Maquinaria pesada para quitar las toneladas de fango, cañas y residuos que taponan el Guadalhorce

Tras unos primeros trabajos de asentamiento del terreno y de retirada por parte de una retroexcavadora de los desechos que impedían el paso del agua por los tubos de hormigón habilitados como vanos de este vial, una gran excavadora desplazada desde Granada ha empezado a despejar el cauce este martes. Se la esperaba desde el miércoles pasado, pero entre la burocracia y las previsiones de lluvia del pasado fin de semana ha sido esta mañana cuando ha desplegado su brazo de 16 metros. Y con trabajo por delante, debido a la gran la cantidad de fango y residuos que se han acumulado. Aún así, a medida que la máquina retira material y lo carga en los camiones dirección al vertedero, el agua se va abriendo paso. El Ayuntamiento ha asumido la retirada mediante un contrato de urgencia adjudicado directamente a la misma empresa que se encarga de la obras del puente peatonal.

Tras hacerse eco este periódico de la presa en la que se había convertido este vial, la Gerencia Municipal de Urbanismo tramitó de urgencia la contratación de estos trabajos. La primera opción que se manejó, por evitar el sobrecoste para las arcas públicas, se plasmó en un acuerdo entre Junta de Andalucía (competente del dominio público hidráulico) y el propio Ayuntamiento (ente responsable de la contratación de los trabajos, aunque son cofinanciados por la Diputación) para repartirse las tareas, de forma que para agilizar la retirada la Delegación Territorial de Medio Ambiente enviaría las excavadoras y los camiones de una empresa ya contratada para este tipo de incidencias mientras la Administración local no le cobraría las tasas por uso del vertedero.

Sin embargo, esta solución se topó con la burocracia, o con la legalidad, ya que la Intervención Municipal advirtió que el Ayuntamiento no puede aplicar una exención de tasas a otra entidad. Por ello, finalmente ha sido la Gerencia de Urbanismo la que ha acometido la contratación de urgencia de otra empresa para que se encargue de despejar el cauce para que el caudal siga su curso. En este sentido, se descartó la posibilidad de pedir responsabilidades a la adjudicataria de las obras del puente peatonal al considerar que es una situación sobrevenida por la tromba y que la empresa no tiene nada que ver con los residuos y desechos arrastrados.

El origen del tapón está en que el carril habilitado entre la autovía de Guadalmar y la antigua N-340 a la altura del polígono Azucarera está dotado únicamente de cuatro tubos de hormigón para permitir el paso del agua a modo de vanos, los cuales han resultado insuficientes ante tal aluvión de maleza y residuos que, mezclados con el fango, generaron una capa que imposibilitaba el paso del agua río abajo.

Agentes de medio ambiente del paraje (adscritos a la Consejería de Medio Ambiente) informaron el pasado lunes de la situación a las tres administraciones implicadas: Junta de Andalucía, Ayuntamiento y Diputación, ésta última como promotora del puente peatonal que formará parte de la Senda Litoral que está realizando el ente supramunicipal para crear un recorrido transitable para viandantes y ciclistas de 180 kilómetros ininterrumpidos desde Manilva hasta Nerja.