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Porras y el técnico de Fiestas, Fernando Wilson. P. R. Q.
Porras y Wilson suben a la torre del reloj para poner a punto el belén

Porras y Wilson suben a la torre del reloj para poner a punto el belén

La Casona del Parque ·

El área de Fiestas adquiere siete nuevas figuras para el Nacimiento, que mejorarán la colección de más de 300 piezas que lo conforman

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Miércoles, 14 de noviembre 2018, 00:19

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La Navidad no tiene marcha atrás. Cuando la superconcejala Teresa Porras levanta los arcos en la calle Larios y el técnico Fernando Wilson empieza a montar el belén en el patio de Banderas, todos los mr. Scrooge –personaje desabrido al que le visitan los espíritus de las navidades pasadas, obra de Charles Dickens– pueden empezar a temblar porque la cuenta atrás es un hecho. Los polvorones están al caer. Si apenas quedan dos semanas para que las luces centelleen en el Centro, con su correspondiente cohorte de adictos, y también de adversarios, para el belén tampoco queda mucho más. Todo apunta a que la primera semana de diciembre estará preparado para que el Ayuntamiento se inunde de escolares, que bien mirado es la época en la que más limpios de corazón visitan la casa. Abuen seguro.

Pero todo este despliegue navideño exige una preparación y un montaje previo. Nada sería igual sin Wilson y su 'dream team' para dar vida a las figuras del misterio año tras año. Cuentan que hasta los ateos sucumben y pasan a verlo para disfrutar con sus paisajes de cuidada perspectiva y observar cómo el agua inunda la plataforma en el patio de Banderas en forma de cascadas, ríos, el mar. Algunos uniformados recelan de este momento de 'invasión' de visitantes, pero lo cierto que es de las pocas veces que la Casona es la casa de todos y hay vida más allá del salón de plenos.

El belén no sale del Ayuntamiento en todo el año, aunque no esté expuesto. Arriba, en la torre del reloj, una de las estancias más enigmáticas de la casa, que apenas conocen los munícipes, se guarda en dos grandes armarios encargados ex profeso, que albergan las más de 300 piezas del misterio municipal. En esta ocasión, Wilson sube con la superconcejala,Teresa Porras, que además de llevar la cartera de Playas, Servicios Operativos, Cruz del Humilladero, y Limasa, es la encargada de Fiestas. Yde fiestas está ciudad está bien despachada, así que en estos menesteres anda entretenida.

Para Porras, esta es su primera subida a la torre del reloj. En el cuartito, de tres plantas, las pesas de las campanas, las propias campanas y la maquinaría, una exquisita Moisés Díez Palencia, que el maestro relojero Manuel Roldán, que proviene de toda una saga dedicada a las manecillas, sube a dar cuerda dos veces a la semana. Él también es el artífice de que el reloj de la plaza de la Constitución esté a punto, y sea capaz de ser el protagonista de la ciudad en Nochevieja.

A la concejala le maravillan las estancias que albergan un almacén improvisado del belén. Este año se le sumarán siete nuevas figuras de postín adquiridas en El arte cristiano, de Olot, una fábrica de referencia. Porras y Wilson empiezan a sacar las piezas que bajarán al patio de Banderas. En un acto reflejo, la edil coge el plumero y empieza a quitarles el polvo acumulado de todo un año:«Yo lo que no sé es qué vamos a hacer cuando nos falte Wilson para montar el belén», apostilla.

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