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Ángel Terrón, junto a su monociclo eléctrico Salvador Salas
Ángel Terrón: «Málaga necesita recuperar el espacio de los coches, aunque sean medidas impopulares como reducir accesos y carriles»

Ángel Terrón: «Málaga necesita recuperar el espacio de los coches, aunque sean medidas impopulares como reducir accesos y carriles»

El copresidente de la Asociación de Usuarios de Vehículos de Movilidad Personal y Ecológica de Málaga (Ampem) expone su visión sobre la movilidad del futuro

Ignacio Lillo

Málaga

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Domingo, 6 de octubre 2019, 02:00

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Ángel Terrón (Bilbao, 49 años) está afincado en Málaga desde hace dos décadas. Es técnico de Comercio exterior y Transportes, y trabaja como autónomo y asesor de movilidad. Desde su fundación, a principios de año, es copresidente de la Asociación de Usuarios de Vehículos de Movilidad Personal y Ecológica de Málaga (Ampem), que a su vez está integrada en la Federación de Vehículos de Movilidad Personal de España. El colectivo todavía es joven y tiene pocos socios, aunque unos 700 malagueños participan en sus canales de comunicación en las redes sociales. Su visión sobre la movilidad del futuro no dejará indiferente a nadie.

-¿Cuánto tiempo lleva usando el monociclo eléctrico para desplazarse por Málaga?

-He sido usuario de moto (tuve una eléctrica) y finalmente la vendí y ahora uso la bici y el monociclo. Empecé con este hace un año, en el que he hecho unos 4.000 kilómetros, con días de 30-35 kilómetros. Pere Navarro (director general de la DGT) se equivoca cuando dice que los Vehículos de Movilidad Personal (en adelante, VMP) reducen la gente que camina o va en bici; las encuestas dicen que se usan para trayectos de más de cinco kilómetros, que son largos para andar y cortos para el coche. El VMP es ideal para muchas personas. Tenemos la sensación de que se está retrasando la toma de decisiones que pueden ser impopulares pero valientes, pero la población ya entiende que es necesario quitar coches de la circulación. El coche es necesario para muchas personas y circunstancias, pero los padres pueden llevar a los niños al colegio sin necesidad de moverlo. Pensamos que es calidad de vida, pero estar dentro del coche con el aire acondicionado, la música y los filtros de aire mete tráfico e impide que los vehículos necesarios, como emergencias y suministros lleguen a tiempo. Es un acto egoísta y fomentado.

-¿Cómo valora la evolución de estos vehículos en ese año?

-Ha crecido muchísimo, vemos que cada vez más gente se atreve a sacar la bici y en el último año el acceso y conocimiento de los VMP se ha disparado. Han bajado la ventas de bicis eléctricas y ha crecido exponencialmente la compra de estos.

-¿Tiene coche?

-Sí, tengo un coche modificado para que consuma gas y contamine menos. Sólo lo uso en viajes de más de 40 kilómetros y comparto el viaje en Bla Bla Car. El éxito de esta aplicación demuestra que la gente es inteligente, cuando algo es bueno lo adoptamos, yo lo he usado por toda Europa. El monociclo siempre lo uso en el ámbito urbano, lo dejas es una esquina, no ocupa nada y nadie se entera. Y además mola (sonríe).

«Hay que bajar la velocidad en las calles a 30 km/h para que puedan convivir los coches, las bicis y los VMP»

«En las ciudades la clave es la intermodalidad, que se pueda cambiar fácilmente de modo de transporte»

-Los patinetes y monociclos como el que usted utiliza, ¿por dónde deberían circular?

-Lo ideal es que los Vehículos de Movilidad Personal y las bicis vayamos por zonas donde no pongamos en peligro a otros usuarios. Se debe bajar la velocidad genérica de las ciudades a 30 km/h, algo que está dentro de la propuesta de la DGT, y que siempre haya una alternativa segura para circular con bicis y con estos. Queremos hacer causa común con las bicis, tenemos que ir los dos en la misma dirección. Hay dos niveles, el estatal y el municipal, y hemos hecho propuestas en el Ayuntamiento y al reglamento estatal para la pacificación del tráfico, para que en las vías urbanas donde se circula a 50 km/h haya siempre un carril específico reducido a 30, y que sea el más próximo de la derecha, para el uso de bicis y VMP y que los peatones estén más protegidos.

-¿En Málaga, cuál es la situación?

-Vamos a formar parte de las mesas técnicas en el Ayuntamiento de Málaga, para la transposición de la normativa a nivel local, y donde pedimos la pacificación del tráfico; que los carriles más cercanos a las aceras tengan la velocidad reducida a 30 y se permita el acceso a VMP y a las bicis; y mejorar la red de carriles bici. Además, es básico eliminar las aceras bici.

-¿Qué ocurre con estas?

Hay que recuperar las aceras para los peatones. El 70% del espacio público está ocupado por los coches, bien sea aparcados o en circulación. En la ciudad queremos que la gente pasee, que turistas, niños y personas mayores vayan con tranquilidad, y eso pasa por ganar espacio para los peatones. No queremos pelearnos con los peatones para circular, la medida básica es calmar el tráfico y reconquistar la calzada para los vehículos menos perjudiciales en términos de salud, seguridad, medio ambiente y ruido. Los peatones estarán más tranquilos si los coches van más despacio. Todos somos conductores, peatones y ciclistas, estamos hablando de convivencia, seguridad y salud. Y también hablamos de resiliencia, lo que hace referencia a que en pocos años no podremos permitirnos tener coches dentro de las ciudades, por estas causas y porque los combustible serán muy caros por su escasez. De ahí los movimientos de los fabricantes de coches por el 'carsharing' (coche compartido), porque ven que no tiene futuro en las ciudades. Y esto nos tiene que pillar preparados.

