La oposición afea al PP que indemnice al exgerente de Smassa con 22.000 euros

Por su parte, y como estaba en el guión, el equipo de gobierno del PP, representado en el consejo de administración de Smassa por su consejera delegada, la concejala de Movilidad, Trinidad Hernández, así como otros consejeros por parte del PP provenientes de la EMT, entre ellos su gerente Miguel Ruiz, y la parte privada de Empark (51% del Ayuntamiento, y 49% de Empark y Unicaja) votaban a favor, obviamente, y teniendo la mayoría salía adelante.

Lo cierto es que se exponía en el consejo de administración que a Manolo Díaz no se le había notificado fehacientemente el despido, y la propia concejala de Movilidad, Trinidad Hernández, aseguraba que había consultado la jurisprudencia y asesores legales y que esto había sido así, y lo achacaba a la falta de costumbre de los técnicos de Recursos Humanos en despidos, ya que no hay ninguno, y en el hecho de que otros gerentes han firmado su acuerdo de despido sin problemas, "no como Manolo Díaz, que se negó a ir a firmarlo y más tarde presentó una papeleta de conciliación", que indicó la concejala de Movilidad. Díaz, además, rizaba el rizo con su demanda porque pedía que se considerase que su relación con Smassa era de naturaleza ordinaria y no de alta dirección, pero en el informe jurídico que se efectuaba para la empresa se indicaba que se veía poco viable que prosperase esta pretensión.

Para colmo, Díaz no fue al consejo de administración en mayo, donde se aprobaba y notificaba su destitución, algo que sí han hecho otros gerentes en el Ayuntamiento de Málaga, como por ejemplo la que fuese directora de Canal Málaga, Vanessa Martín Alloza, que convocó hasta el consejo de administración en el que se la destituía en su puesto. Esto marca la diferencia de cuando se hacen las cosas de buena fe tras haber accedido a un puesto de dirección y de confianza como son las gerencias y direcciones de empresas públicas o mixtas. Díaz, el hombre de confianza del alcalde de Málaga, Paco de la Torre. Primero, como concejal de Urbanismo y después, como gerente de Smassa, y del que el regidor defendía su gestión hasta el último pleno en el que se trató este asunto.

Por lo tanto, la estrategia laboral de Díaz, pese a que todos los medios publicaban su destitución, tenía visos de prosperar en los juzgados por el hecho de no habérsele notificado el despido por escrito.

Cabe recordar, además, que aún están abiertas tres causas judiciales en Smassa tras el paso de Díaz por su gerencia: una por presunto acoso laboral, otra por supuesta falsificación de documentación pública en el aparcamiento de Pío Baroja (Echeverría del Palo), y una tercera, por una posible contratación a dedo cuando se trata de una empresa pública. La oposición se mostraba disconforme con el hecho de que se le indemnizara y se lo afeaba al PP. Pero, lo cierto es que en el anterior consejo de administración se habilitó a la concejala de Movilidad y consejera delegada de la empresa, Trinidad Hernández, a llegar a un acuerdo con Díaz.

Este lunes, el concejal socialista, Jorge Quero, subrayaba a este periódico que no se puede indemnizar a un gerente que no ha estado velando por los intereses de la empresa. "Hay motivos más que de sobra, los hemos conocido a través de la concejala de Movilidad y otros están en la vía judicial, para realizar un despido disciplinario a este gerente. De la Torre quiere premiar la lealtad del señor Díaz con el dinero de los malagueños y no nos parece de recibo. No debe recibir ni un euro del erario público. En su momento ya criticamos su nombramiento, el tiempo nos ha dado la razón".

Con esta indemnización, el Ayuntamiento de Málaga asume como improcedente el despido al pagarle la indemnización a Manolo Díaz, que fue destituido el pasado mes de mayo, pero la portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, no coincide en absoluto con la visión del equipo popular: "No nos parece de recibo que tras haber sido cesado por irregularidades, que no solo están siendo investigadas judicialmente, sino que han sido admitidas e incluso reconocidas como parte del modus operandi habitual en la empresa durante su mandato, se le indemnice con la friolera de 22.300 euros". Morillas subrayó que aunque la cantidad sea inferior a la inicialmente propuesta, es "inadmisible".

El portavoz de Vox, Antonio Alcázar, subraya que los motivos para votar en contra de que se satisfaga el despido de Díaz con esta indemnización de 22.300 euros es la existencia de una causas judiciales abiertas en la que está involucrado y «de la que se pueden derivar responsabilidades, así como la falta del informe de la oficina de incompatibilidades que debe realizar un informe al cese del directivo, entre otras cuestiones evaluando su desempeño». A juicio de Alcázar, la propuesta de indemnización se basa en que se trata de un «cese» por voluntad del Ayuntamiento, «lo que evidentemente da a entender que la causa de su despido no fue la declarada en pleno del Ayuntamiento ante las eventuales irregularidades denunciadas en el caso Smassa, sino una mera reorganización de la plantilla». Alcázar, tras asesorarse jurídicamente, indicaba que hay que recordar que Manolo Díaz es un cargo de alta dirección y por consiguiente de libre designación o confianza «y es evidente, por tanto, que existe un potencial conflicto de intereses entre las partes aunque únicamente sea en lo referente a dar debidas explicaciones sobre todo lo que se está dilucidando en los tribunales».