Málaga intenta ampliar el rastreo de contagios del Covid-19 con militares y fisioterapeutas

La petición se enmarca en la oferta que hizo hace unos días el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de poner 2.000 militares a disposición de las comunidades autónomas que lo soliciten para realizar labores de seguimiento de los casos de Covid-19. Andalucía es una de las autonomías que quieren contar con miembros de las fuerzas armadas para la vigilancia del coronavirus. El distrito sanitario Málaga-Guadalhorce ha pedido 33 militares (uno para cada uno de sus centros de salud) y otros 12 para ser asignados a los centros que tienen un mayor número de positivos que rastrear.

Recurrir a las fuerzas armadas es una alternativa para combatir el incremento de contagios y, por consiguiente, el exceso de trabajo que soportan los profesionales que se encargan de esa labor, que se ven desbordados al haberse disparado los positivos en las últimas semanas. «Estamos buscando personal debajo de las piedras para que refuercen una tarea que cada vez es mayor», dijeron fuentes sanitarias, que destacaron que por cada contagiado, de media, hay que seguir de siete a diez personas que han mantenido contacto con un afectado por el SARS-CoV-2.

En el distrito sanitario Málaga Guadalhorce hay centros de salud que han llegado a notificar 100 positivos de Covid-19 en un día, con lo que ha sido necesario llevar a cabo cerca de 800 llamadas telefónicas para rastrear posibles contagios. Ante esa avalancha de trabajo, y al no haber disponibles médicos y enfermeros para contratar en la bolsa única del SAS, el distrito sanitario Málaga Guadalhorce ha contratado a siete fisioterapeutas para que se encarguen también del rastreo de casos. «Necesitamos refuerzos de inmediato, ya sean militares, fisioterapeutas, auxiliares de enfermería o integrantes de otras categorías profesionales. Todo el que venga ayudarnos será bien recibido, porque los contagios crecen a un ritmo superior al esperado y tenemos una carga de trabajo muy grande», manifestó un médico de familia con más de 25 años de experiencia.

Otra medida que se baraja es contar con médicos internos residentes (MIR) de tercer y cuarto año de la especialidad de medicina de familia para que al menos un día a la semana se encarguen también del seguimiento de los casos de Covid-19. «Es una oportunidad única para esos médicos residentes de vivir una pandemia desde dentro, colaborando en el rastreo de los contagios», indicaron fuentes de atención primaria. El tiempo que esos MIR dediquen al control y a la vigilancia de los casos se les compensará posteriormente para que no pierdan conocimientos de otras materias durante su formación.

Igualmente, se está a la espera de que el SAS autorice a médicos jubilados, que se presenten voluntarios, realizar también tareas de rastreo. «Cuantos más efectivos tengamos, mejor serán los resultados para reducir la expansión del virus», recalcó otro profesional de atención primaria.

Este médico indicó que, en ocasiones, cuando efectúan el seguimiento de casos comprueban que personas que deben estar durante 14 días sin abandonar sus casas, por haber estado en contacto con un contagiado, hacen caso omiso de la medida y salen a la calle para ir a trabajar, comprar o incluso viajar. «Nos encontramos con gente que no respeta nuestras indicaciones. Y eso favorece que el virus circule y haya más contagios», aseguró el facultativo.