda claramente de manifiesto la gran importancia que tiene una adecuada gestión forestal de la cuenca del Guadalmedina encaminada, con gran relevancia, al carácter protector del monte y de regulación de la escorrentía, intentando lograr el definitivo establecimiento de vegetación arbórea del mayor nivel de madurez posible», señala el contrato activado por Tragsa, en el que se hace hace alusión a la «construcción de diques» y a la «corrección del desequilibrio ecológico ocasionado por el deterioro del suelo y la cubierta vegetal».
Este lunes, el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, ha anunciado que este mes de enero, la consejera de Medio Ambiente, Carmen Crespo, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, firmarán el convenio para la actuación en el río Guadalmedina para darle uso ciudadano. La Junta actuará en la zona norte del cauce (entre el puente de Armiñán y la presa), mientras que el Ayuntamiento lo hará en la zona sur hasta la desembocadura, donde están proyectados los denominados 'puente-plaza' y la operación de embovedado que el alcalde desea a la altura de la zona de la Trinidad. «Por fin hay un proyecto serio y viable para el Guadalmedina», ha remarcado el consejero de Presidencia.
Ese convenio entre administraciones servirá para definir qué actuaciones acometerá el Ayuntamiento, que será el encargado de habilitar las infraestructuras urbanas relacionadas con el proyecto de parque fluvial, como las relativas a los carriles para bicicletas y la iluminación nocturna. De hecho, el equipo de gobierno ha reservado una partida de 50.000 euros en el presupuesto municipal para este año 2022 con destino a ese alumbrado.
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