El túnel de la Alcazaba de Málaga tendrá más aceras, menos coches y mamparas para reducir el ruido

Nada que ver con los 149.813 euros en los que estaba presupuestada la intervención planteada anteriormente y que se iba a financiar con fondos europeos a través del programa Edusi. Ahora, esa aportación comunitaria que asciende a 205.350 euros se trasladará al nuevo proyecto, aunque para ello tiene que estar finalizado antes del 31 de diciembre del próximo año. Los plazos andarán justos, ya que al margen del tiempo que se lleven los trámites para su contratación, la intervención en sí se comerá ocho meses.

Si entonces se trataba de instalar unos paneles fonoabsorbentes en las zonas altas de la bóveda para rebajar el impacto del motor de los coches, la actuación diseñada por la Gerencia Municipal de Urbanismo consiste en una remodelación más completa con medidas de mayor calado como la supresión de uno de los dos carriles de circulación en dirección al Paseo del Parque (se mantienen los dos en dirección Centro), que va a permitir ensanchar las aceras (de los 1,76 metros actuales se pasará a 2,6 cada una).

Más amplitud para el viandante y menos ruido, porque ese espacio restado al tráfico también será aprovechado para instalar unas mamparas de vidrio (serigrafiadas con motivos de la Alcazaba) y unos muros arqueados a modo de costillas en ambas aceras que con una altura de 4,5 metros también contribuirán a aislar el tráfico para hacer el paseo a pie menos molesto. En este sentido, la actuación también contempla la renovación del asfaltado por otro con capacidad para absorber el ruido de los coches, así como una mejora de la iluminación y la instalación de cámaras de videovigilancia para reforzar su seguridad.

Los trabajos, que saldrán a concurso en las próximas semanas, tendrán un plazo de ejecución de ocho meses y se acometerán por fases para evitar la interrupción total del tráfico. «Es una actuación coherente con el proceso de peatonalización del Centro, ya que va a permitir un túnel más cómodo para los peatones», ha destacado el alcalde, Francisco de la Torre, quien respecto a la reducción del espacio para el tráfico ha apuntado la posibilidad de que el carril central pueda ser reversible, aunque la premisa es que sea el trayecto desde la plaza de la Merced hacia el Paseo de Reding el que pierda capacidad.