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Miércoles, 13 de octubre 2021, 13:40
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Los médicos de atención primaria de Málaga dicen que ya no pueden más por el empeoramiento de su situación laboral a causa de la pandemia. Por eso, reclaman mejoras inmediatas en los centros de salud, con un aumento del presupuesto, más medios para poder pedir pruebas diagnósticas, más tiempo para ver a los pacientes, el incremento de las plantillas, mejores retribuciones, ofrecer contratos estables y largos a los facultativos que se fueron a trabajar fuera y la renovación de todos los contratos que acaban el 31 de octubre. «Es el momento ineludible de cambiar. Para muchos de los médicos que queremos ayudar y hacer bien nuestro trabajo, la situación que vivimos es una pesadilla continua», han dicho representantes del Colegio de Médicos de Málaga, del Sindicato Médico de Málaga (SMM) y de la Asociación Basta ya, que agrupa a facultativos de familia y pediatras.
Estas tres organizaciones han dado este miércoles una rueda de prensa conjunta para denunciar las carencias que sufren los profesionales de la medicina de atención primaria. Para revertir ese negro panorama exigen más presupuesto. «Las soluciones no pueden demorarse más», han dejado claro. Y han alertado de que «hay médicos de atención primaria que están rotos. Nos estamos quedando sin médicos, sin médicos no habrá sanidad pública». Igualmente, han hecho hincapié en que las agendas se ajusten bien, sin asignar citas a la misma hora a varios pacientes, para evitar que se saturen las salas de espera y haya riesgo de contagios de Covid.
En la rueda de prensa han comparecido la representante de atención primaria del Colegio de Médicos de Málaga, Silvia Rodríguez Moreno; el delegado de atención primaria del SMM, José Becerra, y la presidenta de la asociación Basta ya, Carmen González Uceda. Asimismo, ha habido una concentración de protesta de los médicos de familia en la puerta de los centros de salud de 11.00 a 11.10 horas. Igualmente, se está preparando una concentración de protesta para el 21 de octubre junto a la Delegación de la Junta de Andalucía en Málaga.
Las tres organizaciones han dicho que están a favor de la consultas presenciales y que estas tengan al menos 10 minutos por paciente, con un límite de 25 o 30 usuarios por día. Asimismo, defienden que se mantenga la consulta telefónica para una serie de trámites que se pueden resolver de esa forma. Silvia Rodríguez, José Becerra y Carmen González han negado rotundamente que los médicos no quieran atender de forma presencial a los enfermos y que sean unos vagos. «Hemos trabajado sin apenas descanso y nos hemos enfrentado al coronavirus sin protección adecuada durante mucho tiempo, aun cuando estábamos en nuestro derecho de negarnos a hacerlo», han subrayado. Y han apostado por el mantenimiento del doble circuito asistencial y de todas las medidas de seguridad necesarias en los centros para profesionales y pacientes mientras se mantenga el riesgo de contagio por el virus.
Asimismo, han denunciado que hay una parte de la ciudadanía que hace un mal uso de la sanidad pública y de las consultas médicas. «Los médicos no podemos ni debemos seguir atendiendo lo que no es de nuestra competencia o no está en la cartera de servicios. Esto es un cáncer para el sistema sanitario público que nos desgasta y nos sobrecarga innecesariamente», han recalcado. En ese sentido, han dejado claro que el nuevo modelo de agenda que la Administración sanitaria está implantando en los centros de salud malagueños no puede significar el regreso a la misma situación que había antes de la pandemia, porque la realidad en los centros asistenciales no lo es. «Los médicos de primaria hemos dado respuesta a la pandemia con solo un aumento del 5% de las plantillas (19% más en enfermería)».
Por otro lado, han asegurado que los facultativos de los centros de salud están capacitados para resolver hasta el 90 por ciento de las enfermedades, pero para ello necesitan los medios adecuados. También han exigido al SAS que aplique la jornada de atención continuada en la atención primaria, de forma que los médicos que lo soliciten puedan trabajar de tres a ocho de la tarde para sacar adelante la lista de espera que se ha creado durante la pandemia, tarea que debe ser retribuida convenientemente.
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