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La muestra en la galería de París. En el centro, Pablo Ruano, en su taller. A la derecha, la zapatilla del malagueño vendida en París. Galería Sakura

Un parisino compra por 450 euros la zapatilla de Pablo Ruano en la mayor exposición mundial de Air Jordan personalizadas

La muestra, que podrá visitarse en París hasta noviembre, reúne 400 ilustradores de todo el mundo. «Es una satisfacción muy grande saber que la han adquirido y que gusta», confiesa

Rossel Aparicio

Málaga

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Jueves, 16 de septiembre 2021, 11:27

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El pasado 9 de septiembre abría la muestra en París y, poco días después, su zapatilla de estética grafitera ya estaba vendida. Hablamos de la mayor exposición mundial de zapatillas Air Jordan 1 personalizadas que organiza desde la semana pasada la galería parisina de arte Sakura y que reúne a 400 artistas e ilustradores de todo el mundo. Entre las zapatillas destaca la de Ruano, hijo del pintor Dámaso Ruano fallecido en 2014. «Es una alegría inmensa saber que se ha vendido tan pronto, que gusta», indica a SUR en conversación telefónica.

Pero, ¿quién la ha comprado y por cuanto? Según ha podido saber Ruano ha sido un parisino quien la ha adquirido online por 450 euros, el precio de todas las zapatillas expuestas. «En octubre tengo previsto un viaje a París para ir a ver la exposición, estoy muy ilusionado con todo esto», confiesa.

Este malagueño lleva desde el año 2010 customizando todo tipo de zapatillas con su marca Vicustom Shoes. Empezó haciéndose unas para él. Por gusto. A un amigo le fascinaron y acabó haciéndole un encargo. Después enlazó con otro pedido hasta que decidió abrir una página de Facebook para mostrar sus creaciones. Desde entonces ha podido pintar más de mil pares de zapatillas artísticas de diferentes temáticas: superhéroes, cómics, series de televisión o referencias del mundo de la canasta. «Me piden de todo, incluso retratos o cuadros de autores conocidos. Lo que más me gusta es que me den libertad para crear libremente», indica. Pero no solo customiza zapatillas. También chaquetas, patucos, mochilas, tablas de skateboard, etc. Su creatividad no tiene límites: «Cualquier material se puede customizar, me encanta explorar nuevos retos», asegura mostrando a SUR el taller estudio de su padre que a veces usa para inspirarse en sus trabajos. «Mis hermanos y yo siempre lo tuvimos fácil: desde pequeños vimos a nuestro padre volcado en sus obras. La pintura siempre ha estado muy presente en casa», afirma.

Ruano se enteró de la exposición parisina de casualidad, en redes sociales, y decidió escribir directamente a la galería. «En la muestra estaban muchos de los artistas que sigo y admiro desde hace años: yo quería estar alllí». Le respondieron, le pidieron fotos de sus trabajos y finalmente le hicieron llegar una zapatilla en blanco. La temática era libre pero Pablo no dudó en cuál sería la suya: el grafiti. «Es lo mío, me encanta el arte urbano. Me identifico con los colores, con todo». La recibió a finales de julio y estuvo durante más de 15 horas concentrándose en ella: «fue una locura porque tiene muchos detalles, muchas alusiones al arte urbano, al baloncesto...», explica el malagueño, cuya profesión principal es la de maestro de Educación Física. A día de hoy customizar no es más que un 'hobby' por el que siente una gran pasión aunque no descarta dedicarse de lleno a ello en el futuro.

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