Pérez enzarza a De la Torre en un áspero debate sobre la «homófoba» UCAM
El alcalde asegura que las titulaciones de esta universidad vendrán muy bien a Málaga, y que no cambiará la política municipal por su llegada
No estaba preparado, al menos sobre el papel, que la Universidad Católica de Murcia (UCAM), con la que el Ayuntamiento ha firmado un convenio ... para implantar en Málaga un centro privado, entrara ayer en el debate del pleno de Málaga. Lo hacía en la moción socialista contra los extremismos, a favor de los derechos conseguidos y contra Vox. La ponía en la picota la portavoz del movimiento Juntos por la Igualdad Concepción Sanromán, que alababa el tratamiento que se le había dado siempre en el Ayuntamiento y ahora temía por el convenio con «la Universidad Católica de Murcia, que dice que todos somos unos enfermos mentales». Se refería al colectivo LGTBi, que representa.
Cogía el testigo la edil de IU-Málaga, para la Gente, Remedios Ramos para indicar que Málaga no podía ser un municipio Orgulloso y acoger a la UCAM y cederle 40.000 metros cuadrados, porque era «manifiestamente incompatible, ya que sus principios están en contra de la tolerancia». Entraba a torear el edil naranja Gonzalo Sichar explicando que el totalitarismo antigay se vivía en países tan idolatrados por la izquierda como Cuba, Venezuela o Rusia. El edil no adscrito Juanjo Espinosa subrayaba que el regidor Francisco de la Torre era un «atrapalotodo, por la mañana podía estar en un entierro en el que se cantara el cara al sol (del exministro franquista José Utrera Molina) y por la tarde, en una concentración LGTBi. Por último, metía cuña el proponente de la moción, el portavoz Dani Pérez, que afeaba al alcalde que le abriera la puerta de la ciudad a colectivos xenófobos y homófobos como la UCAM, a la que le regalaba 40.000 metros cuadrados de suelo.
El alcalde se ponía a la defensiva y pedía no utilizar a la UCAM en el debate al tiempo que defendía que traerá titulaciones de salud y deporte, que le vendrán muy bien a Málaga, «es algo enriquecedor». Por último, acusaba a Pérez de faltar a la verdad porque no se le había regalado ningún suelo a esta universidad.
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