-¿Málaga es una ciudad idónea para este tipo de vehículos?

-Compañeros de otras ciudades nos dicen que está muy bien, hay rebajes en las aceras, que son anchas; no es perfecta pero está mucho mejor que otras, aunque va por zonas. Turistas y ciudadanos necesitamos que sea una ciudad tranquila y que se pueda disfrutar: Málaga es la ciudad idónea para implementar medidas de convivencia vial, aunque necesitamos más sombras y que los concejales caminen más para que comprueben cómo se sigue dando preferencia a los coches frente a los peatones. Por extensión y topografía es una ciudad muy buena para bicis y VMP, y sería perfecta si facilitáramos el uso de vehículos no contaminantes, que ocupan menos espacio, son silenciosos y buenos para la salud. Málaga necesita recuperar el espacio de los coches, aunque sean medidas impopulares como reducir accesos y carriles, pero en la mayoría de experiencias urbanas, como la calle Larios, son un éxito y no hay vuelta atrás. Si mucha gente se curó del tabaco es posible que mucha gente se cure del coche, que nos da una falsa sensación de comodidad y seguridad. El coche es muy bueno para trayectos largos pero muy malo para los cortos. Actualmente, pedalear detrás de un camión o un autobús con el humo es costoso para la salud, los pioneros en la reconquista del espacio público lo estamos pasando peor (sonríe).

-¿Cree que la ciudadanía malagueña está preparada para este cambio de mentalidad?

-Hay una campaña brutal en contra de los VMP, facilitada por los agentes que hacen negocio de la movilidad, como son los fabricantes de coches, y los medios de comunicación se han prestado, los anuncios publicitarios nos ridiculizan como si fuéramos esnobs. Los malagueños son perfectamente capaces de entender que necesitamos una convivencia. Ha habido veces que me he sentido recriminado porque la gente tiene predisposición, te ven y se asustan aunque pases con precaución, pero cuando se lo explicas la gente lo entiende, sobre todo, que queremos ganar espacio para el peatón. La bici no causa ese rechazo porque está muy interiorizada. La administración tiene que facilitar que se utilicen los VMP, y la infraestructura necesaria tiene un coste muy inferior a otras. Muchas veces hablamos de coches eléctricos, pero no son una solución para la ciudad, además de que la infraestructura necesaria para recargar es mucho más costosa que para los VMP, que se podrían recargar con un enchufe gratis en unas pérgolas fotovoltaicas en las paradas de autobús. Sólo con eso ya estarían facilitando la movilidad eléctrica.

-¿Cómo resuelve la necesidad de coche de muchas personas?

-En las ciudades es fundamental la intermodalidad, que la gente pueda cambiar fácilmente de modo de transporte: caminar, usar el transporte público, el VMP y otros que modos que van a salir. Una ciudad será inteligente y ágil cuando un ciudadano no tenga que ir siempre en el mismo modo de transporte.

-¿Qué ocurre con los usuarios de fuera de las ciudades?

-El reglamento de la DGT pretende prohibir los VMP fuera de las ciudades, y eso dejaría a la mitad de la población sin oportunidades. Pedimos que no se prohiba y que se equipare a las bicis, porque tienen similar masa y velocidad, y pueden ir por el arcén, que es una lucha del colectivo ciclista que está ganada. Hay que asimilarlos a las bicis, es muy sencillo y no complica la vida a los usuarios.

-Hay muchos expertos en movilidad que ya rechazan que los carriles bici sean una solución.

-Son útiles y necesarios para ciertas cosas, en sitios donde la convivencia con los coches sea difícil, porque los usuarios necesitamos seguridad para ir por las vías principales, y no son caros de hacer, aunque tienen que estar bien hechos. Pero no vemos útil que haya carriles bici en todas las calles porque bajando la velocidad de los coches sería suficiente para moverse en condiciones de seguridad. Lo que no se puede permitir son las aceras bici, que son incluso peligrosas, porque dan una falsa sensación de seguridad tanto a bicis como a peatones. También tienen que estar bien mantenidos y bien iluminados, y no como ahora. Lo de que Málaga funciona es un chiste.

-¿Por qué se han constituido en asociación?

-El objetivo es ser interlocutores con la administración y con otros agentes sociales, y fomentar buenas prácticas y la atención a los usuarios.

- Por último, ¿Qué horizonte tienen los VMP en Málaga?

-Las empresas de energía van hacia las renovables porque cada vez cuesta más extraer petróleo, y nos podemos encontrar un futuro con el gasoil a seis euros el litro. La transición a las energías renovables es irrevocable, no es una moda, está científicamente demostrado y tenemos que ser inteligentes para adaptarnos. A la vez, se van conociendo y adoptando medios cada vez más eficientes y sostenibles, llegaremos en unos años a tener vehículos adaptados a necesidades específicas, como coches movidos por energía solar. Las administraciones tienen que estar lo suficientemente informadas y coordinadas con los usuarios y ser valientes para tomar decisiones no en función de lo que es popular hoy, sino lo que será inteligente dentro de cinco a diez años. Como ve no son plazos de ciencia ficción. Hace 10 años era impensable hacer 40 kilómetros con un monociclo eléctrico, como hago ahora.

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