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Salvador Salas
La guerra nacional del taxi contra Cabify complica el conflicto abierto en Málaga

La guerra nacional del taxi contra Cabify complica el conflicto abierto en Málaga

Los taxistas levantarán el paro si la Junta se compromete a un cambio normativo para controlar las VTC que vienen de otras comunidades

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Miércoles, 16 de agosto 2017, 00:38

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La huelga indefinida que los taxistas de Málaga iniciaron la madrugada del domingo en su protesta contra Cabify continuará al menos hasta hoy, en función del resultado de la reunión que el sector mantendrá en Sevilla con el consejero de Fomento, Felipe López, para pedirle que se controlen las VTC (vehículos de alquiler con conductor) que vienen de otras comunidades. Pero al margen del devenir de ese encuentro y de lo que el sector decida en asamblea por la tarde, la realidad es que el paro protagonizado por los taxistas de la capital en plena feria, que se ha extendido por la Costa del Sol coincidiendo con el puente de mayor afluencia de viajeros del año, se ha convertido en el punto de ignición de un conflicto que salta ya al ámbito nacional con la guerra que el taxi tiene declarada a la proliferación de licencias de VTC.

A ello también ha contribuido la llegada de taxistas de otras ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla o Córdoba, hasta el punto de que algunos de ellos se han puesto incluso al frente de las protestas de los últimos días. De hecho, de la exigencia de que Cabify retire los 35 coches desplazados desde Madrid para aprovechar el tirón de la feria se habla ahora de que «este movimiento que ha nacido en Málaga debe conseguir una normativa específica clara y aplicable que despejen a futuro más situaciones desagradables para todos como la surgida aquí, de forma que estas reivindicaciones sirvan como detonante para que todas las comunidades autónomas den soluciones a este gravísimo problema».

De momento, la tensión de las últimas jornadas se rebajó ayer, después de los llamamientos a la calma de las asociaciones del sector y, sobre todo, el mensaje de condena que trasladaron públicamente desvinculándose de cualquier acción violenta como las sufridas por varios conductores que operan a través de Cabify o del propio presidente de la asociación Unauto VTC.

Un paso que las cinco asociaciones del sector (Aumat, Taxi-Unión, Taxi Élite, Amata y Amat) dieron para tratar de reconducir la situación y cortar los atisbos de radicalización. Primero la noche del lunes con una nota informativa y ayer a viva voz durante la asamblea sectorial celebrada en vísperas de la reunión de esta mañana con la Junta.

En ese encuentro, al que también acudirán representantes del taxi de Marbella y Sevilla, además del presidente de la Federacion Andaluza de Autónomos del Taxi, Miguel Ruano, el colectivo podrá como condición para levantar el paro un compromiso por escrito de que de forma inmediata se iniciarán los pasos para modificar la normativa autonómica a fin de crear algún sistema de control de las VTC que vienen de otras regiones para vigilar que no superan el 20% de servicios que les permite la ley y que siempre operen bajo precontratación sin captar clientes en la calle.

Además, en la lista de peticiones también figura la constitución de una mesa de negociación que, con fechas claramente delimitadas, pueda avanzar en el desarrollo de todas las propuestas del sector. Más a futuro, también se va a solicitar el apoyo de la Junta para instar al Gobierno central la implantación de una app nacional y un teléfono único para avanzar en la modernización del taxi.

«Estamos locos por solucionar esto, porque son días muy significativos y debemos prestar el servicio que corresponde», afirmaba el presidente de Aumat, José Royón, sin ocultar la pérdida de facturación que les está ocasionando dejar de trabajar en estas fechas. Respecto a sus reivindicaciones, incidió en que «lo único que se pide es que se cumpla la ley». «Una VTC no puede captar clientes en la calle, pero los estamos viendo ofreciéndose y esperando en las paradas a que les salte el servicio. Eso es una provocación y no todos reaccionamos igual», remarcaba el representante, quien además de hacer un llamamiento a la calma, condenar las acciones violentas y pedir disculpas a los usuarios también requirió a sus compañeros que cumplan los servicios mínimos, de forma que estén operativos unos 290 de los 1.432 taxis con licencia en Málaga.

A modo de anticipo, el consejero de Fomento, Felipe López, garantizó ayer que la Junta intensificará la inspección hacia las VTC, aunque remarcando que es el Ejecutivo central «el que debe legislar e introducir medidas normativas, ya que no es un problema de inspección, sino de norma». «La inspección tiene importancia, pero no va a resolver el problema, y la normativa la debe establecer el Estado, que ha dicho que un punto de entendimiento razonable para que convivan los sectores es la proporción de una VTC por cada 30 taxis», abundó.

Una ratio que ha quedado desfasada tras la liberalización del sector en 2009, y de muy significativa en la provincia de Málaga, donde a día de hoy hay 436 licencias de VTC frente a 2.583 taxis (una por cada 5,9 taxis), según los últimos datos publicados por el Ministerio de Fomento, que es el que regula la actividad aunque son las comunidades autónomas las encargadas de concederlas.

Ante tal proliferación, la Junta echó el freno. Sin embargo, las concesiones siguen llegando vía tribunales. El panorama en este sentido puede ser desalentador para los taxistas, puesto que calculan que sólo en la provincia se podrían sumar un millar más en el caso de que los jueces les vayan dando la razón a los demandantes.

En vísperas de la cita con la Junta, el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, confió en que sirva para levantar el paro, aunque se preguntó «por qué esa reunión no se ha celebrado antes» por el perjuicio que la huelga está causando a la ciudad en general y a la feria en particular. Por su parte, el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Daniel Pérez, coincidió con el consejero de Fomento al abogar por que se cumpla la ratio de 1/30 y en que es el Ministerio de Fomento «el que debe legislar y dar una solución».

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