Las grietas de las cubiertas de la Catedral de Málaga se agravan en una de las cúpulas del templo

Esta es una de las cúpulas en las que, por las dimensiones de sus grietas, se hicieron catas a finales del año pasado para intentar averiguar si en estas fisuras está la causa del problema de filtraciones y humedades que padece el templo y que mantiene redes en su interior para recoger los desprendimientos de trozos del techo. Las catas consistieron en retirar el revestimiento de ladrillos para averiguar si la capa metálica impermeabilizante que se aplicó sobre las bóvedas presentaba algún defecto.

Según ha podido conocer este periódico, la Consejería de Cultura está aún esperando recibir las conclusiones de los informes que, a raíz de estas catas, iba a elaborar el Obispado. Desde la diócesis apuntaron ayer que no hay novedades respecto a este asunto y que siguen trabajando «para llegar a la mejor solución posible» entre los responsables de la Catedral y los del Gobierno andaluz.

Sin embargo, esa solución sigue demorándose mientras las grietas de la 'piel' de ladrillo de las cúpulas agrandan su tamaño por los cambios de temperatura a los que están sometidas. La Junta ha admitido en un informe que la inexistencia de juntas de dilatación en este revestimiento de ladrillos puede ser la causa de las grietas, respecto a las que ha apuntado que «no ha quedado probado que afecten a la impermeabilización».

El presidente de la Asociación Ciudadana Málaga por su Catedral, Diego Estrada, mostró su preocupación por la evolución de las fisuras y defendió la realización de un tejado a dos aguas, tal y como quedó dibujado en los planos del siglo XVIII, como la mejor solución para las goteras.