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J. V. A.
Viernes, 20 de julio 2018, 01:11
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Bernardino León Díaz, gerente de Emasa entre 1989 y 1999, falleció ayer a los 77 años en Málaga, donde desarrolló toda su vida profesional y deja una destacada obra como fotógrafo naturalista. La enfermedad de Alzheimer, que empezó a dar señales en su último viaje, a Australia, en 2007, le apartaría pronto de los muchos proyectos que acariciaba para una jubilación aún más volcada en la naturaleza, su gran pasión. Su salud se resentiría y en los últimos años con complicaciones que no pudo superar. León Díaz nació en Salobreña en 1941, pero siempre estuvo vinculado a Málaga, donde se casó con Cristina Gross. Comenzó a trabajar en la antigua fábrica de Amoniaco, entonces propiedad de American Standard Oil, como ingeniero, una formación a la que se unía la de Económicas.
El dominio del inglés gracias a sus estancias en Gran Bretaña durante su etapa estudiantil redondeaba el currículum para su primer destino en una de las grandes industrias. En 1989 llegaría a la gerencia de la Empresa Municipal de Aguas (EMASA), la sociedad municipal creada sólo tres años antes y en la que le tocaría asumir un papel muy destacado, fichado como colaborador directo por el primer gerente Juan Denis, al que sucedió. El proyecto de empresa municipal impulsado por el entonces alcalde Pedro Aparicio suponía pasar de un precario y desfasado servicio de aguas a una gestión pública moderna del abastecimiento y saneamiento a la altura de una gran ciudad. Las primeras depuradoras y colectores y la solución a las carencias que evidenciaron las trágicas inundaciones de 1989 ocuparon gran parte de su gestión.
Puso fin a esa primera línea en 1999, cuando pasó a ocupar la dirección comercial de EMASA hasta su jubilación en 2004. Intensificó entonces su pasión por la naturaleza, una inquietud con cámara en ristre que había crecido mucho tiempo atrás en torno a un sólido grupo de naturalistas locales –Boro Marina, Rafael Morales, José Carlos González y Rafael Peláez. En 2000 publicó 'Málaga al natural', un libro en el que participó su hijo el periodista Teodoro León Gross. Ocho años después se editaría 'Andalucía al natural', que dejaba constancia de siete años de trabajo de campo por toda la región. «Entendía la vida de una forma sencilla, alejado de cualquier petulancia», dice sobre su padre, que acertó al convertir su biblioteca en el lugar de juegos para él y sus hermanos Bernardino, Jorge y Ebee.
Durante 15 años los llevó también a recorrer Europa cada agosto en autocaravana, recuerda el articulista el estilo personal de quien siempre buscó acercarlos a la curiosidad en su sentido más amplio.
La misa córpore insepulto se oficiará hoy viernes a las 15.30 en el Parque Cementerio de San Gabriel.
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