Las empresas interesadas en el Plan Litoral piden al Ayuntamiento que limite las posibles pérdidas económicas

El Plan Málaga Litoral (PML) es una ambiciosa operación urbanística que comprende la ejecución de un túnel de 2,3 kilómetros para soterrar el tráfico en el eje litoral del Centro, desde la avenida de Manuel Agustín Heredia hasta el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso; la construcción de dos nuevas estaciones de autobuses interurbanos soterradas bajo la explanada de la Estación y la plaza de la Marina; la construcción de un nuevo aparcamiento de 450 plazas bajo la entrada al puerto y otro de 650 bajo el paseo marítimo Ciudad de Melilla; y la reurbanización de los 67.000 metros cuadrados de nuevos espacios peatonales y zonas verdes que se generan entre el corazón de la ciudad y el mar, especialmente en la plaza de la Marina y el paseo de los Curas.

El estudio de Deloitte no solo ha analizado los costes de obra y funcionamiento que tendría la ejecución del plan, sino también el riesgo económico de que las cosas no salgan bien durante su ejecución y explotación. En concreto, se ha valorado «de forma conservadora», según se señala en el informe, que haya un 20% más de costes de ejecución, un 2% más de gastos de funcionamiento al año, y un 10% menos de ingresos por la explotación de las estaciones de autobuses soterradas y los aparcamientos. Todo ello hace un riesgo total valorado en 101.013.880 euros.

Esa elevada suma de riesgo económico y la baja tasa de rentabilidad que la concesión del plan dejaría para los privados, estimada entre el 3,3% y el 3,5% (los condicionantes impuestos por la ley que rige las concesiones de obras públicas impide que sea mayor), juegan en contra del interés de las empresas para asumir la ejecución y explotación del Plan Málaga Litoral.

Así lo han puesto de relieve en las encuestas que Deloitte ha realizado a la hora de pulsar sus inquietudes respecto a una posible concesión del proyecto. En el estudio se señala que existe «unanimidad» entre las empresas respecto a que la tasa de rentabilidad «es muy baja y no resulta atractiva». Además, los grupos privados cuestionados, más de una decena, argumentan que «dados los riesgos del proyecto (sobre todo riesgo de demanda) y el volumen de inversión» la tasa de retorno tendría que estar entre el 9% y el 12% para que les resulte atractivo.

Asimismo, piden al Ayuntamiento que acote el riesgo de pérdidas que tendrían por una hipotética escasa demanda de las estaciones de autobuses y los aparcamientos, aplicando por ejemplo «un ingreso mínimo garantizado»; y que también delimite de alguna forma los sobrecostes que podrían implicar imprevistos a la hora de la realización del doble túnel para soterrar el tráfico en todo el eje litoral del Centro, «de tal forma que el riesgo no sea ilimitado para el concesionario», señala el informe.

Con todo, el estudio de Deloitte concluye que, para el Ayuntamiento, es mucho más favorable a nivel económico la opción de dejar la ejecución y el funcionamiento de las infraestructuras del Plan Málaga Litoral en manos de un grupo privado por una concesión a 35 años. En concreto, estima que implicaría un ahorro en torno al 10% para las arcas municipales. Si el Consistorio tuviera que ejecutar el plan a pulmón, le supondría un volumen económico total de 641 millones de euros, en los que están incluidos 486 millones en obras y gastos de funcionamiento; 54,5 millones en gastos financieros para endeudarse; y 101 millones de riesgo. En cambio, dejar el plan en manos de privados rebajaría esa cifra hasta los 610,4 millones de euros que la ciudad tendría que pagar a la empresa concesionaria a cambio de que asumiera y desarrollara el proyecto durante 35 años, incluidos los riesgos. Esa cantidad podría descender hasta los 556 millones si se recabara una subvención del 30% de fondos europeos gestionados por la Junta o el Gobierno central.