Un malagueño se une a la NASA china para cultivar plantas en el espacio

«Ellos tienen los recursos, pero el nivel de conocimiento científico y técnico lo tenemos en España», explica, a la vuelta del gigante asiático, donde acaba de firmar un protocolo de colaboración entre el Centro de Exploración Espacial de la Universidad de Chongqing y un equipo de científicos españoles de alto nivel. Para calibrar la importancia de este centro, cabe mencionar que no sólo es el responsable de la investigación en astrobiología y ecosistemas extraterrestres, sino también del diseño de los rover de exploración espacial de la Agencia Espacial China.

Ortega cuenta que se puso en contacto con Gengxin Xie, científico chino que preside el centro de exploración espacial y diseñador jefe de la carga biológica de la misión que en enero logró que brotara el primer plantón de algodón en la Luna, dentro de la misión Chang'e 4. Lo hicieron con una microcápsula, similar a la idea que propusieron los jóvenes investigadores malagueños hace dos años, «pero mucho mas costosa». «Les ofrecimos establecer sinergias y hemos estado en contacto entre enero y agosto, hasta que pude viajar a china para hablar en persona y materializar la colaboración», relata, y añade: «Había que coger este tren, que no sabemos a dónde puede llegar, China invierte mucho en materia espacial con un programa increíble, que incluye bases lunares, una estación espacial y llegar a Marte, que es algo que vamos a ver a medio plazo».

Talento español

El joven científico destaca que si ellos tienen dinero para invertir y tecnología, los españoles aportan experiencia y conocimiento científico avalado sobre atmósferas planetarias, astrobiología, adaptación molecular a condiciones extremas y geología planetaria. En el equipo se integran, entre otros, Francisco Javier Medina, que ha llevado a cabo experimentos sobre el cultivo de plantas en el espacio y en microgravedad en la Estación Espacial Internacional; y Raúl Herranz, que trabaja en materia de insectos y plantas en vuelos espaciales y microgravedad simulada, entre otros científicos nacionales. «Los chinos han conseguido un hito tremendo pero hay que seguir trabajando sobre los efectos en el crecimiento de las plantas con gravedad lunar, y en eso puede ayudar la experiencia de España».

En diciembre se espera que una delegación de aquel país venga a España para conocer el Instituto de Geociencias del CSIC y la Universidad Complutense, de la mano de Jesús Martínez-Frías, director de la Red Española de Planetología y Astrobiología (Redespa). También podrían visitar el Timanfaya, en Lanzarote, uno de los análogos marcianos mas potentes de la tierra.