¿Qué pasa con los jabalíes en Málaga?: «Son cerdolíes, que desplazan a la especie autóctona»
Medio Ambiente indica que los de capital son «una especie mixta exótica invasora» que desplaza a la raza autóctona. Aprueban en el Ayuntamiento de Málaga instar a la Junta a que amplíe el periodo de caza en los montes
Se lleva hablando de los cerdolíes o de los 'guarros jabalíes', como se dice en otros puntos de la geografía andaluza ya más de una ... década. Que Málaga tiene un problema con la llegada de jabalíes al casco urbano de la ciudad no es una cuestión que nadie ponga en duda en el Ayuntamiento de Málaga, ni el equipo de gobierno del PP ni la oposición. De hecho, lo primero que ha salido a relucir en la comisión de pleno de Medio Ambiente ha sido el accidente que tuvo una joven en el Cerrado de Calderón cuando iba con su moto, se le cruzó un jabalí, cayó al suelo y resultó herida. Eso era lo que exponía la viceportavoz de Vox, Yolanda Gómez, cuando ponía sobre la mesa que «mientras el PP se arrodilla ante los animalistas, los malagueños acaban en el hospital».
La respuesta a esta cuestión por parte de la concejala de Medio Ambiente, Penélope Gómez, no estuvo muy a tono porque indicó que qué se puede hacer con los perros cuando provocan accidentes en la carretera, que si también se les dispara o caza, como pedía la concejala de Vox. La respuesta es bien sencilla. Los perros en el casco urbano son competencia estricta del Ayuntamiento de Málaga, que se supone que debe retirar los ejemplares vagabundos de la calle para que, precisamente, no haya accidentes de tráfico.
Lo que la concejala popular sí aportó de nuevo cuño es que las piaras de jabalíes que hay en Málaga no son de la especie autóctona del sur de España ('Sus scrofa baeticus'). «Compartimos la preocupación por la sobrepoblación de cerdolíes, que están desplazando al jabalí real. Es una especie mixta exótica invasora, que está desplazando a los propios jabalíes; y es un problema real que afecta a la seguridad ciudadana y al medio ambiente, y a la convivencia en muchos barrios, y precisamente por esta gravedad lo hemos abordado con rigor técnico y responsabilidad institucional», indicaba explicando que la caza en entornos urbanos está prohibida.
Penélope Gómez explicó que han puesto en marcha el nuevo contrato para el control de la especie, que se eleva a 30.000 euros al año. Estos animales han llegado de paseo hasta la Casona del Parque, en el mismo centro de la ciudad, y son habituales en Churriana, Ciudad Jardín, El Limonar, Hacienda Paredes y Cerrado de Calderón, donde los últimos fines de semana los vecinos han visto piaras de unos veinte ejemplares, como han reseñado a este periódico.
Con el anterior contrato se realizaron 80 actuaciones, como indicó Gómez, y en 45 de los casos se hicieron controles poblacionales, la forma eufemística de decir que los cazaron con dardos anestesiantes y luego fueron al crematorio.
La concejala socialista Begoña Medina subrayó que los animalistas dicen que los jabalíes no hacen nada, que sólo quieren comer. Claro, animalitos, que tienen hambre como todo los seres vivos, pero si en esa búsqueda del alimento en plena ciudad se cruzan con algún vehículo, pues aunque no hagan nada, pueden provocar un accidente como ya se ha comprobado.
El siniestro de la joven que se cayó de la motocicleta en el Cerrado de Calderón al no ver al animal cuando se cruzaba el pasado 28 de agosto, según denunciaban, la afectada, de 27 años, sufrió graves quemaduras, heridas y contusiones y se le salió un hombro, por lo que tuvo que llevar el brazo en cabestrillo y cogerse una baja laboral.
El concejal de Con Málaga, Nico Sguiglia, puso la nota de humor sin más diciendo que la sociedad manda satélites a la Luna, y que le costaba entender que las administraciones públicas no sean capaces de controlar a los jabalíes. «Vivimos un periodo de bonanza presupuestaria, la Junta y el Ayuntamiento batiendo récords», indicaba, por lo que añadía que era «un problema de gestión que no se diera con la tecla. »Me niego a pensar en la solución Simpsons, una cuadrilla de cazadores con arco y flechas pegándoles tiros por los barrios de la ciudad«, que le decía a Yolanda Gómez, de Vox, que había propuesto que las soluciones técnicas se abordaran con los técnicos de la Federación Andaluza de Caza.
La concejala de Medio Ambiente insistió en que el Ayuntamiento de Málaga reconocía el papel de la caza bien gestionada porque es «una herramienta para preservar el equilibrio ecológico y contra las especies invasoras», pero insistió en que en zonas urbanas no es posible, y que además, la caza es una competencia de la Junta.
Finalmente, la comisión de pleno de Medio Ambiente aprobó solicitar a la Junta que se amplíe el periodo de caza del jabalí en los montes del entorno de Málaga y la autorización de controles poblacionales selectivos, que votaron a favor el PP y Vox, así como que se facilitara un informe completo sobre actuaciones, resultados y costes de las medidas contra la sobrepoblación de jabalíes (cerdolíes), que salió adelante por unanimidad.
Naturaleza. ¿Cuál es la diferencia entre un jabalí y un cerdolí?
Los cerdolíes, según los expertos, y así está recogido en el diccionario de la RAE, es son un cruce de cerdo vietnamita con jabalí. Viven asilvestrados y son consecuencia de la puesta en libertad de cerdos vietnamitas, que han adoptado por familias como mascotas y los han acabado soltando en el medio natural.
El cerdolí, el cruce entre las dos especies, es un híbrido, cuyos primeros ejemplares se constataron en 2010 en la Península Ibérica.
El resultado de la reproducción de estas dos especies emparentadas, pero diferentes, es un curioso animal de entre 80 y 100 kilos, más bajo y ancho que los jabalíes, peludo y que puede tener manchas claras.
¿Por qué se pueden hibridar? Como el cerdo vietnamita es, curiosamente, una subespecie del jabalí, la reproducción entre la invasora y la especie autóctona es posible, un cruce del que nace el cerdolí. Debido a la mayor capacidad reproductiva, este híbrido pueden crecer y adaptarse fácilmente a un ecosistema superando con mucho a las poblaciones de jabalíes, que en última instancia siempre están expuestos a volver a hibridarse. Es decir, es la pescadilla que se muerde la cola.
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