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«Si los especialistas siguen buscando y creen que hay vida, nosotros también»

«Si los especialistas siguen buscando y creen que hay vida, nosotros también»

La familia mantiene la esperanza de hallar vivo al malagueño Jorge Gómez Varo, ya que los equipos de rescate tratan de llegar a él desde varios puntos

Martes, 26 de septiembre 2017, 00:30

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La familia de Jorge Gómez Varo, el joven malagueño que permanece desde el día 19 –hoy se cumple una semana– sepultado bajo una montaña de escombros tras el terremoto que sacudió Ciudad de México, conserva la esperanza de que los equipos de rescate lo localicen pronto. «Sabemos que es lento y que es muy difícil, pero los especialistas no dejan de trabajar. Y si lo hacen, es por algo. Si ellos creen que hay vida, nosotros también», resume Alejandro, uno de los cuatro hermanos del aparejador.

Los equipos de rescate saben que el tiempo corre en contra en este tipo de casos y trabajan sin descanso en la segunda planta de lo que queda del edificio situado en el número 286 de la calle Álvaro Obregón. Allí es donde se considera que se encuentra atrapado Jorge Gómez Varo. Según Alejandro, los especialistas creen que puede haber seis o siete personas con vida en ese hueco que ha quedado entre la estructura y los escombros, donde además se pudo confirmar que había oxígeno, lo que refuerza sus esperanzas. Al respecto, explicó que los especialistas ya anunciaron a los familiares de los desaparecidos que se había descartado la presencia de vida en las plantas tercera y cuarta, por lo que iban a centrar sus esfuerzos en la segunda. «Se supone que ese hueco de vida corresponde al de la escalera», explicaba ayer el hermano de Jorge Gómez. «Los equipos de rescate –añade– están trabajando sin descanso para llegar hasta él y no solo desde la fachada, sino desde varios puntos más que no se ven en las imágenes».

Información puntual

Una de sus hermanas se desplazó el viernes a México acompañada de su marido y está al pie de los trabajos que se siguen realizando en el edificio de Álvaro Obregón. «Ella es la que está más esperanzada de todos, dice que se está haciendo un muy buen trabajo allí y que el personal de la UME (Unidad Militar de Emergencias) los mantienen informados en todo momento», agregó Alejandro.

Alejandro ha recordado en varias ocasiones que Lizzeth López, una compañera de trabajo de Jorge, pudo contactar con la familia por teléfono y les dijo que el malagueño estaba vivo y que se encontraba cerca de ella. «Otra empleada declaró en televisión que mi hermano ordenó a todos que salieran y que se quedó el último en la oficina –él es el jefe de esa delegación de la consultora gallega Valora en México– para asegurarse de que todo el mundo abandonaba el edificio. Pero él no pudo hacerlo», apuntó.

El aparejador malagueño, que tiene 33 años, se mudó a México hace aproximadamente tres años para abrir una de las oficinas de Valora, una empresa dedicada a montar tiendas dentro de los centros comerciales, lo que le obliga a desplazarse con frecuencia. De hecho, una semana antes, Jorge tuvo que suspender un viaje a Miami, adonde debía ir por motivos de trabajo, porque su vuelo fue cancelado por el huracán Irma.

El terremoto, que se produjo exactamente a las 13.14 (hora local) del martes de la semana pasada, hora local, y que alcanzó una magnitud de 7,1 en la escala Richter, se ha cobrado ya más de 320 vidas, de las cuales al menos 180 se contabilizan en la Ciudad de México.

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