La odisea de una estudiante para alquilar un piso en Málaga se hace viral

«Queríamos quedarnos en el piso donde vivimos (con tres amigos más), que está en la zona de El Cónsul, en Málaga capital, pero nuestro casero nos dijo en enero que no podía ser porque lo tenía apalabrado para hacer un apartamento turístico, y desde entonces estamos buscando dónde meternos». Al ir encontrando numerosas trabas para poder instalarse de nuevo, esta estudiante de Biología a la que sólo le queda el TFG para obtener el título y trabaja, estalló y desgranó en un comentario los distintos requisitos para poder acceder a un alquiler, para acabar con la irónica frase 'No os independizáis por vagos, malditos millenials'.

Escobar, de 24 años, asegura que con su iniciativa sólo quería desahogarse, reflejar las dificultades por las que pasan los jóvenes de su generación para poder emanciparse, y que no podía imaginarse el alcance de su acción. Ha conseguido 400 seguidores nuevos en Twitter en sólo un día y confiesa que se siente abrumada: «Me asusta un poco esto, porque me ha puesto en el foco y a mí eso no me gusta», dice. «Me di cuenta, nada más ponerlo, de que mi tuit tenía más interacciones de lo habitual, pero no me esperaba nada de esto», señala, y añade: «Normalmente escribo de cosas cotidianas que sólo ven mis amigos, así que escribí estos tuits sin ninguna pretensión, sólo para desahogarme, porque después de un mes buscando piso he ido acumulando traumas y al final te vas cabreando más de lo que deberías«, afirma.

Sus mensajes han recibido cientos y cientos de comentarios, muchos de críticas, pero la mayoría de apoyo a lo que está viviendo esta joven de Cómpeta. «Entiendo que las inmobiliarias y los caseros se vean más señalados en lo que he escrito y entiendo que les pueda molestar, pero no era mi intención», insiste.

Destaca que esta historia le ha producido una «sensación rara», que le ha servido también para descubrir la bondad de algunas personas, que le han brindado ayuda para buscar un piso o incluso le han ofrecido uno de su propiedad. «Me estoy dando cuenta de que con la popularización se puede llegar a conseguir un piso. Pero no es justo que se pueda acceder a una vivienda por viralizar un tuit».

Reside en Málaga capital desde 2012, año en el que vino para estudiar la Universidad, y que para alquilar su primer piso entonces no le pusieron tantos impedimentos como ahora, aunque desde que lo tuvieron que dejar «todo ha sido un caos». «¿Quién cumple todos esos requisitos que piden? Nos encontramos en una situación en la que parece que estamos completamente desprotegidos», incide. »Muchos de los que me escriben me dicen que se sienten completamente identificados con lo que describo. Es que esto no es algo aislado, porque todos mis amigos intentan dar el salto y no podemos, así que ni sacamos el tema porque si no nos amargamos. No hay que esforzarse para sentirse identificado».

Casi un día después de su reflexión pública, Noemí Escobar admite que del cabreo que le llevó a escribir «casi no me queda nada, porque esto es lo que hay».