Casi mil personas se manifiestan en Málaga para exigir más carriles bici

Niños y mayores han pedaleado casi 15 kilómetros, en una mañana primaveral y festiva para la mayoría. Para algunos era su primera manifestación, y los más pequeños, niños de 4 y 5 años, han aguantado como campeones toda la marcha, en la que no ha faltado la música, el buen ambiente y los cánticos reivindicativos, en otros, el más coreado, 'la bici no contamina, ni gasta gasolina'.

José Luis Martín Bellido, presidente de Ruedas Redondas, la asociación ciclista convocante de la marcha, al terminar el recorrido, ya de vuelta a la explanada del puerto, frente a la Plaza de la Marina, se mostró satisfecho de la participación, que cifró en unas dos mil personas (un millar según la Policía Local), aunque quedó lejos de la gran manifestación de febrero de 2021, con casi cinco mil personas en la calle.

Martín Bellido hace un balance muy negativo de la actual legislatura, que asegura ha supuesto un retroceso en cuanto a movilidad activa. Se han perdido kilómetros de carril bici y también ha desaparecido de la ciudad el servicio de préstamo, que «de la noche a la mañana, sin previo aviso, se cambió hace dos años por un sistema de bicicletas con pedaleo asistido que ha multiplicado por 1.700 el coste de los anteriores alquileres».

Lamenta que el Ayuntamiento de Málaga no haya sido receptivo a sus recomendaciones y no se haya sumado a los proyectos de sistemas públicos de bicicletas que han contado con fondos Next Generation de la Unión Europea. «Han renunciado a los fondos europeos y han preferido un sistema privado y privativo por el precio», ha asegurado.

El presidente de Ruedas Redonda ha calificado de «timo» el nuevo carril 30, recogido en la última ordenanza de movilidad. «Incluso se comprometieron a controlar la velocidad, pero no se han puesto en servicio los radares que se compraron para ese fin. Pintar en el suelo el número 30 no nos protege», señala.

El portavoz y candidato del PSOE a la Alcaldía en las próximas elecciones municipales, Daniel Pérez, ha sido uno de los participantes en la marcha. Ha señalado que el gobierno municipal «no cree en la bicicleta» y aboga por un cambio cultural que facilite la extensión de su uso.

En la marcha, algunas familias completas han querido disfrutar de la mañana primaveral y hacer al mismo tiempo una acción reivindicativa. Once personas, de El Palo y Fuente Olletas, se han reunido en la manifestación. Katerina, de 14 años, explica que tiene que ir de Fuente Olletas al pabellón deportivo de la Universidad en Teatinos, donde practica rugby, y no tiene carriles bici para circular con seguridad, por lo que a veces su padre, Javier Torres, la acompaña.

Desde Parque Litoral, en el distrito de Carretera de Cádiz, han llegado a la manifestación la familia Conde Melgar, de cinco miembros y un grupo de amigos. Demandan más y mejores carriles bici en el distrito y el padre denuncia el peligro que supone Muelle de Heredia, lo que en la práctica les dificulta el acceso en bicicleta al centro de la ciudad.

Santiago y Alejandro, padre e hijo, viven en La Virreina y son usuarios habituales de la bicicleta, que cogen los fines de semana. Echan en falta más carriles bici y Alejandro, con 8 años, se muestra muy ilusionado por practicar el deporte del ciclismo.

Familias completas se han sumado a la manifestación, con niños de corta edad. Es el caso de Dori Felpeto Blanco, que ha acudido con sus hijos de 3, 5 y 7 años, el más pequeño en un transporte adaptado. Dori critica que la última ordenanza de movilidad haya prohibido su uso para circular por la ciudad. Dice que a los niños «les encanta ir al colegio en bici», pero no pueden por estas limitaciones. Los pequeños han aguantado como auténticos campeones el paseo de casi 15 kilómetros.

La manifestación también ha servido para el reencuentro de viejos amigos. Tina, malagueña nacida en Madrid, e Ian, británico de Manchester, han compartido la jornada. Se hicieron amigos hace tres meses en una de las manifestaciones y ahora se ven de vez en cuando tanto en Málaga como en Berlín, donde él pasa seis meses al año y donde vive la madre de Tina.

Terminada la marcha, de nuevo en la explanada del puerto, Fidel, de once años, resume lo que para él ha significado la jornada: «Una oportunidad para reivindicar que se puede ir en bici, que el coche produce contaminación y emisiones de CO2 que dañan la capa de ozono y que podemos hacer de la bicicleta una buena imagen para Málaga, mostrando que podemos hacer una ciudad más sostenible».