¿Qué hacemos con los niños?
La previsible incorporación al trabajo en el medio plazo, con los colegios cerrados y sin la opción de los abuelos, complica la conciliación
Álvaro Martín es autónomo del sector de la comunicación. Su mujer trabaja como administrativa y desde que comenzó el confinamiento ambos teletrabajan y se ... reparten las tareas de la casa y el cuidado de sus dos hijos, de 8 y 5 años. La vida entre las cuatro paredes de un piso de dos habitaciones ha puesto a prueba en las últimas seis semanas la intendencia del hogar, pero ahora esta pareja se enfrenta a una prueba mucho más complicada. «Yo por el momento he tenido libertad horaria, pero no está lejos el momento en que tenga que volver a reuniones presenciales o a algún acto profesional. Y mi mujer está en las mismas, se tendrá que incorporar en breve. ¿Qué haremos entonces con los niños?». La pregunta se repite en estos días en miles de hogares, que se enfrentan a la vuelta paulatina a la «nueva normalidad» con dos realidades incontestables que complican aún más el difícil equilibrio de la conciliación: los colegios siguen cerrados y la opción de dejar a los niños al cuidado de los abuelos no está permitida por el momento.
El hecho es que seis semanas después de que se decretara el estado de alarma, ya se han comenzado a poner sobre la mesa propuestas de calendario para esa vuelta progresiva a los trabajos. La Junta de Andalucía, por ejemplo, ha solicitado que el 11 de mayo abran sus puertas los comercios y que el 25 de mayo se sumen los negocios de hostelería. La primera quincena de junio quedaría reservada para los hoteles. Y a falta del visto bueno por parte del Gobierno central, el resto de sectores se incorporarán antes o después a la rutina laboral. Eso sí, dejando sin despejar la incógnita de la conciliación y sumiendo en la incertidumbre a padres con hijos pequeños a su cargo.
Ante este panorama, Álvaro lo tiene claro: «A nosotros se nos plantea un problemón con los niños». No es el único caso; en realidad el suyo es uno de tantos. A Raquel Aranda le ocurre lo mismo. Ella, dietista en una empresa de catering que ha seguido prestando servicio para niños en riesgo de exclusión social, y su marido, farmacéutico, han trabajado fuera de casa estas semanas porque sus empleos están entre los considerados esenciales. Y también han tenido que ajustar horarios: «Mi jefe me ha permitido flexibilizar entre lo presencial y el teletrabajo, de modo que hago un primer tramo en la empresa de seis a nueve y media de la mañana y el resto en casa. Llego justo para que mi marido se vaya a abrir la farmacia y ya me quedo yo a cargo de Lola (9), nuestra hija», explica Raquel, que tampoco para darle vueltas a las «reducidas opciones» que quedan cuando se termine el teletrabajo y tenga que volver a las ocho horas a pie de cocina. «Está mi madre, pero ella es grupo de riesgo (...). Mi hermana, que está en la misma situación que yo, también le tendría que dejar a los suyos, así que intentaremos hacerle a los niños el test para ver si han pasado o no el coronavirus y calibrar el peligro real que hay», avanza.
Más extras para la economía
En realidad, y aunque no esté permitido por el riesgo que supondría para la salud de los mayores, la opción de los abuelos está sobre la mesa en un momento, además, en que la posibilidad de contratar a alguien para que se haga cargo de los niños pesa como una losa en muchas economías domésticas, castigadas por el parón que ha representado la crisis sanitaria. «Y además eso también sería un riesgo», observa Álvaro, que ha descartado la opción de la chica que normalmente ayuda con la limpieza de casa y en el cuidado de los niños durante las vacaciones.
Para tratar de dar respuesta a esa nueva problemática, el gobierno regional trabaja en estos días, y en paralelo al resto de planes, en una serie de medidas que favorezcan la conciliación. Así lo han confirmado a SUR fuentes de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, aunque por el momento se desconocen los detalles de la propuesta. Hasta conocerla, el Gobierno central ya ha sugerido a las empresas que mantengan las fórmulas vinculadas al teletrabajo y a la flexibilidad horaria.
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