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La Policía Nacional cerraba este mediodía los Ángeles de la Noche.
Cierran los Ángeles de la Noche y dejan a los voluntarios fuera y sin poder servir el almuerzo

Cierran los Ángeles de la Noche y dejan a los voluntarios fuera y sin poder servir el almuerzo

El hecho se produjo durante una intervención policial, según testigos e imágenes, mientras que fuentes oficiales dicen no tener constancia de ello

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Martes, 31 de marzo 2020

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Si en los Ángeles Malagueños de la Noche las aguas ya bajaban revueltas hace unos meses, en esta actual tesitura aún se han removido más. La asociación era cerrada ayer a mediodía durante una intervención policial, según testigos e imágenes a las que ha tenido acceso este periódico, aunque fuentes oficiales aseguraron que no tenían constancia. Los voluntarios se quedaron fuera sin poder repartir el almuerzo del día, que se quedó dentro de las instalaciones, «arroz a la cubana», como explicaban desesperadas Belén Leiva y Ana Aguilar, que no daban crédito a lo que estaba pasando.

El propio presidente Antonio Meléndez explicó a este periódico que él había realizado una denuncia a la Policía Nacional, recordando que él mismo había sido agente. La situación actual es que entre la dirección de la asociación y los siete voluntarios que siguen trabajando en ella de forma desinteresada se ha creado una brecha, y mientras que el presidente quiere cerrar con motivo de la crisis del coronavirus «para que no haya contagios», los voluntarios no quieren dejar sin comer a las 290 personas que van diariamente a desayunar y a llevarse el almuerzo en envases y un bocadillo para la cena, tal y como explican a este periódico Belén Leiva y Ana Aguilar.

Algunos de los voluntarios, ayer en la puerta de la asociación tras el cierre.
Algunos de los voluntarios, ayer en la puerta de la asociación tras el cierre.

Al parecer y como subrayaban, en la intervención policial se les requisó la llave, pero los voluntarios no cejan en el empeño y aseguran que van a denunciar al presidente para ver si se soluciona este entuerto. Meléndez, a su vez, se escuda en que en una asamblea general de la asociación, que se celebró el pasado 16 de marzo, como asegura, en la que decidieron echar el cerrojo ante esta la situación de alarma por el Covid-19, algo que les hizo saber a los propios voluntarios la semana pasada cuando les llevó una notificación al respecto escrita a mano. Los que ayer salieron por la puerta aseguraron que es el vicepresidente Marcos García, quien ampara su trabajo diario actualmente. «El vicepresidente es un señor mayor de más de 80 años y no puede estar ahora en esta lucha, pero él nos apoya totalmente; y ya nos estamos asesorados legalmente y vamos a denunciar al presidente, que no lo dude. Lo que está haciendo con la gente que vive en la calle no tiene nombre», indicaba Leiva.

El presidente Antonio Meléndez dejaba un escrito la semana pasada en el que informaba de que «dado el estado de alarma y siguiendo las recomendaciones sanitarias, dicho comedor se cerrará desde el día 16 de mayo hasta el día 1 de abril como medida preventiva a la propagación del virus suspendiéndose la actividad en el comedor. Seréis atendidos en los servicios sociales del Ayuntamiento en colaboración con el Ejército. Debéis acudir a Puerta Única en la Goleta; allí deben informaros».

Meléndez aseguró a este periódico que había cerrado por indicación del área de Derechos Sociales, pero el concejal responsable, Francisco Pomares, puntualizó que «cierra bajo su criterio, ya que otras organizaciones se han quedado abiertas como el comedor de Santo Domingo, las Hijas de la Caridad, Amfremar y nuestro albergue municipal; cada organización ha hecho lo que ha considerado oportuno».

Dos voluntarios muestran el texto que dejó el presidente Antonio Meléndez.
Dos voluntarios muestran el texto que dejó el presidente Antonio Meléndez.

La semana pasada, de hecho, el área de Participación y Voluntariado, que dirige Ruth Sarabia, les proporcionó a los voluntarios una furgoneta de préstamo de una empresa durante dos meses para que siguieran trabajando.

Tras el cierre de la asociación, los voluntarios hicieron partícipe de su desazón a Pomares, quien explicó a este periódico que esta situación es muy difícil de gestionar porque la presidencia y el voluntariado que trabaja allí están divididos. Este periódico también consultó a la Subdelegación del Gobierno sobre la intervención policial, aunque fuentes de la misma explicaron que no tenían constancia de este asunto.

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