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El Piyayo y su guitarra SUR
'El Piyayo', un personaje malagueño de leyenda

'El Piyayo', un personaje malagueño de leyenda

SUR Historia ·

Rafael Flores Nieto fue un cantaor de flamenco y vendedor ambulante, hijo del Perchel, que ganó fama a través de un poema y una película

Ángel Escalera

Málaga

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Domingo, 2 de septiembre 2018

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Casi 80 años después de su muerte, sucedida en noviembre de 1940, la figura de Rafael Flores Nieto 'El Piyayo' se mueve entre la realidad y la leyenda. Separar la verdad de lo que son rumores no es sencillo. Hay mucho de mito en la vida azarosa de este hombre de origen gitano que se ganó el sustento diario como cantaor y guitarrista flamenco (a él se deben unos falsos tangos que son conocidos como los cantes de 'El Piyayo') y recorriendo las calles como vendedor ambulante (sobre todo de peines que llevaba en el bolsillo superior de su bien aprovechada chaqueta).

Nacido en el barrio del Perchel en mayo de 1855, parece que pasó un tiempo en Cuba, donde se cree que, incluso, permaneció en prisión. Los datos sobre esa etapa son confusos. En un artículo firmado por Nike Pourshirazi y publicado en la revista 'Gibralfaro' se dice que 'El Piyayo' cumplió el servicio militar en Cuba, «en donde le sorprendió la guerra hispano-norteamericana que se desencadenó con motivo del hundimiento del Maine (1898)». Pourshirazi considera que, «a juzgar por la letra de algunas canciones suyas, allí sufriría prisión durante cierto tiempo hasta que Estados Unidos, la potencia desencadenante del conflicto, lo liberó».

No obstante, sin poner en duda que 'El Piyayo' estuviera en Cuba, no cuadra que hiciese el servicio militar coincidiendo con la guerra que enfrentó a España con las tropas norteamericanas, puesto que en esa fecha ya tendría más de 40 años. El propio Pourshirazi reconoce que se sabe poco de la estancia de Rafael Flores en la isla caribeña, si bien es cierto que se trajo de Cuba un sello que se dejaría luego sentir en sus cantes, que tuvieron la impronta de la guajira.

De vuelta a su ciudad natal, 'El Piyayo' fue haciéndose un nombre y ganó popularidad en la Málaga de principios del siglo XX a través del cante flamenco, actividad artística que combinó con la venta ambulante. Lo indudable es que forma parte del elenco de personajes populares malagueños. «Su vida se puede resumir en que cantaba acompañado por su guitarra. Se buscaba el sustento con su arte. 'El Piyayo' cantaba bien», explica a este periódico el periodista y flamencólogo Gonzalo Rojo. «Su especialidad eran unos mal llamados tangos con raíces de guajira y carcelera» (los cantes de 'El Piyayo'), indica este experto en flamenco. Gonzalo Rojo añade que Rafael Flores tuvo un discípulo, Manuel Soto Fernández, conocido como Manolillo 'El Herraor'. La guitarra de 'El Piyayo' se conserva en el museo de la Peña Flamenca Juan Breva.

Aunque ya era conocido en Málaga, 'El Piyayo' se convirtió en una leyenda gracias al poema del escritor y poeta malagueño José Carlos de Luna (1890-1965). 'El Piyayo' de esa composición poética está muy idealizado y no se ajusta a la realidad en distintos aspectos como, por ejemplo, en la descripción física que De Luna hace de Rafael Flores, que no era tal como se dice en el poema. Asimismo, 'El Piyayo' no tuvo nietos, aunque en la poesía se destaca que cuidaba de «sus nietecillos».

«¡A chufla lo toma la gente, y a mí me da pena y me causa un respeto imponente!», esta es la parte más conocida del poema.

Costumbrismo en el cine

En la universalización de 'El Piyayo' jugó un papel importante la película que sobre este personaje malagueño dirigió Luis Lucia en 1956, que fue protagonizada por Valeriano León y en la que colaboró Antonio Molina. La película, basada en el poema de José Carlos de Luna, fue la obra póstuma de Valeriano León. En el cinta se reflejan distintos lugares emblemáticos de Málaga y tiene un carácter costumbrista tanto en la forma de hablar los personajes como en el modo en que se narran las peripecias del protagonista.

'El Piyayo falleció en noviembre de 1940 en el cobertizo de madera en el que vivía, en la plaza de Santa María (en las inmediaciones de la Alcazaba). Rafael Flores tenía 85 años. Según el certificado de defunción, la muerte se debió a una arteriosclerosis. Asimismo, se decía que era soltero y jornalero de profesión. Sin embargo, sabemos que fue cantaor flamenco y vendedor ambulante. En cuanto a su vida sentimental, el mencionado Nike Pourshirazi asegura en el artículo que escribió sobre 'El Piyayo' que este «se casó con 'La Chunga', una gitana que vendía encajes por las calles». El matrimonio fue fugaz, ya que solo duró dos semanas. Posteriormente, Rafael Flores «se unió a otra gitana malagueña llamada la 'Hampona'», señala Pourshirazi.

Como se puede apreciar, los hechos verdaderos se dan la mano con otros sin base cierta, pero que han aupado a 'El Piyayo' al grado de leyenda. Lo cierto es que Rafael Flores Nieto fue un personaje singular que se mantiene en el recuerdo de los malagueños. Los mitos nunca mueren.

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