Hosteleros de Málaga se enfrentan al Ayuntamiento por la obligación de reducir las terrazas en el Centro en Semana Santa
El plan de seguridad para la Semana Santa fija una rebaja del 50% y afecta a 300 negocios del Centro, lo que ha llevado al sector a ponerse en pie
La Semana Santa de 2022 también será recordada por el sonado encontronazo entre el Ayuntamiento y los hosteleros del Centro. El plan de seguridad establecido ... para garantizar el desarrollo sin sobresaltos de los recorridos procesionales fuerza a muchos bares y restaurantes del Centro a retirar un 50% de mesas en sus terrazas. Un requerimiento que empezó a llegar al buzón de los empresarios la semana pasada y que ayer desembocó en una protesta a las puertas del Ayuntamiento, hasta donde acudieron cerca de cien hosteleros para forzar una reunión con el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, con el objetivo de buscar una solución. Un propósito que consiguieron. Al menos, en parte. Momentos más tarde, una delegación de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos), con su presidente, Javier Frutos, a la cabeza, estaba sentada con el regidor y más representantes municipales en una mesa. Entre ellos, también, el concejal de Seguridad, Avelino Barrionuevo, y la concejala del Área de Comercio y Gestión de Vía Pública, Elisa Pérez de Siles, además de representantes de la Policía Local y Protección Civil. Tras más de tres horas de deliberación, las partes acordaron reunirse de nuevo hoy para ver cómo se puede apagar el incendio desatado al inicio de una Semana Santa ansiada por los hosteleros, un sector que viene de padecer como ningún otro las consecuencias de la pandemia.
El malestar que ha provocado el mencionado plan de seguridad entre los propietarios de bares y restaurantes tiene pocos precedentes. Como prueba, las palabras y los adjetivos que utilizó Javier Frutos para explicar el contexto nocivo que se generaría para los negocios del Centro, antes de personarse en la escalinata del Consistorio, como se puede apreciar en la imagen que acompaña esta información. «Una bofetada a mano abierta». Así aseguró que había sentado el plan de seguridad entre el sector, además de crear una perplejidad que se habría visto intensificada por el casi nulo margen que se le ha dejado a los hosteleros para planificar y adaptarse a una realidad con la que no contaban. Para los hosteleros, el escenario es el mismo que en 2019, el último año en el que se celebró la Semana Santa, por lo que el desconcierto entre los afectados sería mayúsculo. Según los cálculos ofrecidos por Mahos, unos 300 bares y restaurantes del Centro estarían afectados por la obligación de achicar sus terrazas, lo que causaría graves perjuicios económicos, una vez que tanto la contratación de personal así como el avituallamiento se habría hecho en función a unos parámetros que ahora son papel mojado.
Los datos
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300 El número de bares y restaurantes del Centro que, según Mahos, se verían afectados por la obligación de reducir el espacio de sus terrazas.
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Críticas. Los hosteleros critican el nulo margen de actuación que les deja un requerimiento que les empezó a llegar este miércoles.
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Personal. Los bares y restaurantes han contratado personal y han llenado las neveras contando con un escenario idéntico al de 2019, por lo que aseguran estar «perplejos» ahora mismo.
Planificación imposible
Después de ser uno de los sectores más perjudicados por la pandemia, los hosteleros tenían todas las esperanzas puestas en esta Semana Santa. Con los contratos hechos y los almacenes llenos en función de un plan de negocio que ahora queda en entredicho, Frutos insistió en que «los hosteleros se sienten perplejos». Sin margen de reacción, el presidente de los hosteleros detalló que las consecuencias de no llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento serían nefastas, ya que todos los gastos ya estarían hechos. «Las previsiones no las podemos hacer de un día para otro», reiteró las numerosas dificultades por las que ha pasado el sector en el pasado y el reto que ha supuesto el adaptarse a la nueva reforma laboral, que obliga a contratar a lo que antes era personal eventual como fijos discontinuos.
Además, los hosteleros aseguraron que el plan de seguridad carece de fundamento porque los recorridos no varían apenas respecto a los de 2019. «Entendemos que desde 2019 a 2022 no hay ningún cambio que justifique esta aberración que se está haciendo con la hostelería», subrayó Frutos al atender a los medios de comunicación.
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