El nuevo hogar de Lubna
Una mujer marroquí y su hijo enfermo podrán vivir en un hogar de acogida de Cáritas mientras el pequeño recibe tratamiento en el Materno
La vida le ha dado un revés en forma de tumor en donde más le duele: en el hígado de Naoufal, su hijo de ... apenas dos años y medio. Tras ser diagnosticado en el hospital de Melilla, Lubna Kardadi, natural de la ciudad marroquí de Berkan, lo ha tenido que dejar todo para venirse a Málaga a que su 'mediano' reciba atención médica especializada. Atrás ha dejado a su familia y a sus otros dos hijos (uno de 9 años y otro de seis meses) para encontrar una cura que se antoja compleja y que le obligará a pasar por el quirófano, ya que su hijo también tiene líquido en la cabeza. Y a pesar de todo, de su cara sale una sonrisa y sólo tiene palabras de agradecimiento. «En Málaga hay muy buena gente», repite de forma incansable.
Publicidad
El secreto de esa sonrisa es que Lubna, que tiene 32 años, y su hijo, han sido los primeros en ocupar el nuevo hogar de acogida que ha estrenado Cáritas Diocesana de Málaga en Martínez de la Rosa, muy cerca del hospital Materno Infantil hasta donde su hijo debe ir de forma habitual para recibir tratamiento médico. Ella, que apenas tiene recursos, reconoce que no podría afrontar los gastos que supone el alojamiento de ambos porque tampoco puede trabajar. «Estoy sola, sin la ayuda de nadie, y no podría trabajar porque tengo que cuidar de mi hijo todo el día». Además, como tampoco conoce el tiempo que deberá estar en Málaga, reconoce que la ayuda de Cáritas le ha dado «la vida».
Momentos antes de que bendijera la casa el obispo de la Diócesis de Málaga, Jesús Catalá, explica que ha llegado hasta este hogar gracias a la ayuda de la trabajadora social del Materno, que fue quien la puso en contacto con Cáritas. En su caso, el hospital malagueño también le está ayudando a encontrar comida. «Sólo puedo tener palabras de alegría porque en Málaga sólo me están pasando cosas muy buenas», dice.
La historia del nuevo hogar de acogida también parece formar parte del mismo milagro, ya que Manuela Díaz, una mujer que ya ha fallecido, se la dejó en herencia a Cáritas. La responsable del área de acción social de Cáritas, Francisca Domínguez, recuerda que cuando recibieron este regalo inesperado trataron de buscar el mejor uso para el inmueble, y que tras analizar diferentes opciones comprobaron que era una necesidad que no estaba del todo cubierta.
Pese a no ser muy grande, el piso cuenta con tres habitaciones y capacidad para seis personas (tres niños enfermos y un acompañante). Explica que este alojamiento estará a disposición de las familias cuyos niños sean derivados por el Materno porque necesiten tratamiento hospitalario y no dispongan de recursos económicos. En ese caso particular ellos no impondrán un tiempo máximo de estancia (tanto como el menor necesite) y han fijado que los niños no podrán tener más de 14 años. «Acogeremos a niños con enfermedades oncológicas, que estén en diálisis o a madres de neonatos», detalla.
Publicidad
El encargado de bendecir el nuevo hogar, incluido dentro del proyecto Nazaret, ha sido el obispo de Málaga, quien ha destacado la importancia que tendrá esta casa porque «hay muchos niños que no tienen un hogar donde vivir o para hospedarse en momentos complicados». Ha explicado que esta es una necesidad nueva y que por ello Cáritas la ha hecho propia. «Habéis transformado este pequeño lugar en una casa preciosa», ha dicho.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión